El Extremadura frena con un buen orden t¨¢ctico la racha victoriosa del Espanyol

Subir a Montju?c para presenciar f¨²tbol conlleva tener paciencia. El Espanyol sigue sin desplegar en casa el juego efectivo y con goles que consigue en fuedo ajeno. Tuvo ayer la oportunidad de sumar su cuarta victoria consecutiva, la quinta en su estadio en la temporada, y brindar un poco de espect¨¢culo a su afici¨®n. No pudo. Estuvo voluntarioso, pero el Extremadura se llev¨® un punto. El partido sali¨® sopor¨ªfero. El Extremadura acudi¨® a Montju?c en plan conservador. La lucha por la permanencia del conjunto extreme?o no invitaba a virtuosismos arriesgados. A falta de imaginaci¨®n, apareci¨® un juego compacto, intimidador, m¨¢s propio de un grupo disciplinado que de un colectivo fantasioso. El Espanyol, por contra, ten¨ªa una asignatura pendiente con su afici¨®n. Asegurada la categor¨ªa, Montju?c necesitaba un m¨ªnimo de espect¨¢culo de su equipo. Fue paciente el equipo blanquiazul en su intento de entrar en la cerrada y ordenada zaga extreme?a, pero careci¨® de esa chispa, descaro y atrevimiento que habitualmente muestra cuando visita los campos ajenos.

Miguel ?ngel Brindisi fue valiente. Apost¨® por una alineaci¨®n ofensiva, con Posse, Silva y Tamudo en la punta de ataque. Puso a Sergio y Galca como pivotes en medio campo y como escuderos en las bandas a Brnovic y Arteaga. Cuatro centrocampistas con llegada a gol. La intenci¨®n era marcar pronto para obligar al Extremadura a dejar espacios. En la rec¨¢mara, de fructificar la idea, el t¨¦cnico blanquiazul guard¨® a los veloces Ben¨ªtez, Quique Mart¨ªn y De Lucas.

Extremadura replic¨® fabricando una complicada tela de ara?a que imped¨ªa a los blanquiazules penetrar en su terreno. No s¨®lo el Espanyol jug¨® desconcertado, sino que tuvo problemas para controlar el bal¨®n. El Extremadura estuvo mejor situado sobre el campo, con Belenguer como conductor, y en la zaga, cinco hombres, con Kalla, una torre de 1,90, F¨¦lix y el veterano Juanito, como centrales, ganando todas las acciones a los delanteros, con mucha menor altura, como son Posse y Tamudo. S¨®lo la picard¨ªa de Silva parec¨ªa poder batir a Gaspercic.

El orden t¨¢ctico del Extremadura se mantuvo durante todo el partido. La zaga forastera pudo siempre con los intentos ofensivos del Espanyol, que no supo reaccionar ni con los cambios.