La Educaci¨®n de Adultos adaptar¨¢ para el curso pr¨®ximo estudios de FP de grado medio
Los contenidos curriculares no cambian, pero s¨ª el tiempo que los alumnos pueden emplear
Hace 20 a?os, los estudios nocturnos ten¨ªan mucho pedigr¨ª; estudiaban por la noche los j¨®venes trabajadores -por lo general de procedencia humilde- que ten¨ªan la aspiraci¨®n de ir a la universidad. Con el paso del tiempo, los institutos que impart¨ªan nocturno acogieron tambi¨¦n a m¨¢s de un perezoso que no quer¨ªa madrugar. Hoy, esta modalidad de estudio est¨¢ casi extinguida; desaparecer¨¢ definitivamente con el BUP. Lo que rige ahora es la Educaci¨®n de Adultos. En Andaluc¨ªa, la ley que la regula entr¨® en vigor el 27 de marzo de 1990, pero hasta junio de 1997 no se public¨® el primer Decreto para su desarrollo. Con ¨¦l se regul¨® la Formaci¨®n B¨¢sica en Educaci¨®n de Adultos. Y en septiembre pasado, un nuevo Decreto puso en marcha las ense?anzas de Bachillerato para Adultos. Finalmente, el pr¨®ximo curso, un tercer Decreto que regular¨¢ los ciclos formativos de grado medio. As¨ª las cosas, la ense?anza de adultos en Andaluc¨ªa se ha convertido en un galimat¨ªas, o, como dice Miguel ?ngel Dom¨ªnguez, vicedirector del Instituto Vel¨¢zquez de Sevilla, "en una especie de saco en el que cabe todo". "Y, en cierto modo, as¨ª debe ser", se?alan en la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, "pues uno de sus objetivos es, precisamente, que todas aquellas personas que, por una u otra raz¨®n, abandonaron sus estudios, puedan retomarlos", explica la jefa del Servicio de Adultos, Sol Nieto. Por la noche -entre las 18.45 y las 10,45-, acuden a estudiar en los institutos autorizados (94 este a?o) todo tipo de personas: las que no saben leer ni escribir o fracasaron en la ense?anza obligatoria; las que aspiran a llegar a la universidad o las que desean prepararse para acceder a un nuevo trabajo, los jubilados o las amas de casa que disfrutan aprendiendo. La ¨²nica condici¨®n para acceder a estas ense?anzas es haber cumplido 18 a?os o, con 16, justificar que se trabajando. La experiencia de esta modalidad docente, a pesar de su corta andadura, est¨¢ siendo positiva, aseguran en la Consejer¨ªa de Educaci¨®n. "Lo importante es que recojamos las demandas sociales", puntualiza. Hoy hay un mayor nivel de formaci¨®n y el alumnado de esta modalidad desea tener facilidad para entrar y salir del sistema educativo cuando quiera", explica Nieto. Por eso, los planes de estudio pr¨¢cticamente no cambian pero s¨ª "la duraci¨®n en el tiempo y en la forma de afrontarlos", aclara Nieto. Lo primero es que se pueden cursar presencialmente o a distancia; en el primer caso los imparten los institutos autorizados. En el segundo se cursan a trav¨¦s de los Institutos Provinciales de Formaci¨®n de Adultos (IPFA), uno por provincia, y en los m¨¢s de 639 centros espec¨ªficos que imparten educaci¨®n para adultos en su nivel b¨¢sico y formaci¨®n sociocultural. En ellos trabajan m¨¢s de 2.000 profesores y dan cobertura al 90% de la poblaci¨®n. El instituto Vel¨¢zquez de Sevilla es un cl¨¢sico. En ¨¦l conviven, por la noche, los estudiantes trabajadores y los que han llegado rebotados de otros centros, y que no saben qu¨¦ hacer. Y, con ellos, un amplio muestrario de personas, entre las que hay alg¨²n jubilado, padres de familia y amas de casa. Tanta versatilidad da como resultado que haya m¨¢s estudiantes de noche que de d¨ªa: 910 frente a 845. Muchos de estos alumnos vuelven al instituto forzados por sus padres. To?i Porcel, la jefa de estudios, es optimista y cree que al regresar al colegio maduran; "merece la pena que lo intenten de nuevo. Hay muchos que retoman los libros con gran inter¨¦s" A¨²n as¨ª, faltan a clase m¨¢s de lo que debieran. Y eso perjudica a los constantes. De estos se queja Mercedes G¨®mez, 44 a?os, madre de familia, (con dos hijos en horario diurno), que est¨¢ entusiasmada de haber retomado sus estudios. De momento no se pone metas, pero ya piensa en la universidad. "Quiz¨¢, cuando acabe el bachillerato, haga el acceso para mayores de 25 a?os". La sensaci¨®n general entre la comunidad educativa, sin embargo, es que la implantaci¨®n de la Educaci¨®n de Adultos en Andaluc¨ªa va demasiado despacio.
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