Alemania apoya la reuni¨®n de ministros de Exteriores del G-8 pedida por Rusia

Alemania apoya la propuesta rusa de convocar una reuni¨®n de ministros de Asuntos Exteriores de los pa¨ªses del Grupo de los Ocho (G-8, los siete Estados m¨¢s desarrollados y Rusia) para buscar soluciones al problema de Kosovo. Seg¨²n el portavoz de Exteriores, Martin Erdmann, el Gobierno alem¨¢n considera "apropiada" esta idea y hace gestiones. Los directores pol¨ªticos de los ministerios de Exteriores del G-8, que se re¨²nen la pr¨®xima semana en Dresden, explorar¨¢n la posibilidad de tal cumbre, seg¨²n el portavoz.

El Gobierno rojiverde alem¨¢n indic¨® as¨ª su voluntad de agotar cualquier v¨ªa pol¨ªtica y de impedir a toda costa que Rusia se desmarque del proceso de negociaciones y mediaciones. El s¨¢bado, por tel¨¦fono, el canciller Gerhard Schr?der, dijo al presidente Bor¨ªs Yeltsin que la relaci¨®n de Rusia con Alemania y Europa es especialmente importante en estos tiempos dif¨ªciles. Alemania y Rusia tienen s¨®lidos intereses econ¨®micos comunes, como se evidenci¨® la semana pasada, cuando las empresas Basf (la primera industria qu¨ªmica de Alemania) y Gazprom (el monopolio del gas ruso) firmaron un contrato sin precedentes, que permitir¨¢ a la Basf participar en la extracci¨®n del gas ruso.El deseo de que Rusia no quede marginada en las decisiones internacionales es una de las disparidades crecientes entre la pol¨ªtica alemana y la estadounidense tras la guerra fr¨ªa, seg¨²n medios socialdem¨®cratas de la pol¨ªtica exterior alemana. Esta disparidad ha surgido tambi¨¦n en el proceso previo a los ataques a¨¦reos de la OTAN contra Yugoslavia, seg¨²n revela un interesante texto (Guerra en Yugoslavia, los motivos de una decisi¨®n verde) del viceministro de Exteriores, Ludger Volmer, difundido por su partido (Los Verdes) en el Internet.

Tras el fracaso del alto el fuego en Kosovo, EEUU favorec¨ªa un r¨¢pido bombardeo de la OTAN, mientras Alemania estaba a favor de un proceso de negociaciones que reanimara al Grupo de Contacto y permitiera la participaci¨®n de Rusia. Washington cedi¨® ante posici¨®n alemana -lo que permiti¨® poner en marcha las negociaciones Rambouillet-, pero, seg¨²n revela Volmer, EE UU exigi¨® un paquete de condiciones innegociables y que los aliados de la OTAN apoyaran el act order, que permit¨ªa un ataque inmediato si se fracasaba.

La guerra entre la OTAN y Yugoslavia ha enfrentado al ministro de Exteriores de Alemania, Joschka Fischer, y a los verdes con el limitado margen de maniobra de su partido y de su propio pa¨ªs, como miembro de la Alianza Atl¨¢ntica, para dise?ar estrategias militares o diplom¨¢ticas en Europa. Volmer, un soci¨®logo de 47 a?os del ala radical de los verdes, llega a esta conclusi¨®n tras su propia experiencia en el poder. "Ya no estamos en el mundo de nuestras visiones program¨¢ticas, nuestros dise?os alternativos, sino en una realidad que no puede interpretarse simplemente en funci¨®n de nuestros deseos", se?ala quien es hoy uno de los dos viceministros de Exteriores de Alemania.

El "mundo real de la pol¨ªtica exterior del Estado" ha mostrado que los verdes "no son una gran potencia", que existen muchos otros actores "m¨¢s fuertes" y con "intereses leg¨ªtimos", y tambi¨¦n "que no existe una pol¨ªtica exterior alemana independiente", porque la RFA act¨²a "casi exclusivamente como miembro de una alianza o de una organizaci¨®n internacional", afirma el viceministro. En octubre pasado en el Bundestag (Parlamento federal), Volmer fue uno de los pocos que se opusieron al ataque de la OTAN contra Yugoslavia. En 1995, el pol¨ªtico hab¨ªa criticado a Fischer por desviarse del pacifismo cl¨¢sico, cuando el actual ministro invit¨® a los verdes a replantearse el principio de no violencia ante la situaci¨®n de Bosnia-Herzegovina. Volmer cree a¨²n hoy que la "legitimaci¨®n legal" de los "inevitables" bombardeos "es por lo menos discutible".

Tras la matanza de Radcak, los "norteamericanos quer¨ªan comenzar inmediatamente los bombardeos de Yugoslavia sobre la base del act order todav¨ªa v¨¢lido" y "esperaban la participaci¨®n de los otros Estados de la OTAN, incluida Alemania". "Aparte del castigo", en esta opci¨®n "no se reconoc¨ªa un fin pol¨ªtico", se?ala Volmer. Seg¨²n ¨¦l, Fischer logr¨® convencer a los norteamericanos de que explorasen otra v¨ªa.