Espa?a y sus nacionalismos
El autor explica la postura socialista ante lo que considera un agravamiento del espinoso problema territorial.
Los ¨²ltimos 20 a?os han conducido a la soluci¨®n de viejos problemas que caracterizaron nuestra historia contempor¨¢nea. La cuesti¨®n religiosa, la militar, el modelo educativo, la democracia moderna en fin. Hasta hace unos meses cab¨ªa decir que tambi¨¦n el espinoso problema territorial hab¨ªa encontrado en el Estado de las Autonom¨ªas su encaje y el marco razonable de su soluci¨®n. Pero, honradamente, debemos reconocer que las cosas en este delicado campo de la pol¨ªtica espa?ola se est¨¢n agravando. De la tregua de ETA y del Pacto de Estella cada vez est¨¢ m¨¢s claro que, m¨¢s que ante un proceso de paz, estamos ante un proceso para la autodeterminaci¨®n y la independencia del Pa¨ªs Vasco. Las bases del acuerdo nacionalista lo dicen claramente: se trata de un conflicto pol¨ªtico, previo a la violencia, cuya naturaleza es la territorialidad y la soberan¨ªa y su soluci¨®n ser¨¢ el respeto por los Gobiernos de Madrid y Par¨ªs de la libre decisi¨®n de los vascos. Seamos claros, la tregua parece seria, incluso irreversible, pero ETA y la subcultura de la violencia no desaparecer¨¢n hasta que logren sus prop¨®sitos, hasta que hallen la raz¨®n que justifique su propia historia y se explique su disoluci¨®n.
De c¨®mo resolvamos este problema depender¨¢ una cuesti¨®n capital para nuestro modelo territorial, porque a nadie se le oculta que la autodeterminaci¨®n afecta de lleno a un principio constitucional incuestionable: la soberan¨ªa reside en el pueblo espa?ol.
Tampoco se le oculta que otros nacionalismos miran de reojo, o indisimuladamente, este proceso. La elaboraci¨®n de una plataforma reivindicativa desde un nuevo GALEUSCA que aglutina los nacionalismos vascos, catal¨¢n y gallego, en demanda de un modelo confederal, no es ajena al documento de Estella ni en el tiempo ni en los contenidos.
Tampoco parece banal la reclamaci¨®n de Converg¨¨ncia de un nuevo modelo de financiaci¨®n para Catalu?a que bien podr¨ªamos llamar Concierto Econ¨®mico atenuado porque pretende la recaudaci¨®n fiscal con amplia capacidad normativa.
Todo ello se produce en un pa¨ªs en el que los agravios territoriales crecen como consecuencia del bilateralismo nacionalista en el que se basa la gobernabilidad espa?ola. Es parad¨®jico que, habiendo sido CiU y PNV los principales beneficiarios de la pol¨ªtica territorial, se hayan extremado a tal punto sus planteamientos y reivindicaciones. Parece bastante evidente que Aznar no ha sabido defender, en las relaciones con sus socios, un Estado ordenado y arm¨®nico ni ha sido capaz de moderar sus pretensiones. Mucho menos ha sabido mantener con el PSOE un clima de consenso b¨¢sico en materia tan suprapartidaria como es la pol¨ªtica auton¨®mica, aunque en este caso no se trata tanto de capacidad como de voluntad, porque su Gobierno ha rechazado sistem¨¢ticamente todas nuestras ofertas de pacto sobre este tema.
?ste no es un diagn¨®stico alarmista. La cuesti¨®n territorial se nos presenta atenazada por viejos errores. La exaltaci¨®n y el frentismo de algunos nacionalistas vascos, propio de la concepci¨®n etnicista de su proyecto, est¨¢ provocando la reaparici¨®n de los nacionalismos de signo contrario, negadores de la diversidad y del autonomismo. La alteraci¨®n b¨¢sica del modelo de financiaci¨®n puede quebrar la solidaridad en un pa¨ªs muy necesitado del reequilibrio econ¨®mico territorial. Reabrir la discusi¨®n constitucional sobre el modelo, los derechos hist¨®ricos o nuevos repartos competenciales pondr¨¢ en evidencia las dificultades de encontrar nuevos consensos, con el riesgo de la inestabilidad y la incertidumbre que ello provoca en materias tan delicadas. Por eso, en momentos y materias como ¨¦stos, la claridad y la precisi¨®n debieran alumbrar nuestras pol¨ªticas.
