Novillada polar
Al finalizar las tres horas que dur¨® la novillada, el ambiente era polar. Final de una tarde muy desapacible, con fr¨ªo, viento, cielo cubierto y, para "adornar el pastel", hasta unas gotas de lluvia en el s¨¦ptimo novillo. Pero lo peor del caso no fue eso, sino que alguno de los novilleros estuviese tan fr¨ªo como el tiempo y se diesen muy pocos motivos para "calentar" al personal.Dos de los motivos que captaron la atenci¨®n del aficionado en tarde tan desapacible fueron sendos novillos de Parlad¨¦ (el segundo, bravo y repetidor, sobre todo por el pit¨®n derecho) y de Juan Pedro Domecq (el quinto, encastado y con buen tranco, pidiendo a voces una muleta dominadora).
Antonio Barrera, ya veterano en el campo novilleril, se mostr¨® una vez m¨¢s con gran voluntad y mucho arrojo. A su primero, una voltereta (la novillada humill¨® mucho) lo dej¨® muy mermado de fuerza y Barrera, en un trasteo de desigual intensidad, sobresali¨® en una excelente serie con la zurda. El quinto lo desbord¨® un tanto, por su bravura encastada y repetidora, que no fue sometida y dominada por un Barrera siempre decidido y valeroso.
Parlad¨¦ / Barrera, Garibay, Fandi, Aguilar
Cinco novillos de Parlad¨¦ y 5? y 7? de Juan Pedro Domecq, de finas hechuras y manejables, destacando 2? y 5?. 3?, sobrero de Enrique Mart¨ªn Arranz, dif¨ªcil.Antonio Barrera: aviso y vuelta; ovaci¨®n. Ignacio Garibay: aviso y oreja; dos avisos y silencio. El Fandi: ovaci¨®n y vuelta al ruedo. Sergio Aguilar: silencio; aviso y silencio. Los tres ¨²ltimos, nuevos en esta plaza. Plaza Monumental, 11 de abril. Un quinto de entrada.
Inter¨¦s
El mexicano Garibay lance¨® con cadencia capoteril y a su buen primero lo templ¨® por ambos pitones. Aunque no acab¨® de cuajar la faena, su muleteo tuvo inter¨¦s y un cierto punto personal. El sexto fue menos claro y Garibay obtuvo menor lucimiento, pero tuvo momentos tambi¨¦n interesantes, aunque luego perdiese todo lo conseguido con un torpe uso del descabello.El Fandi es un torero bullidor, muy espectacular en banderillas, tercio que ofrece con resonancias soristas. El sobrero s¨®lo permiti¨® un brillante tercio de banderillas de El Fandi y Aguilar y luego se neg¨® a colaborar. El s¨¦ptimo, como buena parte de la novillada, andaba escaso de fuerzas y lleg¨® al ¨²ltimo tercio a la defensiva. El diestro granadino no pudo obtener un lucimiento continuado, pero estuvo con deseos y un toreo algo retorcido, pero de total entrega, destacando en los pases de pecho.
Sergio Aguilar tiene un buen aire torero y se queda quieto, pero todav¨ªa est¨¢ verde; las reses le engancharon mucho la muleta y, sobre todo, su serenidad estuvo en la frontera de la frialdad m¨¢s absoluta. Lo que faltaba en una tarde como ¨¦sta.
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