Contratos bajos y cl¨¢usulas millonarias

Al joven Xavi le espera trabajo nada m¨¢s llegar a Barcelona. Falta de su casa desde mediados de marzo, cuando se concentr¨® con la sub 21 para el partido ante Austria en Valencia. Primero deber¨¢ ponerse a las ¨®rdenes de Van Gaal. Tendr¨¢ tambi¨¦n que sacarse el carn¨¦ de conducir para poderse comprar, por fin, ese Audi 3 que tanto desea. Tambi¨¦n ha de comenzar sus clases de ingl¨¦s y contestar las 750 cartas que le faltan por responder. Es decir, Xavi lleva vida de profesional.

Xavi no va muy bien en sus estudios y ahora opta por los idiomas. De momento, se inclina por el ingl¨¦s, aunque ha tenido la tentaci¨®n de aprender tambi¨¦n el italiano. "No es una indirecta", dice una persona de su entorno. No es una indirecta, pero Xavi s¨®lo tiene un bander¨ªn en su dormitorio: ?un bander¨ªn del Inter de Mil¨¢n!. ?Otra indirecta?.

En realidad, Xavi no sabe cu¨¢l ser¨¢ su futuro. Y no lo sabe porque ha firmado, en apenas unos a?os, hasta cuatro contratos con el Bar?a. Y, a pesar de todo, cobra 11 millones brutos y tiene una cl¨¢usula de 800 millones de pesetas. Pero no es un caso ¨²nico, porque casi todos los internacionales juveniles est¨¢n protegidos por cl¨¢usulas elevadas, a pesar de tener sueldos desproporcionadamente m¨¢s bajos. En estas condiciones, ?alguien se atrever¨¢ a ficharles por esas cifras o llevar¨¢n vida de jugadores eternamente retenidos? Una cosa es compensar a las canteras por su trabajo, otra muy diferente es hacer negocio a cualquier precio con carne joven de futbolista.