1. Del proceso de paz en Euskadi no puede desprenderse una alteraci¨®n del Bloque de Constitucionalidad. La soluci¨®n vasca es democracia, tolerancia y di¨¢logo, y no m¨¢s nacionalismo, frentismo e imposici¨®n. Nada se ha negado al pueblo vasco en veinte a?os de libertad y todo es posible en democracia por mayor¨ªa y con las reglas del orden democr¨¢tico.
2. El autonomismo constitucional sigue siendo el ¨²nico y mejor punto de encuentro para hacer posible un pa¨ªs respetuoso con la diversidad, pero cohesionado en su unidad. El Estado de las Autonom¨ªas fue un acierto de generosidad en el reparto territorial del poder pol¨ªtico y una ingeniosa forma de resolver, desde la flexibilidad, el autogobierno de nacionalidades y regiones. Hoy sigue siendo el ¨²nico marco para desarrollar y avanzar un proyecto com¨²n para el conjunto de los pueblos de Espa?a.
3. Es preciso recuperar el consenso pol¨ªtico en materia territorial. Los pactos de gobierno con los nacionalistas no deben excluir al primer partido de la oposici¨®n. ?ste es un compromiso electoral del PSOE y nos gustar¨ªa escuchar rec¨ªproca afirmaci¨®n del PP. No se trata de un pacto entre los dos grandes partidos contra los nacionalistas, sino de un compromiso rec¨ªproco de no exclusi¨®n en una pol¨ªtica auton¨®mica abierta a todos, tambi¨¦n a los nacionalismos hist¨®ricos.
4. Es urgente concretar d¨®nde est¨¢n los problemas de la pol¨ªtica territorial y cu¨¢les debieran ser las soluciones, porque es sabido que no puede haber buenos remedios a diagn¨®sticos equivocados. Manteniendo el marco constitucional, hemos de avanzar resolviendo en primer lugar un nuevo modelo de financiaci¨®n de las CCAA buscando ese equilibrio dif¨ªcil entre autonom¨ªa financiera y corresponsabilidad fiscal, de una parte, y solidaridad interterritorial e igualdad personal, por otra. Reiniciar la discusi¨®n para la reforma del Senado, fortalecer las competencias de las ciudades, mejorar la cooperaci¨®n y asegurar la presencia de las CCAA en la UE son, en nuestra opini¨®n, las asignaturas pendientes de la agenda auton¨®mica. Todo, sin olvidar los traspasos pendientes de los Estatutos y la finalizaci¨®n consecuente del desarrollo auton¨®mico. Para resolver estas cuestiones, las f¨®rmulas de inspiraci¨®n federal pueden y, en nuestra opini¨®n, deben aplicarse como las m¨¢s id¨®neas.
5. Junto a todo ello, seguir¨¢ acompa?¨¢ndonos cierta dial¨¦ctica en torno a otras reclamaciones competenciales eventuales, aplicaciones del Art. 150.2 de la Constituci¨®n (delegaci¨®n de competencias del Estado a las CCAA), tensiones inevitables entre hechos diferenciales e igualdad, as¨ª como propuestas uniformizadoras o exigencias de cierres del modelo. No hay una soluci¨®n un¨ªvoca ni m¨¢gica a estas controversias que resultan consecuencia natural de nuestra complejidad. S¨®lo hay tres recetas de m¨¦todo: 1) recuperar el m¨¢ximo consenso en pol¨ªtica territorial; 2) respetar las reglas de funcionamiento del modelo, incluso para cualquier eventual cambio; 3) aplicarse a la construcci¨®n de un pa¨ªs abierto y orgulloso de su pluralidad, en el que todos quepan, presididos por la idea de la integraci¨®n y la tolerancia en nuestra convivencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Conflicto vasco
- Pol¨ªtica nacional
- Constituci¨®n Espa?ola
- Nacionalismo
- Treguas terroristas
- Opini¨®n
- Comunidades aut¨®nomas
- Financiaci¨®n auton¨®mica
- PP
- Pol¨ªtica municipal
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Catalu?a
- PSOE
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- ETA
- Ideolog¨ªas
- Parlamento
- Conflictos
- Grupos terroristas
- Finanzas p¨²blicas
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Finanzas
- Pol¨ªtica
- Terrorismo
- Administraci¨®n p¨²blica