Una olvidada escuela de la vida
"Un ama de casa fue a registrarse en el Inem como cocinera, camarera, psic¨®loga, economista, enfermera", y como era ama de casa "el funcionario no sab¨ªa en qu¨¦ grupo clasificarla". La historia que cuenta Pepa, alumna del Centre Permanent de Formaci¨® d"Adults de X¨¤tiva (CFPA), refleja el esp¨ªritu cr¨ªtico de esta escuela hacia la actitud que se mantiene, por ejemplo, frente a las amas de casa que deciden ampliar sus conocimientos. Pese a la interesante labor social que realiza, el CFPA Francesc Bosch i Morata de la capital setabense no ha conseguido escapar del olvido de la clase pol¨ªtica. Por una parte, la Consejer¨ªa de Educaci¨®n deniega la reforma del centro, aprobada en 1991 por el anterior Consell socialista para desarrollar la Ley de Formaci¨®n de Adultos, con la que podr¨ªan desaparecer la mayor parte de estas escuelas comarcales. Por su parte, el Ayuntamiento cedi¨® un antiguo colegio claretiano, construido en los a?os veinte, por un periodo de diez a?os para que Educaci¨®n lo reformase. Sin embargo, la propia Administraci¨®n local est¨¢ a la espera de que en el a?o 2001 los terrenos se reintegren al patrimonio municipal, para ampliar un colegio colindante de Educaci¨®n Primaria. "Los pol¨ªticos deber¨ªan hacer menos monumentos y preocuparse m¨¢s por la gente del pueblo", dicen los alumnos. A lo largo de sus m¨¢s de veinte a?os de actividad, a la formaci¨®n para adultos se han apuntado unos 5.000 estudiantes y la demanda de las plazas sigue aumentando a?o tras a?o. "Para hacer la inversi¨®n, dicen que tendr¨ªamos que tener m¨¢s reconocimiento social, como si m¨¢s de veinte a?os no fueran bastante", ironiza Paqui Borox, la profesora encargada de la jefatura de estudios. Georgina, una alumna de graduado escolar de 21 a?os de una poblaci¨®n vecina a X¨¤tiva, cree que "b¨¢sicamente, la gente viene para sentirse realizada". Georgina opina que el m¨¦todo de ense?anza es muy diferente al de los colegios donde estudi¨® EGB: "Aqu¨ª te muestran los problemas de la sociedad actual". Para los maestros es muy importante la participaci¨®n del alumnado. "Ellos mismos eligen lo que les interesa aprender; no se nos puede olvidar que son adultos y pueden aportar muchas cosas", se?ala Paqui. Pese a los inconvenientes, la gente sigue acudiendo a este edificio que no re¨²ne las mejores condiciones para la ense?anza. Son muchos los efectos de la desidia hacia la formaci¨®n de adultos de X¨¤tiva. Las aulas est¨¢ saturadas: donde hay un taller de cer¨¢mica, tambi¨¦n se imparten clases de ingl¨¦s; la biblioteca es la clase de valenciano y adem¨¢s de utiliza como almac¨¦n. Los alumnos y los profesores comparten la misma sala de reuniones, que es a la vez el despacho del director y la secretar¨ªa. La instalaci¨®n el¨¦ctrica del centro es tan b¨¢sica que los plomos saltan continuamente, "lo menos cuatro o cinco veces al d¨ªa", matiza Pepa. Sin embargo, no es la ¨²nica dificultad de abastecimiento que tiene la escuela. Como las estufas son de gas y el servicio de reparto sirve las bombonas en plena calle, la voluntad de los propios alumnos es la mejor arma para combatir el fr¨ªo. "Algunas veces hacemos de butaneros y de electricistas", apunta Georgina, mientras todos se r¨ªen. "Aqu¨ª se aprenden las cosas de la vida", dicen al un¨ªsono algunas alumnas.
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