El colapso de la Audiencia malague?a eterniza los acogimientos de menores
El acogimiento familiar de menores, paso previo a la adopci¨®n, llega a ser un calvario para las familias acogedoras, que tienen que esperar hasta cuatro y cinco a?os antes de ver regularizada la situaci¨®n de sus hijos. El problema es que en las Audiencias Provinciales no hay salas especializadas en derecho de Familia, y los expedientes se ventilan junto a otros miles de casos civiles. La asociaci¨®n Hogar Abierto de M¨¢laga ha dado la voz de alarma de una situaci¨®n que tambi¨¦n preocupa a jueces y fiscales.
En 1997, la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales de la Junta tramit¨® 661 acogimientos, pero s¨®lo pudieron formalizarse 239. La proporci¨®n fue similar en a?os anteriores. La mayor¨ªa de los expedientes duermen a?os en los juzgados antes de que se dicte sentencia. Las familias acogedoras soportan la espera con angustia. "En primer lugar, los hijos adoptivos no pueden llevar los apellidos de sus nuevos padres hasta que haya sentencia, y no pueden disfrutar plenamente de los beneficios de estar en una familia", comenta Alberto Pel¨¢ez, presidente de la asociaci¨®n pro acogimiento familiar Hogar Abierto. Pero ocurren cosas peores, como que finalmente el juzgado decida dar el ni?o a la familia biol¨®gica cuando el menor lleva ya varios a?os integrado en la de acogida. Esa posibilidad le quita el sue?o a R. M., concejala de una localidad malague?a que no desea que aparezca su nombre ni el de su hijo "por respetar el derecho a la intimidad del chaval". En 1995 acogi¨® a un ni?o abandonado de siete a?os que estaba en un centro de acogida de la Junta, y a¨²n est¨¢ esperando a que la Audiencia Provincial formalice el acogimiento preadoptivo. "Cuando nosotros acogimos a mi hijo, su padre biol¨®gico no lo hab¨ªa reconocido, y estaba en situaci¨®n de desamparo. Ahora lo reclama un familiar. No tenemos sentencia y tampoco hemos sido informados por el juez nunca en estos cuatro a?os. Si se lo dan a la familia biol¨®gica, lo dejamos todo y nos vamos a vivir cerca de ¨¦l", proclama. La fiscal de Menores de M¨¢laga, Victoria Guti¨¦rrez, comparte la preocupaci¨®n de las familias. "Estos retrasos merecen reprobaci¨®n y repulsa, porque se est¨¢ hablando de la vida y el futuro de un ni?o", comenta. "Hay varias circunstancias que hacen que los casos se eternicen", a?ade. "Primero, que la ley obliga a escuchar a la familia biol¨®gica, y localizarlas no es f¨¢cil porque muchas veces no tienen domicilio fijo, o est¨¢n en la c¨¢rcel, o no quieren comparecer y no se les puede obligar. Los casos que llegan a la Audiencia porque no quedan resueltos en primera instancia, entran en las secciones de lo Civil junto a otros miles de expedientes, y no hay personal suficiente para especializarlo", explica Guti¨¦rrez. La nueva Ley Penal del Menor, a¨²n en tr¨¢mite parlamentario, propone que las apelaciones se ventilen en una sala del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa que se crear¨ªa ex profeso para Familia. Pero, mientras se aprueba, s¨®lo queda recurrir a la sensibilidad de los jueces. "Bastar¨ªa con poner los intereses del ni?o sobre cualquier otro", se?ala Pel¨¢ez.
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