Abba reedita sus grandes ¨¦xitos y monta un musical 25 a?os despu¨¦s de ganar Eurovisi¨®n
El m¨ªtico cuarteto sueco, hoy doblemente divorciado, permanece en un semiretiro millonario
?Qui¨¦n no recuerda aquellas baladazas irresistibles tipo Chiquitita o Fernando? ?Qui¨¦n no cay¨® en trance y se enamor¨® en plenos sudores de veraneo benidorm¨ª a los sones calentones y macarr¨®nicos de Knowin me, knowin you o de aquella genial Voulez vous? ?Qui¨¦n no recuerda a Abba, su emotivo triunfo en Eurovisi¨®n 1974 con Waterloo, sus singles sonando interminables en los guateques, su impresionante sucesi¨®n de pelotazos, sus trajes y sus plataformas teleg¨¦nicas? Pues no es sue?o, ni pesadilla, pero la abbaman¨ªa vuelve. Y con furores renovados: disco de grandes ¨¦xitos, y un musical.
Mamma m¨ªa. ?sas son las palabras clave que marcan el regreso, fantasma y sorpresa, del cuarteto rubicundo m¨¢s hortera de los a?os 70 (todos los siglos incluidos) y uno de los m¨¢s vendedores del planeta. Fantasma, porque siguiendo el camino que marcaron durante los a?os de su apogeo (del 74 al 82), la banda no piensa aparecer en p¨²blico: desde Londres, por tel¨¦fono, el l¨ªder y compositor de la banda, Bj?rn Ulvaeus, recuerda que "el ¨¦xito de Abba estuvo basado sobre todo en la televisi¨®n: hicimos muy poca promoci¨®n. Conciertos hicimos menos".
Sorpresa, porque es dif¨ªcil adivinar por qu¨¦ (aparte de lo obvio: Abba fue en los a?os 70 el segundo mayor exportador de Suecia, por detr¨¢s de la Volvo) despu¨¦s de que en 1992 hubiera aparecido ya una edici¨®n de los grandes ¨¦xitos titulada Gold (ha vendido 18 millones de ejemplares), ahora se reedita, remasterizado en 24 bits y con las firmas de los astros en la portada pero con los mismos 19 grandes ¨¦xitos, y adem¨¢s se publica una "joya" para coleccionistas (20.000 ejemplares): la caja The singles collection, que contiene 28 CDs, se vender¨¢ s¨®lo durante este a?o. El a?o Abba.
Jovencitas y parejas
La coartada oficial es que ahora mismo se cumplen 25 a?os de la noche (el 6 de abril) que Abba gan¨® el Festival de Eurovisi¨®n, una noche que cambi¨® la vida de miles de fans irreductibles y la de los cuatro miembros del grupo: las recias cantantes Anni-Frid Lyngstad (la pelirroja y ¨²nica no sueca del grupo: es noruega) y Agnetha F?ltskog (Anna, pizpireta y rubia), m¨¢s la sociedad de compositores y vocecitas, Benny Anderson (el de la barba) y Bj?rn Ulvaeus (el del flequillo-paje). Como aniversario result¨®n desde luego la cosa marcha: Gold se ha puesto ya en el n¨²mero 1 de las listas brit¨¢nicas, y la m¨¢quina de marketing que dirige el padre fundador y arc¨¢ngel bautista del grupo, Stig Anderson, no se ha parado ah¨ª: ha hecho coincidir el revival disquero con el estreno mundial del musical Mamma mia, que seg¨²n cuenta Ulvaeus con voz muy modesta "est¨¢ funcionando muy bien" en el West End londinense. Ulvaeus a?ade que fue pura coincidencia involuntaria que ambos productos salieran al mercado el mismo d¨ªa, precisamente el 6 de abril. "Parece mentira, pero es as¨ª". El espect¨¢culo recoge todos los grandes t¨ªtulos de Abba, Gimme, gimme, gimme, Take a chance on me, The name of the game... y el libreto (hay libreto) se inspira lejanamente en el t¨®pico liberalismo n¨®rdico: hay una madre y una hija veraneando (en Grecia), pero la madre no sabe qui¨¦n diablos es el padre de la ni?a: tiene tres candidatos probables, y los cita a los tres el d¨ªa de su boda.
Hasta ah¨ª, todo normal. Lo que se entiende menos es que todo este lanzamiento de nostalgia- nuevo-orden-mundial y de melancol¨ªa sueca cl¨¢sica coincide con un recordatorio m¨¢s prosaico: Abba s¨®lo fue un grupo grupo una parte del tiempo. Luego, la banda capic¨²a fue una reuni¨®n de divorciados civilizados y con estrella a la b¨²squeda de bienes no gananciales.
Resulta que la suya no fue una separaci¨®n cualquiera. AB y BA estaban juntos y revueltos desde el principio, y mientras todo aquel surtido de baladas romanticonas y temillas marchoso-parejeros volv¨ªa locos de amor a millones de adolescentes y otras almas sensibles de medio mundo, ellos andaban d¨¢ndose a la gresca locamente, de boda en divorcio. Bj?rn, que ya formaba pareja con Benny antes de conocer a las chicas (escrib¨ªan canciones a medias), se cas¨® con Anna en 1971. Benny y Anni-Frid, que viv¨ªan juntos desde 1970, se esposaron en 1978. La situaci¨®n dobles parejas oficiales dur¨® tres meses, lo que tardaron Bj?rn y Anna (Mar¨ªa Magdalena en el musical de Tim Rice y Lloyd Webber) en divorciarse. Ese nuevo estatus tard¨® tres a?os en romperse: en 1981, justo despu¨¦s del s¨¦ptimo ¨¢lbum (Super trouper), Benny y Frida se devolvieron cartas. Consecuencia: N¨²mero 1 para Winner takes all (El ganador pilla todo).
Hoy, Bj?rn sigue componiendo con Benny. Musicales de gran ¨¦xito. El grupo australiano cl¨®nico de Abba, Bj?rn again, no le quita el sue?o y le paga royalties. Sereno, amable y parco, Bj?rn cuenta que no echa nada de menos aquellos tiempos, recuerda que la noche de Eurovisi¨®n estaba gordo y no pod¨ªa sentarse por lo ajustado del traje, confirma que los vestidos eran "horrorosos" pero que estaban hechos al gusto de la banda, explica que el secreto era componer s¨®lo diez o doce canciones al a?o y se acuerda de que estuvo cuatro o cinco veces en Espa?a, aunque no tocaron en directo. "S¨®lo en TV". Luego cuelga y el tel¨¦fono hace "clin, clin, clin".
Babelia
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