Los alumnos de Arquitectura creen que su carrera es un delito contra la salud
Hoy finaliza el plazo para que los alumnos de Arquitectura Superior de Sevilla depositen en la urna instalada en la entrada de la facultad sus quejas. Hasta ayer llevaban m¨¢s de 750 firmas recogidas y un sinf¨ªn de enfermedades denunciadas. Protestan porque la vida que llevan con los estudios les ha provocado estr¨¦s, perdida de peso y de autoestima, irritabilidad, depresi¨®n, crisis nerviosas, taquicardias, dependencias de estimulantes, falta de concentraci¨®n... Pero tambi¨¦n acusan al profesorado de incompetencia y malos tratos.
Los alumnos quieren que el Servicio de Asistencia Jur¨ªdica de la Universidad les d¨¦ una soluci¨®n para poder convertir estas quejas en una causa judicial y denunciar que est¨¢n siendo v¨ªctimas de un delito contra la salud p¨²blica. Pero desde el Servicio Jur¨ªdico entienden que eso es algo inviable. "No todo lo injusto es ilegal. Adem¨¢s no podemos hacer nada ante un caj¨®n de sastre, porque cada queja tendr¨ªa una respuesta y m¨¢s bien de car¨¢cter administrativo. Nosotros no podemos demostrar que esos trastornos que denuncian est¨¦n relacionados con las actitudes del profesorado. Creo que lo que denuncian tiene m¨¢s bien trascendencia psicol¨®gica que judicial", explic¨® ayer Reyes Fern¨¢ndez desde el Servicio de Asistencia Jur¨ªdica. Pero los alumnos insisten en que es la vida que llevan con los estudios la que les ha provocado todas esas dolencias: agotamiento, problemas oculares, falta de vida privada, inseguridad, desmayos y hasta desamor. "El a?o pasado me gast¨¦ m¨¢s dinero en m¨¦dicos que en matr¨ªcula. Me dijeron que descansara, que me divirtiese, que hiciera deporte. Y lo hago, pero este a?o aprobar¨¦ s¨®lo un par de asignaturas", dice Ana B¨¢ez. Problemas que el Servicio de Asesor¨ªa Psicol¨®gica de la Universidad entiende y trata de solucionar. "Cuando uno se marca unas expectativas y no las consigue repercute en la calidad de vida. Eso pasa en todos los ¨®rdenes y niveles, pero no podemos hacer aseveraciones gen¨¦ricas ni demostrar la culpabilidad del profesor en ello. Lo que s¨ª hacemos desde hace a?os es organizar cursos de rendimiento acad¨¦mico individual o en grupo". El curso pasado el 30% de las demandas que llegaron hasta este servicio eran de esta ¨ªndole y fueron los alumnos de Derecho, Empresariales y Psicolog¨ªa los que m¨¢s problemas formularon. Pero las quejas de Arquitectura no se acaban en las dolencias f¨ªsicas o ps¨ªquicas. Acusan a parte del profesorado de humillaciones, incompetencia y malos tratos. Y critican la carga de horas lectivas y de asignaturas que tienen as¨ª como las exigencias de algunos profesores que no se ajustan a los conocimientos recibidos. Esa es la ¨²nica queja que verdaderamente preocupa al director de la Escuela, F¨¦lix Escrig. "No s¨¦ nada de humillaciones ni malos tratos porque en cuatro a?os que llevo de director no he recibido ninguna queja semejante. Si las hubiera me preocupa porque nadie tiene por qu¨¦ tolerarlo". Por lo dem¨¢s, Escrig piensa que su Escuela est¨¢ muy sana porque la incidencia de males no supera la media de la sociedad. Pero alrededor de la urna se api?an los alumnos. Todos suscriben los males que all¨ª se denuncian. "Un arquitecto no es como otros estudiantes, te tiras en la Escuela mucho tiempo, el plan de estudios no funciona, cada departamento tira para s¨ª mismo, pero problemas cervicales los hay en todas las carreras", afirma Miguel Torres, 5? de Arquitectura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.