Pantani critica la especializaci¨®n
La popularidad concedida a los vencedores del Tour ha acabado por reconducir la espontaneidad dial¨¦ctica de Pantani por conductos oficiales. Si bien su discurso queda ahora programado en conferencias de prensa, su verbo no ha perdido mordiente ni sinceridad, un regalo en un universo de declaraciones precocinadas. Sin que se le preguntara, Pantani explic¨® ayer por qu¨¦ gana a principios de temporada, se exhibe en la Mil¨¢n-San Remo o se confiesa emocionado ante la perspectiva de imponerse en la Lieja-Basto?a-Lieja, esfuerzos aparentemente exagerados para cualquiera con idea de disputar una de las tres grandes vueltas. "Respeto a Ullrich, que s¨®lo disputa una carrera al a?o [el Tour], eso es m¨¢s f¨¢cil, pero yo creo que un aut¨¦ntico campe¨®n no puede ganar s¨®lo una carrera en toda la temporada. Si digo que quiero ganar una cl¨¢sica es para demostrar que el ciclismo no es un deporte programado", lanz¨®. De golpe, se tambalean las convicciones de los que defienden a ultranza la especializaci¨®n del ciclismo. El escalador italiano, s¨¦ptimo en la Lieja en 1997, no sabe si podr¨¢ disputarla este a?o. Una ca¨ªda en la Semana Catalana que afect¨® al cu¨¢driceps de su pierna izquierda, le oblig¨® a modificar su pedaleo y ello ha derivado en una contractura de la que se resiente en la Vuelta al Pa¨ªs Vasco. "No he venido para ganar esta carrera", coment¨®, "porque ahora lo m¨¢s importante es recuperarme de este problema. Adem¨¢s le tengo mucho respeto al mal tiempo, no quiero sufrir otra ca¨ªda". Los accidentes han acompa?ado como un nubarr¨®n la carrera del italiano: como cadete, se rompi¨® una clav¨ªcula y el pulgar de la mano derecha. Ya en aficionados, dos costillas poco antes de sufrir un traumatismo craneoencef¨¢lico. Su paso al profesionalismo, en 1993, no le desvi¨® del mal fario. En su primer Giro, cuando figuraba 15? en la general, una ca¨ªda afect¨® a su columna. Nada comparable con los dos atropellos que sufri¨® en 1995; el primero sin consecuencias, el segundo terrible: en plena Mil¨¢n-Tur¨ªn, un coche que circulaba en sentido opuesto al del pelot¨®n se lo llev¨® por delante. Total, 16 meses de inactividad para recuperarse de una doble fractura abierta de la tibia y peron¨¦ de su pierna izquierda. Su pasado le ha convertido en un personaje con inclinaciones supersticiosas: cada a?o trata de calcar su calendario. En este sentido, su participaci¨®n en el Giro es segura y queda pendiente su regreso al Tour o su concurso en la Vuelta. Ayer mencion¨® su disconformidad con el trazado de la Grande Boucle, pero reconoci¨® las presiones de su equipo para que tome la salida. En cualquier caso, ha pospuesto su decisi¨®n hasta que concluya el Giro. Sin alterar el gesto ni menospreciar a los rivales, el ¨²ltimo vencedor del Tour se declara como su ¨²nico "enemigo" antes de afrontar la ronda italiana: sus miedos s¨®lo provienen de su f¨ªsico y de lo imprevisto. La crudeza de sus prop¨®sitos no esconde prepotencia alguna. Pantani se comporta ante el micr¨®fono con la frescura que le lanza en las ascensiones.
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