?Estos chicos!
Se llena el teatro Alfil con esta obra del tremendismo jocoso de la juventud perdida en la droga, la mala vida, algo de prostituci¨®n y bastante homosexualidad, en la que est¨¢n incluidos todos los personajes masculinos de la obra, excepto uno: el adulto, el malo. Si uno se deja adormecer un poco, podr¨ªa ser Dios, un dios desagradable y complicado, como puede ser la imagen del que llamar¨ªamos verdadero, si es que lo fuese. Lo que domina es el tremendismo: enculamientos y masturbaciones, gritos de placer y de dolor de la m¨¢s cl¨¢sica algolagnia. El personaje femenino realmente no tiene raz¨®n de ser, excepto alguna masturbaci¨®n a un sensible actor. Se llena, digo, el teatro Alfil de chicos y chicas que se interesan y sobre todo se r¨ªen por un submundo juvenil y por la audacia de vocabulario y acci¨®n. Por los actores, que hacen con naturalidad conocida su trabajo. Responden a arquetipos que se pretenden muy bien occidentales, y que en las ciudades espa?olas tienen sus barrios y sus grupos. No es que sea una obra importante, ni siquiera buena, ni aun sabe abstraerse de la moraleja y del mensaje, pero por lo menos no es el teatro burgu¨¦s, cada d¨ªa m¨¢s insoportable y m¨¢s conformista; ni es la televisi¨®n, tan sometida a prohibiciones, restricciones, miedos y obsesiones de familias unidas. Aunque la acumulaci¨®n de efectos para chocar haga de este tipo de obras (que no llega a la calidad de Trainspotting) otra f¨®rmula f¨¢cil, otro recurso a lo morboso: una parte, en fin, de la comedia de costumbres, del sainete. ?Estos chicos!
Shopping and fucking
Traducci¨®n: E. Enrich, C. Enrich y A. Savage. Adaptaci¨®n: Nancho Novo (Comprando y jodiendo). Int¨¦rpretes: Alexandra Fierro, Pablo Scola, Miguel Hermoso, Jos¨¦ Luis Santos, Juan D¨ªaz. Escenograf¨ªa: Miguel Brayda. Vestuario: ?ngela Pall¨ªn. Teatro Alfil. Madrid.
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