"Madrid fue la consagraci¨®n para Ram¨®n y Cajal"
Ram¨®n y Cajal es el nombre de diversas calles, hospitales, fuentes, plazas, avenidas y monumentos de toda Espa?a; es un mito que se encuentra en los altares de lo cotidiano y de la ciencia. Popular, aunque poco conocida, la obra de Santiago Ram¨®n y Cajal (1852-1934, que recibi¨® el Premio Nobel de Fisiolog¨ªa y Medicina, sigue viva: es el autor m¨¢s citado en revistas cient¨ªficas, por delante de Pasteur, Darwin y Einstein. As¨ª lo destaca el escritor y periodista Antonio Calvo Roy, de 38 a?os, autor del libro Cajal, triunfar a toda costa. Para Calvo Roy, casado, con tres hijos y autor de tres libros, Cajal no s¨®lo fue capaz de poner patas arriba las concepciones que hasta 1888 se ten¨ªan sobre el esquema morfol¨®gico y funcional del sistema nervioso -sus descubrimientos siguen a¨²n vigentes- sino que destaca tambi¨¦n por su capacidad de liderazgo y por su presencia en la vida espa?ola.Pregunta. ?C¨®mo fue el pasado madrile?o de Cajal?
Respuesta. Cajal vivi¨® en Madrid algo m¨¢s de la mitad de su vida. A esta ciudad lleg¨® para instalarse en 1892, cuando estaba a punto de cumplir los 40 a?os. Aqu¨ª se qued¨® hasta sus ¨²ltimos d¨ªas en 1934. P. ?Qu¨¦ significado tiene Madrid para su vida?
R. Para ¨¦l, Madrid fue la posibililidad de hacerse importante. Aqu¨ª pudo desarrollar su escuela cient¨ªfica, conocida como Escuela de Madrid o Neurol¨®gica Espa?ola o de Cajal, simplemente. Fue su consagraci¨®n. Despu¨¦s de haber recibido el Premio Nobel en 1906, vivi¨® algo m¨¢s de 28 a?os. Se convirti¨® en una gran personalidad de su ¨¦poca: los cocheros le reconoc¨ªan en la calle y todos le saludaban.
P. ?C¨®mo era su itinerario cotidiano en esos 40 a?os?
R. Siempre se movi¨® en la zona de Atocha. Vivi¨® en esa calle cuando iba a la Facultad de Medicina. Luego, se construy¨® una casa en Alfonso XII, en el n¨²mero 62, con el dinero del Nobel. Le gustaba vivir en barrios populares, pero no "a lo dentista americano" (seg¨²n Cajal, aquellas personas que gastaban mucho dinero para vivir), aunque en el final de sus d¨ªas tuvo coche y ch¨®fer porque le costaba caminar. P. ?Qu¨¦ era lo que m¨¢s amaba y lo que detestaba?
R. Detestaba el barullo y la vida social, por la necesidad que ten¨ªa de recluirse en su trabajo (tuvo fama de antip¨¢tico). Sin embargo, ese mismo ambiente era lo que m¨¢s le gustaba de Madrid: despu¨¦s de comer no faltaba a su hora diaria de tertulia con sus amigos en la Pe?a del Caf¨¦. La primera fue en el Caf¨¦ de Levante, aunque en ella estuvo poco tiempo. Y la m¨¢s importante, la del Caf¨¦ Suizo, a la que asisti¨® hasta 1920. La tertulia estaba formada por pol¨ªticos, literatos y financieros, con los que hablaba de "lo divino y de lo humano
Cajal. Triunfar a toda costa. Alianza Editorial. 1.600 pesetas.
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