El Lebrijano le canta a una Semana Santa festiva y multirracial
"L¨¢grimas de cera" es el disco de la ONU"
"Nazareno. Igual que mi padre, igual que mi abuelo, dice una de las letras del nuevo disco de El Lebrijano, L¨¢grimas de cera. Pues igual, pero no mucho. Para ofrecer su visi¨®n festiva y mestiza de la Semana Santa, el cantaor se ha rodeado de un ambiente definitivamente ex¨®tico, con numerosos m¨²sicos de distintas partes del mundo. Hay cuatro j¨®venes voces b¨²lgaras, las Bulgarka Junior, haciendo los coros como si fueran gitanas de Lebrija con delantal (arsa y toma, arsa y toma...); est¨¢ el franc¨¦s Hughes de Courson (productor y tocaor de caj¨®n y de f¨²jara, la flauta eslovaca), los marroqu¨ªes Hermanos Kourrich...
Por irse lejos no se puede pedir m¨¢s: El Lebrijano ha reclutado incluso a una cantante yuva (de Siberia esquina a Mongolia), Sainkho Namtchylak. "Es el disco de la ONU", dice bromeando el cantaor, y a?ade: "Ya no s¨¦ ni donde estoy. Estoy perdido, pero me encuentro hallado".El c¨®ctel, seg¨²n reconoce Juan Pe?a, El Lebrijano, esgrimiendo un pedazo de sortij¨®n de oro (la cara de un le¨®n con un ojo rojo y otro verde) hace muy dif¨ªcil interpretar el disco en directo estos d¨ªas, al paso de cualquier Manuel (Cristo, para los gitanos) al que tradicionalmente le sol¨ªan cantar saetas. "Se puede dialogar con Dios de muchas formas, no s¨®lo a trav¨¦s de las saetas. No creo que ¨¦l se enfade por eso, ?no?. M¨¢s bien ser¨¢ al rev¨¦s".
Pero eso, al fin y al cabo, es lo de menos. El disco, dice el cantaor, es el resultado de su b¨²squeda incesante de nuevos caminos de expresi¨®n, y la sorprendente consecuencia de una promesa hecha a uno de los directivos de la casa de discos Emi durante la fiesta de presentaci¨®n del ¨²ltimo disco del cantaor, Casablanca.
Claro que, comparado con aquel experimento ar¨¢bigo-andalus¨ª, L¨¢grimas de cera es todo un avance hacia el mestizaje y la fusi¨®n de instrumentos, estilos y m¨²sicas. Seg¨²n explica la casa discogr¨¢fica, la producci¨®n del franc¨¦s Hughes de Courson, que ha logrado grandes ¨¦xitos comerciales con su mezcla de m¨²sica cl¨¢sica y ¨¦tnica en trabajos como Mozart en Egipto y Lambarena (que met¨ªa a Brahms en los ritmos africanos), procur¨® que los otros m¨²sicos siguieran al cantaor como a un Rey, en vez de que ¨¦ste los siguiera a ellos como un esclavo. "Yo lo llamo el disco de la ONU, porque all¨ª todos hablaban ingl¨¦s menos yo. Pero no fue nada premeditado, sali¨® as¨ª y yo no lo puedo explicar...".
Una edad prudente
"S¨ª s¨¦ que es un disco para siempre, no una obra para ahora mismo. Me la juego, tiro palante, y sale. Pero yo ya soy muy mayor, tengo una edad prudente, mis 39 a?os (tiene 55). O sea, que no se puede decir ya que est¨¦ loco. He cambiado como el mundo, que ha evolucionado mucho. Los artistas tambi¨¦n te ayudan mucho a cambiar y son m¨¢s comprensivos contigo... Pero si tuviera que hacer todo lo que me invitan a hacer, tendr¨ªa hechos ya cien discos".Despacito y con talento, dice otra de las letras que Lebrijano canta por romeras, aunque el disco no identifica los palos flamencos. "El disco se hizo muy despacio y con mucha seriedad. Luego vimos que no pod¨ªamos meter los palos, pero todo lo que se canta es muy serio. Hay albore¨¢s, siguiriyas, saetas... La verdad es que estoy deseando que me llamen otra vez a cantar por derecho, con una guitarra a pelo, porque la gente se va a creer que se me ha olvidado".
Otra de las colaboraciones del disco es la de la hija del cantaor, Ana Bel¨¦n Pe?a, que firma la mayor¨ªa de las letras y la m¨²sica. Eso, y la compa?¨ªa de las Voces B¨²lgaras, parece emparentar este trabajo de El Lebrijano con el ¨²ltimo hallazgo de uno de sus rivales ancestrales, Enrique Morente. "Palabra que no sab¨ªa que ¨¦l hubiera hecho nada parecido... Pero seguro que su trabajo tiene por lo menos tanta dignidad como el m¨ªo".
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