El poeta de las monta?as
George Mallory estudi¨® en Cambridge y frecuent¨® el grupo de Bloomsbury antes de intentar conquistar el Everest
La ma?ana del 6 de junio de 1924 George Mallory y Andrew Irvine partieron del Collado Norte del Everest, situado a 7.000 metros. Cada uno llevaba 12 kilos de peso en la espalda. Hac¨ªa buen tiempo. Pronto alcanzaron el campamento 5 (7.780 metros). All¨ª escribi¨® Mallory en su diario: "Ni una brizna de viento aqu¨ª arriba: el asunto tiene buen aspecto". Al d¨ªa siguiente continuaron hacia el campo 6 (8.170). John Noel Odell, ge¨®logo y fot¨®grafo de la expedici¨®n brit¨¢nica de 1924, y el sherpa Nema suben como apoyo de la cordada de ataque hasta el campo 5. Mallory e Irvine dejaron en la madrugada del 8 de junio el campo 6 para asaltar el premio geogr¨¢fico m¨¢s alto del planeta, los 8.846 metros del Everest (Chomolungma, en tibetano). Odell prosigui¨® solo hasta el campamento abandonado por sus compa?eros. A las 12.50 horas, Odell divis¨® por ¨²ltima vez a Mallory e Irvine antes de que una cortina de nubes ocultara la pir¨¢mide de la cumbre. Odell se extra?¨® de la lenta progresi¨®n de la pareja. Nunca m¨¢s los volvi¨® a ver. Fue la ¨²ltima persona que vio vivos a Mallory e Irvine. Resignado al destino, recogi¨® los manuscritos dejados por Mallory en el campo 5 y enfil¨® la arista noreste hacia abajo.?Qu¨¦ sucedi¨® despu¨¦s de que las nubes escondieran a los dos alpinistas? ?Desaparecieron subiendo hacia la cima o regresando de ella? El misterio de Mallory se vislumbra eterno; es un enigma que levanta portadas de peri¨®dicos. Sobre su tr¨¢gico fin se han escrito muchas p¨¢ginas: cinco biograf¨ªas, centenares de folios de prensa e incluso un romance.
?Por qu¨¦ tanta pasi¨®n? El Everest fue conquistado por Edmund Hillary y el sherpa Tensing Norgay en 1953. De eso no cabe duda. Pero no es tan seguro que fueran los primeros seres humanos que sub¨ªan all¨¢ arriba. El pasado 1 de mayo, alpinistas norteamericanos encontraron el cad¨¢ver de Mallory a 8.300 metros. El enigma contin¨²a.
El perseverante Mallory, una de las personas que tuvieron el coraje de enfrentarse al Everest virgen y cuya inquebrantable voluntad sirvi¨® de impulso a tres grandes expediciones (1921, 1922 y 1924), se convirti¨® en un figura legendaria.
Nacido en 1886 en Cheshire (Inglaterra) e hijo de pastor, se distingui¨® como un dandi tenebroso cuando vest¨ªa sombrero y fular. Su fisonom¨ªa cambiaba cuando entraba en el combate alpino: cabellos cortos siempre despeinados, orejas despegadas, silueta adolescente y un punto de locura bondadosa en su mirada. Eso s¨ª, en ambos casos, la sonrisa de Mallory siempre permanec¨ªa oculta.
Su porte aristocr¨¢tico le delataba en las expediciones. En la fotograf¨ªa oficial de la tercera expedici¨®n brit¨¢nica al Everest, realizada el 25 de marzo de 1924 en Darjeeling, se puede vrr a Mallory sentado, con sombrero, traje y corbata, y rodeado de los porteadores sherpas, que vest¨ªan el pantal¨®n corto colonial y el gorro tradicional tibetano. A su lado, est¨¢ Irvine, tan diferente a su compa?ero, con una cara simp¨¢tica, unos labios espesos y sensuales que iluminan una franca e ingenua sonrisa de 22 a?os.
Los bi¨®grafos de Mallory lo describen como un tipo extravagante cuando actuaba en los valles silvestres de las monta?as. Un libro de alpinismo desvela la imagen de Mallory desnudo en el glaciar del Rongbuk, al pie del Everest, en el T¨ªbet. Otro ejemplo que define su doble personalidad. Mallory estudi¨® en Cambridge y frecuent¨® el grupo de Bloomsbury. Entre los personajes m¨¢s cercanos a ¨¦l estaban Virginia Woolf (hija de un alpinista) y el economista John Maynard Keynes. Pronto sus amigos se rindieron a su encanto. El historiador Lytton Strachey se enamor¨® de "ese gran cuerpo". En una carta a Virginia Woolf, escribi¨®: "Mide un metro ochenta, tiene el cuerpo de un atleta de Prax¨ªteles, una cara con el misterio de Botticelli, el refinamiento y la delicadeza de una l¨¢mina china, la juventud y el picante de un inimaginable joven ingl¨¦s. Yo deliro, pero cuando lo hay¨¢is visto, reconocer¨¦is que es cierto".
Mallory so?¨® con ser escritor, pero sus obligaciones como padre de tres ni?os lo condujeron al noble oficio de maestro. Los compa?eros del campo base del Everest cuentan que durante las fr¨ªas noches pasadas en la tienda Mallory recitaba fragmentos de Hamlet y El rey Lear.
El ambicioso alpinista desatendi¨® a su familia, su oficio y su vocaci¨®n cuando acept¨® ser miembro de la primera expedici¨®n brit¨¢nica al techo del mundo, en 1921. Su perseverancia y su tozudez le convirtieron en el alma de las tres sucesivas expediciones. Inglaterra olvid¨® al adulto gris con cuerpo de adolescente y cre¨® un h¨¦roe rom¨¢ntico, el hombre del Everest. Su historial como alpinista empieza en 1904, en sus primeros escarceos en los Alpes. Fue un alumno aventajado en la materia. Amante del riesgo, purista de las alturas, pronto se convirti¨® en un adepto del alpinismo sin trampas. La manera de llegar a una cumbre cuenta tanto como el hecho de coronarla. Mallory publica The montainneer as artist, en 1914. Escribe en el ensayo: "Una ascensi¨®n es una sinfon¨ªa".
"Porque est¨¢ ah¨ª". Esa respuesta de Mallory ha resumido a ese poeta de las monta?as. Esa c¨¦lebre frase, pronunciada en una serie de conferencias en Estados Unidos, en 1923, forma parte de la leyenda del alpinista ingl¨¦s, en respuesta a los incr¨¦dulos que se mofaron en aquella ¨¦poca porque intentaba una aventura imposible: pisar el techo del mundo. Sir Francis Younghsband, un noble del Alpine Club, dijo en la Royal Geographical Society : "Coronar el Everest no ser¨¢ mucho m¨¢s ¨²til que dar patadas a un bal¨®n de f¨²tbol".
El Everest, en este a?o de 1999, una temporada de sequ¨ªa en el Himalaya, ha devuelto a Mallory al mundo 75 a?os despu¨¦s de haberse apropiado de su cuerpo. Las especulaciones sobre s¨ª fue el primer alpinista que coron¨® la cima del mundo se han vuelto a disparar. Mallory sigue ah¨ª arriba. El secreto tambi¨¦n. A la expedici¨®n norteamericana de 1999 s¨®lo le queda encontrar el cad¨¢ver de Irvine o una peque?a c¨¢mara fotogr¨¢fica (Kodak) de la ¨¦poca. La imagen de Mallory en la cumbre del Everest ser¨ªa el punto final al enigma.
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