El Ministerio del Interior autoriza el arreglo de las astas de los toros

Las astas de los toros que presenten astillas podr¨¢n ser arregladas. En efecto, el Ministerio del Interior, mediante la Comisi¨®n Consultiva Nacional de Asuntos Taurinos, ha remitido una circular a los presidentes y delegados de la autoridad que contradice el reglamento vigente. El texto admite "la limpieza de los cuernos", en contra de la "intangibilidad" de las defensas de los toros de la que habla la ley.

El nuevo texto, remitido el 2 de marzo ¨²ltimo, a?ade una serie de precisiones al art¨ªculo 48. En concreto, se refiere al procedimiento a seguir en el caso de que las astas de los toros presenten astillas. El reglamento, aprobado en 1996, y desde entonces vigente, s¨®lo hace referencia a "las reses tuertas, escobilladas y despitorradas y los mogones y hormigones". En todos los casos, a?ade: "No podr¨¢n ser lidiados en corridas de toros".Ahora, "si alguna res presentara astillamiento de peque?a importancia, el presidente podr¨¢ autorizar, bien su salida al ruedo con las astillas, bien la limpieza de los cuernos, que deber¨¢ realizarse en presencia del delegado de la autoridad", tal y como reza la circular. De este modo se recupera parte de lo recogido en el articulado del anterior, y ya derogado, reglamento taurino, fechado en 1992. Entonces se admit¨ªa el arreglo de los pitones cuando un accidente hubiese lesionado su integridad. En este caso se permit¨ªa la intervenci¨®n con unas limitaciones: no pod¨ªan haber transcurrido m¨¢s de 10 d¨ªas desde la fecha del accidente; la intervenci¨®n se llevar¨ªa a cabo con la presencia del delegado gubernativo y de un veterinario, y se dejar¨ªa pasar un m¨ªnimo de 15 d¨ªas hasta el momento de la lidia.

Todo estos puntos fueron eliminados con posterioridad y en su lugar se determin¨® que las astas de las reses de lidia "en corridas de toros y novilladas picadas estar¨¢n ¨ªntegras". Con la circular reciente se eliminan las limitaciones temporales y se deja en manos exclusivas del "delegado de la autoridad", que no del veterinario, tanto la "limpieza" como el visto bueno.