Defensa consulta si puede financiar la guerra con una partida para operaciones de la ONU

"?Cu¨¢nto nos est¨¢ costando esta guerra? ?Puede el ¨®rgano de la soberan¨ªa nacional saber cu¨¢nto le est¨¢ costando al pueblo espa?ol o es un misterio? ?De qu¨¦ partidas presupuestarias se est¨¢ disponiendo y cu¨¢l es el horizonte previsible de gasto?". Como tantas otras, estas preguntas concretas y directas del l¨ªder de Izquierda Unida, Julio Anguita, al presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar quedaron sin respuesta en el pleno del Congreso del martes. El ministro de Defensa, Eduardo Serra, ha pedido informes para saber si puede pagar estos gastos con un cr¨¦dito para operaciones de la ONU.

Hasta ahora, el Gobierno no ha facilitado ning¨²n dato sobre el coste de la participaci¨®n espa?ola en los ataques de la OTAN, en los que intervienen seis cazabombarderos F-18 y un H¨¦rcules C-130 de reabastecimiento en vuelo. Fuentes militares han cifrado en unos 400 millones de pesetas el gasto durante el primer mes de operaciones. Sin embargo, esta cifra resulta muy baja si se compara con el resultado de unos sencillos c¨¢lculos: los F-18 han realizado hasta ahora unas 260 horas de vuelo y el H¨¦rcules alrededor de 120.El coste de la hora de vuelo de un F-18 se estima en unas 800.000 pesetas y la de un C-130, en medio mill¨®n. Adem¨¢s, las retribuciones del destacamento espa?ol instalado en la base de Aviano (Italia) ascienden a unos 140 millones al mes.

En sus misiones de ataque a suelo, los F-18 lanzan bombas GBU-16 y BR-500. El precio de las primeras, de guiado l¨¢ser, ronda los seis millones por unidad, y el de las segundas, los dos millones. Los F-18 han cumplido hasta ahora un centenar de misiones, arrojando dos bombas cada vez, por lo que habr¨ªa que sumar casi 800 millones aproximadamente. En total, m¨¢s de 1.000 millones. Adem¨¢s, Espa?a contribuye a la flota de la OTAN que patrulla el Adri¨¢tico con una fragata y un petrolero y deber¨¢ pagar el 3,5% de los gastos comunes aliados, que incluyen el despliegue de dos cuarteles generales en Albania y Macedonia.

Frente a la absoluta opacidad de los gastos b¨¦licos, el Gobierno ha detallado el coste del contingente de 400 militares enviado a Albania en misi¨®n humanitaria. Son 7.515 millones, seg¨²n explic¨® en el Congreso el vicepresidente Francisco ?lvarez Cascos. Lo que no dijo es de qu¨¦ partida saldr¨¢ ese dinero.

Defensa dispone de un cr¨¦dito ampliable, el 228, con el que hasta ahora ha financiado la presencia militar en Bosnia. Pero los expertos consideran que este cr¨¦dito no puede utilizarse para financiar el conflicto, pues su denominaci¨®n es inequ¨ªvoca: "Gastos originados por participaci¨®n de las FAS en operaciones ONU". Ni la ayuda a los refugiados en Albania ni, obviamente, los bombardeos son "operaciones ONU" y la denominaci¨®n de una partida presupuestaria tiene rango de ley.

EL PA?S ya public¨® el pasado 25 de abril que Defensa quer¨ªa financiar con cargo a este cr¨¦dito -que en los presupuestos figura con 10 millones de pesetas, pero en 1998 super¨® los 20.000, dado su car¨¢cter ampliable- las actuales operaciones. Un portavoz del departamento reconoci¨® que seguramente no ser¨ªa posible y habr¨ªa que recurrir a una partida especial. Pero el ministro Eduardo Serra no ha renunciado por completo a esta idea y ha pedido informes a los servicios jur¨ªdicos y a la intervenci¨®n del Estado antes de descartarla.

"Hoy tenemos un cr¨¦dito ampliable, que es con el que actualmente financiamos las operaciones en Bosnia. Si los informes jur¨ªdicos y de intervenci¨®n dan que con cargo a este cr¨¦dito pueden financiarse los gastos adicionales que ocasionen la actividad en Kosovo y Albania, lo haremos as¨ª", manifest¨® Serra el pasado d¨ªa 27 durante su estancia en M¨¦xico. "En otro caso", agreg¨®, "habr¨ªa que hacer un cr¨¦dito extraordinario o un suplemento de cr¨¦dito".

El cr¨¦dito extraordinario es, seg¨²n todos los expertos, la f¨®rmula m¨¢s id¨®nea, pues es la ¨²nica que permite hacerlo ampliable, lo que resulta imprescindible al tratarse de una guerra cuya duraci¨®n y evoluci¨®n se desconoce. S¨®lo tiene un inconveniente: debe ratificarlo el Parlamento. Algo que parece rehuir a toda costa el Gobierno.