El PP legalizar¨¢ la compraventa privada del agua aunque el PSOE se oponga

Al Gobierno del PP no le ha hecho mella el ultim¨¢tum lanzado desde el PSOE para que retirase su propuesta de legalizar los mercados del agua en las negociaciones para reformar la Ley de Aguas. Con el consenso del PSOE o sin ¨¦l, la autorizaci¨®n de la compraventa de derechos de agua entre particulares va para adelante, seg¨²n ha confirmado el secretario de Estado de Aguas y Costas, Benigno Blanco. La reforma, que prev¨¦ tambi¨¦n la creaci¨®n de bancos p¨²blicos de agua para situaciones de sequ¨ªa, se llevar¨¢ a las Cortes antes del verano.

El Gobierno est¨¢ decidido a legalizar la posibilidad de que los particulares con derechos a utilizar agua puedan vender la que les sobra al mejor postor, previo tr¨¢mite de tan s¨®lo comunicar el pacto de compraventa a las Confederaciones Hidrogr¨¢ficas, ¨®rganos que gestionan las cuencas fluviales.La decisi¨®n es firme, seg¨²n Benigno Blanco, secretario de Estado de Aguas, pues constituye uno de los fundamentos que impuls¨® el PP a reformar la Ley de Aguas, nada m¨¢s acceder al Gobierno. Aprobada por los socialistas en 1985, la Ley incorpor¨® al dominio p¨²blico las aguas subterr¨¢neas y fue recurrida ante el Constitucional por el PP, aunque el alto tribunal desestim¨® el recurso.

Tras dos encuentros del Gobierno con el PSOE para negociar el alcance de la reforma, la portavoz socialista, Cristina Narbona, fij¨® la posici¨®n de su partido en una carta a la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, en que aceptaba la creaci¨®n de bancos p¨²blicos, seg¨²n el modelo de California, donde la administraci¨®n compra en ¨¦pocas de sequ¨ªa los derechos de agua a los agricultores y la vende a los municipios.

Negativa

En el PSOE no est¨¢n dispuestos a aceptar la compraventa libre de derechos de agua tal como la plantea el Gobierno, ni siquiera en caso de que se exprese taxativamente la prohibici¨®n de cambios de uso: es decir, que una compa?¨ªa hidroel¨¦ctrica no pueda vender sus derechos de turbinar agua a un campo de golf, o una urbanizaci¨®n a los agricultores, o viceversa.Seg¨²n Cristina Narbona, aun con esa prohibici¨®n expresa, el art¨ªculo 59,2 propuesto por el Ministerio establece expl¨ªcitamente una excepci¨®n a la obligatoriedad de que el agua vendida se mantenga adscrita a los usos indicados en el derecho concesional.

Para Benigno Blanco, el temor a que las poderosas compa?¨ªas hidroel¨¦ctricas acaparen el mercado del agua resulta injustificado, porque no se permitir¨¢ el cambio de usos. Quien venda derechos de riego lo har¨¢ porque le sobra agua y para que la compren otros regantes. Seg¨²n Blanco, la libre compraventa de derechos no tiene otra funci¨®n que la de facilitar m¨¢s eficiencia, y tambi¨¦n conseguir el m¨¢ximo ahorro de agua en ¨¦pocas de sequ¨ªa: "Es un mecanismo de transmisi¨®n temporal de agua en el que no vamos a ceder", ha manifestado con toda claridad Blanco.

Sobre la presencia de las comunidades aut¨®nomas en los consejos de administraci¨®n de las sociedades estatales para hacer obras hidr¨¢ulicas, Blanco afirma que, si las autonom¨ªas donde el PSOE gobierna no est¨¢n en estos consejos, es porque no han querido.

"Se opusieron desde un principio a la creaci¨®n de estas sociedades y a que hicieran obras. Nuestro criterio es que se impliquen", se?ala Blanco, que pone como ejemplo ilustrativo el de la sociedad del Baix Llobregat, creada para construir una depuradora de 40.000 millones de pesetas, y en cuyo consejo est¨¢ el alcalde de El Prat, afiliado a Izquierda Unida. "No excluimos a nadie por razones de ideolog¨ªa", afirma Blanco "No entiendo que rechazaran esas sociedades y ahora quieran participar; ah¨ª est¨¢ pendiente, por ejemplo, el recurso del Gobierno de Castilla-La Mancha contra la creaci¨®n de la Sociedad de Aguas del J¨²car".

Ante el ultim¨¢tum lanzado por el PSOE de no continuar las negociaciones sobre la reforma, Blanco dice que no presentan alternativas, por lo que insiste en que la reforma seguir¨¢ y probablemente en mayo, una vez aprobada por el Consejo de Ministros, se debata en el Parlamento. Narbona cree que el Gobierno quer¨ªa desde el principio crear el mercado del agua, y lo pod¨ªa haber logrado con el apoyo de los nacionalistas, sin necesidad del consenso de su partido.