Nuevos datos sobre la biolog¨ªa de 'Homo antecessor'
El ciclo biol¨®gico de la especie humana, es decir, la sucesi¨®n de fases de vida desde la concepci¨®n hasta la muerte, se distingue de otros primates por un prolongado proceso de maduraci¨®n, con la aparici¨®n de dos nuevas etapas en el crecimiento: la ni?ez y la adolescencia. Desde una perspectiva biol¨®gica, las preguntas de c¨®mo y cuando han surgido la ni?ez y la adolescencia resultan del m¨¢ximo inter¨¦s. En el art¨ªculo publicado esta semana en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (EE UU) proponemos que hace al menos 800.000 a?os la especie Homo antecessor descubierta en Atapuerca (Burgos) comparti¨® con los humanos modernos un patr¨®n prolongado de maduraci¨®n.
Durante d¨¦cadas, se ha mantenido un intenso debate sobre si los hom¨ªnidos m¨¢s primitivos ten¨ªan un ciclo biol¨®gico similar al del chimpance o si por el contrario, hab¨ªan adquirido ya un patr¨®n de crecimiento humano. Hoy se acepta que Australopithecus, Paranthropus y las especies primitivas de Homo ten¨ªan un ciclo biol¨®gico similar al del chimpanc¨¦. En consecuencia, la profunda modificaci¨®n del ciclo biol¨®gico tuvo lugar en la posterior evoluci¨®n de Homo. Sin embargo, la inc¨®gnita de cuando surgi¨® el patr¨®n de desarrollo totalmente humano, y c¨®mo se relaciona ¨¦ste con otros cambios experimentados en nuestra evoluci¨®n, ha persistido durante a?os. Un an¨¢lisis detallado del desarrollo dental de los restos de H. antecessor desvelan algunos de estos interrogantes.
El estudio de la anatom¨ªa de los f¨®siles humanos del yacimiento de Gran Dolina (Atapuerca) dio lugar a la definici¨®n de la especie Homo antecessor que, seg¨²n nuestra hip¨®tesis, representa al antepasado com¨²n de neandertales y Homo sapiens. Ahora, el estudio del desarrollo del aparato dental de Homo antecessor nos lleva a profundizar en la evoluci¨®n de su ciclo biol¨®gico. El estudio consisti¨® en establecer el estado de mineralizaci¨®n de cada pieza dentaria mediante im¨¢genes radiogr¨¢ficas.
Las observaciones se compararon con series dentales de poblaciones humanas recientes, de chimpanc¨¦s y de gorilas, de las que conocemos la secuencia y edades de formaci¨®n de cada diente. Estas comparaciones permiten saber que Homo antecessor presenta una pauta de desarrollo dental similar al de poblaciones humanas actuales. ?Que implicaciones tienen los resultados de esta investigaci¨®n?
El crecimiento y erupci¨®n de los dientes es un buen marcador de la pauta general del desarrollo del organismo. Un hom¨ªnido cuyo patr¨®n de desarrollo dental fuera id¨¦ntico al nuestro deber¨ªa compartir con nosotros un ciclo de vida complejo. Este ser¨ªa el caso de Homo antecessor, que pudo tener un periodo infantil relativamente corto, una ni?ez prolongada, una fase juvenil, y una adolescencia probablemente bien definida.
La aparici¨®n de una ni?ez incipiente pudo suceder hace casi dos millones de a?os en la l¨ªnea evolutiva que conduce hacia nuestra especie. En la evoluci¨®n del g¨¦nero Homo esta etapa debi¨® prolongarse a expensas de reducir la infancia. La ventaja de acortar la infancia ser¨ªa la reducci¨®n del tiempo de lactancia, y la posibilidad de que las madres quedaran nuevamente pre?adas. Esto permitir¨ªa reducir el intervalo entre nacimientos y aumentar la fertilidad. Por otro lado, la ni?ez es un largo periodo, que comienza hacia los dos a?os y termina cuando se completa el crecimiento del cerebro, hacia los siete a?os.
Este tiempo es esencial para que el ni?o, con su cerebro en pleno desarrollo, obtenga una considerable cantidad de informaci¨®n del entorno. Los padres, a su vez, deben invertir una gran cantidad de tiempo y energ¨ªa en el cuidado de sus descendientes Esto en principio puede parecer poco ventajoso, pero esa creciente dedicaci¨®n ha permitido incrementar la cohesi¨®n social, factor esencial en la supervivencia de los grupos.
La adolescencia debi¨® surgir hace m¨¢s de un mill¨®n de a?os en Homo y se fue prolongando en parte a expensas de reducir el periodo juvenil. La adolescencia representa una larga transici¨®n hacia la etapa adulta, donde los individuos aprenden, entre otras cosas, a ser padres efectivos. Esto supone una nueva ventaja para reducir la mortalidad de los infantes y aumentar la fertilidad de las especies.
En definitiva, hace nada menos que 800.000 a?os, la especie Homo antecessor habr¨ªa adquirido las ventajas que suponemos a un ciclo biol¨®gico tan largo y complejo como el nuestro. Adem¨¢s, los resultados de estas investigaciones permiten reforzar la hip¨®tesis de una relaci¨®n filogen¨¦tica entre Homo antecessor y Homo sapiens.
Jos¨¦ Mar¨ªa Berm¨²dez de Castro y Antonio Rosas son investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) y miembros del equipo de Atapuerca, Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Investigaci¨®n 1997.
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