Blair subraya la derrota del nacionalismo y el independentismo en Escocia y Gales

El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, calific¨® ayer las elecciones celebradas el pasado jueves en Escocia y Gales -los primeros comicios regionales en 300 a?os- como una victoria para la unidad del pa¨ªs. Seg¨²n el primer ministro, "queda absolutamente claro que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n ha votado por partidos opuestos al nacionalismo y la independencia". Los resultados definitivos no se dar¨¢n a conocer hasta hoy por la tarde, pero los ¨²ltimos sondeos que se conocen sugieren una ventaja del Partido Laborista y una buena actuaci¨®n de las fuerzas nacionalistas en ambas regiones.

En el llamado superjueves, los brit¨¢nicos votaron tambi¨¦n por la composici¨®n de la mayor¨ªa de sus Ayuntamientos, con la excepci¨®n de Londres. El pasado jueves los cuatro millones de escoceses con derecho a voto no parec¨ªan muy entusiasmados. En la capital y las zonas centrales, la lluvia y el viento arreciaron durante la ma?ana y la poblaci¨®n se mantuvo alejada de los colegios electorales. La situaci¨®n mejor¨® en las Tierras Altas y las primeras indicaciones suger¨ªan un ¨ªndice de participaci¨®n general en torno al 60%, similar al obtenido en el refer¨¦ndum auton¨®mico del a?o pasado. En Gales, con un electorado de unos 2,2 millones de personas, se esperaba mejorar la cuota de la consulta de 1997, del 50,3%.?n Escocia compet¨ªan cerca de 20 partidos, alianzas e independientes. La consulta se centr¨® en la disyuntiva entre independencia o mantenimiento de los lazos con el resto del Reino Unido. "Comienza el proceso que nos conduce a una Escocia libre e independiente. Nos enfrentamos al futuro con confianza y damos la bienvenida al siglo XXI", dijo Alex Salmond, l¨ªder del Partido Nacionalista Escoc¨¦s (SNP). La mayor¨ªa de las fuerzas restantes, incluidos los laboristas, liberal-dem¨®cratas e, incluso, los conservadores, defienden la autonom¨ªa sin llegar a romper siglos de alianza con Inglaterra. El miedo al divorcio constitucional se hizo patente en los ¨²ltimos d¨ªas de la campa?a con la intervenci¨®n personal del primer ministro, Tony Blair.

Negociar la independencia

El manifiesto del Playd Cymru, la fuerza nacionalista de Gales, y principalmente del SNP, dificulta su participaci¨®n en el autogobierno. Iniciar las negociaciones de independencia con Westminster, adem¨¢s de convocar un refer¨¦ndum sobre la pol¨¦mica cuesti¨®n en el primer ejercicio legislativo, se encuentran entre las aspiraciones prioritarias del equipo de Salmond.Hist¨®ricamente opuesto a la autonom¨ªa, el SNP acept¨® hace un par de a?os el sistema de autogobierno como "un paso hacia la independencia". Pero este camino no incluye un periodo de estabilidad para que la naciente autonom¨ªa refuerce sus cimientos y prospere a base de nuevos traspasos de competencia desde Londres. "El refer¨¦ndum debe celebrarse en la primera legislatura. Estamos abiertos a discutir fechas, pero no negociaremos respecto a su convocatoria en un m¨¢ximo de cuatro a?os", se?al¨® el mi¨¦rcoles vicel¨ªder nacionalista, John Swinney.

Sin los resultados definitivos en la mano, los sondeos de opini¨®n otorgan al Partido Laborista la primera posici¨®n en Escocia y la mayor¨ªa en Gales. La campa?a, orquestada desde Londres ha tenido al SNP como centro de los ataques y parece que ha dado buenos resultados para la fuerza que dirige Donald Dewar, el actual ministro para Escocia.

Dewar dimitir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas de su cargo y, de confirmarse los sondeos, iniciar¨¢ las negociaciones para formar un Gobierno de coalici¨®n. Entre sus competencias destaca la Administraci¨®n de un presupuesto de 14.000 millones de libras (m¨¢s de tres billones de pesetas) y la posibilidad de variar el impuesto de la renta en un margen de tres puntos respecto a la tasa nacional.