Un ¨¦xodo masivo anuncia otra cat¨¢strofe humana
Albania espera la llegada de 100.000 refugiados kosovares m¨¢s en las pr¨®ximas horas
Los de la ciudad, en autom¨®viles destartalados, con las matr¨ªculas arrancadas de cuajo; los del campo, en tractores de labranza seguidos de carromatos repletos de mujeres y ni?os. Son todos de Mitrovica, al norte de Pristina. La pedrea de la limpieza ¨¦tnica les toc¨® en la tarde del jueves. "Ya no queda nadie all¨ª", dice Dervish Gruda. "Llegaron los paramilitares, los de la cermaja ruha (mano negra), con los pasamonta?as cubri¨¦ndoles el rostro. Nos dieron cinco minutos para abandonar nuestras casas. Dispararon al aire y cerca de nuestras piernas. "?Hala, marchaos a Albania con vuestros amigos de la OTAN", dec¨ªan". Mientras Albania teme que 100.000 refugiados se hacinen hoy en su frontera, la ONU y EEUU denunciaron ayer ejecuciones sumarias.
En esa ciudad norte?a, Mitrovica, viv¨ªan 40.000 personas, y en las aldeas unas 20.000. Seg¨²n los propios refugiados, decenas de miles de ellos se dirigen a pie y en toda clase de veh¨ªculos hacia Albania. La deportaci¨®n es masiva. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Kukes asegura que m¨¢s de 1.200.000 kosovares han sido expulsados. "Estamos hablando ya de la mitad de la poblaci¨®n de todo Kosovo", asegura un alto responsable. "Parece que Milosevic ha renunciado a la pol¨ªtica del goteo y ahora tiene prisa por vaciar Kosovo en pocos d¨ªas". "Lo que viene por la carretera hacia aqu¨ª puede superar las 100.000 personas". El ministro de Informaci¨®n alban¨¦s, Musa Ulqini, tambi¨¦n dio la voz de alarma sobre este nuevo ¨¦xodo masivo. Los testimonios de las v¨ªctimas de esta brutal limpieza ¨¦tnica corroboran esta pesimista impresi¨®n del ACNUR. Un dato es revelador: en Djakovica, la minor¨ªa kosovar de origen alban¨¦s y de religi¨®n cat¨®lica, que hasta la fecha no hab¨ªa sido afectada por la represi¨®n, est¨¢ siendo obligada a huir en las ¨²ltimas horas. Ellos eran los que en los primeros d¨ªas daban de manera clandestina alimentos a los refugiados musulmanes cuando ¨¦stos transitaban por sus barrios. Ahora han perdido la categor¨ªa de hermanos en religi¨®n de los ortodoxos serbios y han quedado degradados a simples kosovares. O peor a¨²n, a albaneses.
En Podujevo, al este de Mitrovica, viven unas 70.000 personas. Est¨¢n atrapadas. La carretera que conduce a Pristina se encuentra cortada por el Ej¨¦rcito yugoslavo. La salida hacia el oeste exige d¨ªas de camino por monta?as nevadas. Es una zona controlada por la guerrilla. Llegan noticias de combates y de quema de pueblos, pero no sobre esos habitantes. El ACNUR est¨¢ extremadamente preocupado por su suerte.
Ejecuciones sumarias
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Mary Robinson, se sum¨® ayer a las denuncias y habl¨® de ejecuciones sumarias a gran escala en Djakovica, Orahovac, Ljubenic y Kotlina, informa Efe. El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, James Rubin, afirm¨® que hay nuevas pruebas de la destrucci¨®n de 400 pueblos y matanzas masivas en Kosovo, informa Reuters. Angela Worker, del Programa Alimentario Mundial (WFP) en Kukes, una agencia dependiente del entramado de Naciones Unidas, sostiene que los refugiados que llegaron el jueves desde la regi¨®n de Drenica, tras caminar durante tres y cuatro d¨ªas, presentaban s¨ªntomas claros de desnutrici¨®n. Esos datos proceden de las evaluaciones de M¨¦dicos Sin Fronteras. El sistema de recepci¨®n de los expulsados mejor¨® ayer sensiblemente. El ACNUR mantuvo, por primera vez en casi dos semanas, una presencia permanente y masiva en Morina, mientras que voluntarios de M¨¦dicos del Mundo de Francia se afanaban en prestar socorro a los heridos o exhaustos y el WPP y otras ONG entregaban galletas hipernutritivas, agua, pl¨¢tanos o naranjas a los reci¨¦n llegados.
El ACNUR no quiere levantar en Kukes campamentos de acogida. "Este lugar debe ser s¨®lo para descansar un par de d¨ªas antes de trasladarles a otra parte de Albania", dice un portavoz de esta organizaci¨®n. "Los disparos de mortero de los serbios del jueves en Kukes nos recuerdan que ¨¦sta es una zona peligrosa en la que no deben quedar refugiados". "?Esto es Albania?", pregunt¨® ayer un viejo al descender de su tractor. "Esto es", replic¨® con una sonrisa un polic¨ªa. "Gracias a Dios, entonces estamos a salvo", a?adi¨® el anciano. Ese polic¨ªa sin gorra de plato es la primera cara amable que ven tras d¨ªas de pesadilla.
"Vamos a ver, ?cu¨¢ntos van en este tractor?" Y el viejo responde: "Unos veinte". El polic¨ªa empieza a contar con los ojos y a mitad de la c¨¢bala se interrumpe: "?Si son muchos m¨¢s!", y les da el permiso de paso. En los veh¨ªculos no hay hombres j¨®venes, la mayor¨ªa fueron arrancados a la fuerza del grupo por los paramilitares. "No sabemos qu¨¦ han hecho con ellos", dice Jetulla Hajderi. Ella no sabe nada de su marido y de un cu?ado. Ibish Binaku fue de los ¨²ltimos en salir de Mitrovica. "En seis horas todo qued¨® vac¨ªo". Al alcanzar la frontera, su mala suerte se multiplic¨®. La polic¨ªa serbia le exigi¨® el dinero. Cuando Ibish les dijo que no ten¨ªa, un hombr¨®n de dos metros, vestido de azul, la emprendi¨® a puntapi¨¦s contra la trasera de su coche. Como Ibish segu¨ªa sin recordar, el polic¨ªa golpe¨® con violencia el cristal trasero hasta reventarlo. Los trozos cayeron encima de las mujeres, que se pusieron a gritar. Ibish les dio los 500 marcos que llevaba. Ese gesto no le evit¨® un pu?etazo en los ri?ones y otro en la cara. Las marcas est¨¢n a¨²n en el cuerpo. En el hospital de Kukes est¨¢, en una cama del segundo piso, la ni?a Shefkinaze Arifai. Tiene 14 a?os y es muy guapa. Los ojos inundados de l¨¢grimas.
[Yugoslavia rechaz¨® anoche en la ONU la presencia de una fuerza internacional en Kosovo y se declar¨® dispuesta a negociar si cesan los ataques, informa France Presse].
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