?Prescripci¨®n de hero¨ªna?
Los defensores y los detractores de los planes experimentales para suministrar hero¨ªna a toxic¨®manos exageran, seg¨²n el autor, los pros y los contras de la t¨¦cnica.
El Plan Nacional sobre Drogas ha emitido un informe desfavorable respecto al proyecto de la Junta de Andaluc¨ªa de administrar de modo experimental hero¨ªna a toxic¨®manos en los que varios otros tratamientos "convencionales" hubieran fracasado. Aunque experiencias de este tipo son antiguas (el llamado "sistema brit¨¢nico", por ejemplo), sus defensores y detractores actuales citan en su apoyo las experiencias de Suiza y de Estados Unidos, respectivamente, con argumentos no siempre s¨®lidos, como trato de aclarar a continuaci¨®n. La experiencia suiza de administraci¨®n terap¨¦utica de hero¨ªna se inici¨® en 1992, con estudios que compararon el estado de los pacientes antes y despu¨¦s de participar en este programa. Sin embargo, tan s¨®lo el estudio (en el que participaron los espa?oles Marset, Giner y Del R¨ªo) realizado en la Divisi¨®n de Alcoholismo y Toxicoman¨ªas que dirige la doctora Annie Minno en nuestro departamento de Psiquiatr¨ªa de la Universidad de Ginebra se ha realizado con grupo control. En efecto, se compararon los resultados de 25 pacientes que siguieron ese programa durante seis meses con los de un grupo control de otros 24 a los que se ofrec¨ªa entrar, al cabo de ese tiempo, en el tratamiento con hero¨ªna, y que entretanto siguieron un programa "convencional".
Los resultados del estudio han sido publicados el pasado mes de julio en el British Medical Journal: s¨®lo un paciente de los tratados con hero¨ªna (frente a 10 en el grupo control) continuaba tomando esa droga por su cuenta en la calle; tanto la salud mental como el funcionamiento social y el comportamiento delictivo de los que siguieron el programa de hero¨ªna fueron mejores que los de los otros. Pero, aunque los resultados fueron favorables, el tratamiento con hero¨ªna no fue tampoco una panacea: no hubo diferencias en la situaci¨®n laboral, el estado som¨¢tico o en el consumo de otras drogas, y s¨®lo nueve de los sujetos del grupo control desearon, al final de los seis meses, entrar en el nuevo programa de hero¨ªna en el que hubieran deseado al inicio participar y al que ten¨ªan derecho seg¨²n el contrato previo. Por otra parte, varios pacientes de los del grupo control mejoraron tambi¨¦n en varios aspectos, lo que indica que incluso los casos m¨¢s graves pueden obtener beneficios de m¨¦todos convencionales como los programas de metadona.
Tras la evaluaci¨®n de los resultados de los distintos estudios, las nuevas disposiciones sobre la distribuci¨®n de hero¨ªna bajo control m¨¦dico entraron en vigor en Suiza el 1 de abril y deber¨¢n superar el refer¨¦ndum exigido por la legislaci¨®n de este pa¨ªs. Pero no hay que pensar que el pueblo suizo es particularmente permisivo con las drogas. De hecho, la distribuci¨®n de hero¨ªna ser¨¢ restringida a los toxic¨®manos mayores de 18 a?os, gravemente dependientes desde hace al menos dos y que hayan seguido al menos dos tratamientos de abstinencia sin ¨¦xito.
En cuanto al consumo de otras drogas, el Consejo Nacional helv¨¦tico acaba de rechazar una moci¨®n de los verdes que solicitaba la legalizaci¨®n del hach¨ªs. La moci¨®n fue apoyada por el socialista Pierre Chiffelle, quien ha reconocido que fuma hach¨ªs con cierta frecuencia. Al final del debate, la presidenta de la Confederaci¨®n ha hecho un llamamiento a la prudencia pidiendo que no se banalice el problema del consumo de drogas y que se espere a la revisi¨®n de la ley sobre los estupefacientes que entrar¨¢ en vigor en el a?o 2004.
La Junta Internacional de Fiscalizaci¨®n de Estupefacientes de las Naciones Unidas ha desaconsejado, el 23 de febrero de este a?o, los ensayos cl¨ªnicos con hero¨ªna. Algunos comentaristas consideran que esta decisi¨®n refleja las influyentes reticencias que la clase m¨¦dica y en general la poblaci¨®n norteamericana muestran hacia este tipo de abordajes. De hecho, es cierto que, como ocurre en otros aspectos m¨¦dicos, en Estados Unidos prevalece una actitud "purista" hacia el tratamiento de los toxic¨®manos y, aunque los programas de mantenimiento con metadona se iniciaron en ese pa¨ªs (con gran esc¨¢ndalo de otros) y han estado all¨ª muy en boga, actualmente son mayor¨ªa quienes piden abordajes de abstinencia total como la ¨²nica medida recomendable. Ser¨ªa enga?oso juzgar esa actitud como excesivamente conservadora o ingenua. De hecho, las primeras experiencias de tratamiento de heroin¨®manos con hero¨ªna se hab¨ªan publicado ya en Estados Unidos tan pronto como en 1973, y en 1980 se public¨® ya un estudio con grupo control.
Los cr¨ªticos de estos programas recuerdan que la tendencia que tiene la hero¨ªna a crear tolerancia exigir¨ªa al paciente aumentar la dosis con el tiempo para obtener el mismo efecto. Dicen tambi¨¦n que la hero¨ªna no es una sustancia inocua como algunos pretenden, sino que puede producir problemas org¨¢nicos y esto parece probable. As¨ª, con el profesor Garc¨ªa Sevilla hemos publicado recientemente (NeuroReport, 8, 1997, p¨¢gina 1.651) datos obtenidos del cerebro de heroin¨®manos fallecidos por sobredosis que sugieren que el abuso cr¨®nico de hero¨ªna podr¨ªa producir alteraciones cerebrales en humanos. Estos datos (que exigen ser estudiados en mayor detalle) llamar¨ªan a ser prudentes a la hora de administrar hero¨ªna durante largos periodos con fines terap¨¦uticos.
Los defensores de la administraci¨®n terap¨¦utica se?alan, sin embargo, con raz¨®n, que tambi¨¦n otros productos, como los empleados en el tratamiento del c¨¢ncer, pueden ser nocivos para la salud, pero se utilizan si los beneficios que producen son mayores que los da?os temidos. En cualquier caso, la Junta de Andaluc¨ªa no propone la legalizaci¨®n de las drogas, sino un ensayo de utilizaci¨®n terap¨¦utica controlada de la hero¨ªna.
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