Fiesta para unos, calvario para otros

Mientras los chavales se lo pasaban de miedo jugando en medio de la calzada del paseo de Gr¨¤cia, o jugando un partido de hockey, o practicando surf, el panorama era diametralmente distinto en la plaza de Urquinaona, sobre todo en el cruce con la calle de Fontanella y la Via Laietana. En ese punto, los agentes de la Guardia Urbana tuvieron que emplearse a fondo para evitar que la apertura parcial de las vallas se convirtiera en un coladero de espabilados. Porque argumentos para intentar convencer a los agentes, los hubo, y de todos los tipos. "Pues d¨ªgame c¨®mo voy a comer a mi casa, porque no puedo bajar por La Rambla y tampoco por aqu¨ª", insist¨ªa un conductor con el gesto contra¨ªdo. Otro afirmaba que ten¨ªa que cargar material. "Tiene que desviarse por Trafalgar, esta calle est¨¢ cortada al tr¨¢fico", explicaba el agente. Lo malo es que cada parada de este tipo ocasionaba m¨¢s atascos y muchos conductores pon¨ªan cara de todo, menos de reflexi¨®n. Pocas veces se ha podido observar tanto uniforme de la Guardia Urbana en las calles del centro de la ciudad. Y tampoco es habitual el panorama que a mediod¨ªa de ayer ofrec¨ªa la calzada de Via Laietana, dominada exclusivamente por taxis y autobuses. "Pues para ser un d¨ªa sin coches, nosotros no lo hemos notado tanto. Es m¨¢s, el tr¨¢fico est¨¢ liado porque la gente no se aclara cuando llega a las ¨¢reas restringidas. Creo que si se decide hacer algo as¨ª, es mejor hacerlo como en Par¨ªs: cortar el tr¨¢fico del todo en el centro, porque esto es peor", sentenciaba Fernando, un taxista de los muchos que ayer formaban cola en una de las paradas de plaza de Catalunya. "Como gesto est¨¢ bien, pero esto no es la soluci¨®n a los problemas de tr¨¢fico de la ciudad", comentaba un mensajero en bicicleta casi a gritos por la serenata de bocinas de automovilistas. Los cuatro puntos de alquiler de bicicletas instalados en el centro de la ciudad estuvieron bastante concurridos. "Sobre todo a primera hora de la ma?ana. Algunos comentaban que hab¨ªan venido a la ciudad en tren y ahora iban a utilizar la bicicleta para ir hasta el lugar del trabajo. Otros han optado por dar un paseo en bici a la hora de la comida", explicaba una de las encargadas del punto de alquiler de la plaza de Catalunya, que a media ma?ana hab¨ªa alquilado 150 veh¨ªculos. Los que se decidieron ayer por utilizar sus bicicletas, aprovechando un d¨ªa con menos coches, tuvieron que extremar la prudencia en las intersecciones de las v¨ªas que estaban cortadas, como el paseo de Gr¨¤cia, y las que lo atravesaban, como Arag¨®, que ofrec¨ªa un aspecto similar al de cualquier ma?ana; es decir, con tr¨¢fico intenso. Los que se encontraban de visita en la ciudad, sobre todo los turistas, estaban sorprendidos. "?Es normal que no haya coches y los ni?os jueguen en mitad de la calle?", preguntaba un turista brit¨¢nico. La respuesta de que se trataba de un d¨ªa especial era interpretada autom¨¢ticamente como un d¨ªa de fiesta. Y pese a que las v¨ªas restringidas estaban visiblemente se?alizadas con vallas, los peatones no las ten¨ªan todas. Por eso, ayer, no eran pocos los que, instintivamente, miraban a un lado y otro de la calzada para asegurarse de que no ven¨ªan coches, e incluso alguno esperaba pacientemente a que los sem¨¢foros cambiaran a verde.