Se?ales de alarma en el Athletic
La f¨®rmula de Luis Fern¨¢ndez en el Athletic comienza a ofrecer claros s¨ªntomas de agotamiento. Despu¨¦s de tres a?os al frente del equipo, el entrenador no consigue ofrecer una variante creativa a un juego que ha devenido en tremendista, o al menos eso es lo que se percibi¨® frente al Atl¨¦tico de Madrid. Pero las se?ales vienen de lejos. Aunque los ¨¦xitos de Luis Fern¨¢ndez en Bilbao son indiscutibles, da la impresi¨®n de haber entrado en una v¨ªa muerta. Todo se reduce a un vulgar pelotazo y maquinilla que cada vez encuentra menos respuesta entre sus jugadores. Hay una fatiga que va m¨¢s all¨¢ del excesivo desgaste f¨ªsico que se exige a los futbolistas del Athletic. El cansancio es de orden estrictamente futbol¨ªstico: los jugadores est¨¢n dando la espalda a un modelo que reduce su creatividad de forma exagerada.El Athletic se ha puesto pesad¨ªsimo con un estilo que reduce el juego a un estado simpl¨®n. Ollazo va, ollazo viene. Choques desaforados. Ning¨²n sentido del f¨²tbol como algo agradable. Le suele suceder al Athletic cuando entra en el umbral de sus grandes crisis. Cada vez que el equipo se mete en esa din¨¢mica, las alarmas se disparan. El ¨²ltimo Clemente predic¨® el mismo evangelio en su frustrante retorno a la direcci¨®n del equipo. Lo mismo ocurri¨® con Stepanovic. F¨²tbol descontrolado, enloquecido, interpretado por una mayor¨ªa de cascoteros, con consecuencias funestas. Porque lo peor de este f¨²tbol es su terrible capacidad para aplastar el talento y dejar tierra quemada.
A medida que Luis Fern¨¢ndez ha ca¨ªdo en el reduccionismo se ha producido un efecto doble: la progresiva p¨¦rdida de protagonismo de los jugadores con m¨¢s clase y la consiguiente supremac¨ªa de futbolistas residuales, algunos de los cuales dif¨ªcilmente podr¨ªan sospechar que jugar¨ªan en el Athletic. Esta involuci¨®n se ha hecho evidente en el ¨²ltimo tramo del mandato de Luis Fern¨¢ndez. Hace tiempo que Julen Guerrero pena en un equipo que le ha convertido en un cualquiera. Y cuanto m¨¢s hace por cumplir con las delirantes tareas que se le encomiendan, m¨¢s pat¨¦tico se vuelve su caso. Atr¨¢s ha quedado un centrocampista intuitivo, afilad¨ªsimo con el gol, sencillo pero eficaz en sus decisiones, temible para cualquier defensa. Sometido a las extenuantes labores de intendencia que se le asignan, para un futbolista vulgar. Y de ninguna manera lo es.
Lo que se inici¨® con Julen Guerrero ha terminado por afectar a Urrutia, Alkiza, Joseba Etxeberria y Ezquerro, los m¨¢s potables del equipo junto a Urzaiz. Y hasta Urzaiz parece aburrido. Algunos de ellos son carne de banquillo o se encuentran sometidos a decisiones extravagantes. Como se ha visto en la peor versi¨®n de Clemente, Luis Fern¨¢ndez tambi¨¦n ha entrado en una fase de desesperaci¨®n. No tiene plan, se le agota el modelo, se entrega a las corazonadas: "Jugar¨¢n los mismos que fracasaron en Mallorca". Volvieron a fracasar. Con ese f¨²tbol no hay remedio.
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