Llena y Perejaume ORIOL BOHIGAS
La cr¨ªtica de arte, cuando se refiere al arte actual, me resulta a menudo bastante incomprensible. No s¨¦ si se debe a mi limitada capacidad para entender las met¨¢foras filos¨®ficas, a la mediocridad literaria de algunos cr¨ªticos o a la objetiva dificultad de explicar en t¨¦rminos comprensibles una buena parte del arte reciente en el que es dif¨ªcil distinguir el grano fecundo de la ambig¨¹edad entre la paja de la banalidad. Menos mal que algunos artistas han escrito textos que nos ayudan a comprender su obra. Los artistas, desde sus diversas disciplinas, han sido siempre los mejores tratadistas de las artes pl¨¢sticas. Y hoy son todav¨ªa m¨¢s indispensables porque cuando argumentan sobre la propia obra -hecha a menudo de ambig¨¹edades y cripticismos- y sobre los ¨¢mbitos culturales y sociales que la envuelven, nos ayudan a entenderla, aunque sea a?adiendo a las ambig¨¹edades y los cripticismos visuales, las incertidumbres y los recelos que se descubren tambi¨¦n en sus textos. En este sentido, me parece un acontecimiento relevante la aparici¨®n del libro de Antoni Llena La gana de l"artista. Divagacions sobre art. La obra art¨ªstica de Llena es muy importante en el mundo de nuestra pl¨¢stica, pero estos ¨²ltimos a?os se ha ampliado con la publicaci¨®n de muchos textos sobre arte y sobre su personal actitud art¨ªstica, comprometida, pol¨¦mica. Es un acierto que la aparici¨®n del libro que recoge una selecci¨®n de esos textos, haya coincidido con una exposici¨®n de sus obras recientes. As¨ª es m¨¢s f¨¢cil entender simult¨¢neamente las ambig¨¹edades y los cripticismos, las incertidumbres y los recelos como base de su propia actividad. Aunque el libro se ordena tem¨¢ticamente en divagaciones sobre arte, sobre artistas, sobre museos y pol¨ªtica y sobre la actividad creadora del propio artista, define una l¨ªnea te¨®rica que me ser¨ªa dif¨ªcil resumir en s¨ªntesis porque sus discontinuidades, voluntariamente provocadas, quieren evitar cualquier interpretaci¨®n simplemente sint¨¦tica. Lo mismo que ocurre con sus cuadros y sus esculturas. Una lectura contrapunt¨ªstica dar¨ªa estas notas sucesivas: la intuici¨®n frente a las puras referencias racionales; la fragilidad como un pensamiento positivamente perverso; el arte como profec¨ªa cultural; la ambig¨¹edad al servicio de diversas lecturas; la transgresi¨®n como m¨¦todo y finalidad; la adhesi¨®n social y no las lecciones sociol¨®gicas; un especial concepto del elitismo en lucha contra la imposici¨®n de lo establecido; un nuevo aprendizaje en la historia, etc¨¦tera. Pero, sobre todo, la trascendencia del vac¨ªo que se adivina entre las cosas que vemos y que conocemos, el vac¨ªo en el que el arte puede establecer unas nuevas relaciones que son las que generan la cultura. Esta idea del vac¨ªo como campo conceptual protagonista -una idea que puede referirse quiz¨¢ a ciertos gestos rom¨¢nticos y a algunos rasgos metaf¨ªsicos de la cr¨ªtica de arte- se puede incluso visualizar en la expresi¨®n material de muchas obras de Llena construidas en un vac¨ªo f¨ªsico. Por casualidad, la exposici¨®n de Llena en la Galer¨ªa T ha coincidido con una exuberante exposici¨®n en el Macba de Perejaume, otro gran artista de las recientes generaciones. Las obras de ambos artistas son muy distintas pero est¨¢n cargadas de preocupaciones paralelas, unas preocupaciones que Perejaume tambi¨¦n se ha esforzado en explicar con textos escritos y con referencias po¨¦ticas, en t¨¦rminos que a menudo vienen a coincidir con los de Llena aunque se refieran a otros problemas tem¨¢ticos. El vac¨ªo en Perejaume es tambi¨¦n una obsesi¨®n te¨®rica y asimismo una realidad pict¨®rica, desde sus juicios sobre el collage -acercar soledades en un vac¨ªo que origina una nueva significaci¨®n- hasta sus paisajes, que se convierten en los vac¨ªos de una sala de exposiciones arbitrariamente rellenados o en las plateas teatrales densificadas por una infinidad de butacas desocupadas. Podr¨ªa intentar tambi¨¦n un paralelo en el campo de la ambig¨¹edad interpretativa, en la voluntad de transgresi¨®n de las experiencias hist¨®ricas y en algunos otros aspectos. Para entenderlo habr¨ªa que precisar antes la significaci¨®n de dos maneras de pintar aparentemente muy distintas, pero este es un tema que se escapa de los l¨ªmites de un art¨ªculo. Son dos maneras distintas que, no obstante, corresponden a una nueva independencia expresiva respecto a los movimientos clasificados. Ni a Llena se le puede considerar adscrito al arte pobre o al conceptualismo, ni a Perejaume en las habituales derivaciones del surrealismo, aunque con cari?osa iron¨ªa alguien ha dicho que algunos de sus cuadros parecen obras de Magritte mucho mejor pintadas. Quiz¨¢ habr¨¢ que reconocer que ambos pertenecen a una nueva ola esencialmente po¨¦tica, literalmente po¨¦tica.
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