Una feria sin rostro

Comenz¨® una Feria por la que nadie ha dado la cara. Nadie ha querido hacerse responsable de su disparatado planteamiento. Nos referimos a sus organizadores y aquellos que tendr¨ªan que velar por su calidad. No creo que haya grandes dudas de que ¨¦sta es la feria peor hecha de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Una indecencia.La empresa de Madrid se exculpa porque dice haber intentado que los toreros de categor¨ªa que no vienen a sus carteles lo hubieran hecho. Nos consta que no siempre ha sido as¨ª: el caso de Curro V¨¢zquez (imperdonable error del "taurinismo" comercial) y el de Espl¨¢ nos lo demuestran, entre otros varios ejemplos. ?Se ha hablado seriamente con Pepe Luis V¨¢zquez, Pauloba, Emilio Mu?oz y algunos m¨¢s que por su clase merecer¨ªan estar en la feria con m¨¢s razones que algunos de los que vienen dos tardes y hasta tres?

Entre todos los silencios..., el de los responsables taurinos de la Comunidad de Madrid nos parece el m¨¢s grave. La empresa, por su parte, ha querido convencer a los isidros de que es posible, y hasta m¨¢s interesante, dar en Madrid carteles "abiertos", argumento de moda a modo de enga?abobos. Se presenta esta opci¨®n como m¨¢s justa y poco menos que con valor reivindicativo. Hasta ese grado pueden llegar aquellos que s¨®lo buscan que les cuadren las cuentas. El aficionado lo que quiere y espera es lo contrario. No la est¨²pida repetici¨®n de un cartel presentado como la corrida del siglo, pero s¨ª la competencia y variedad de los toreros que hoy ofrecen el mayor atractivo. No valen los carteles abiertos, como los 28 de esta feria, donde ni uno solo ofrece un inter¨¦s completo para el espectador y aficionado.

La empresa de Madrid no ha sido capaz de convencer a Curro Romero ni a ese vendaval de El Juli. ?Imposible...? Que se nos perdone la duda, pero pensamos que, frente a la responsabilidad de San Isidro, todo tiene su precio. Que se lo pregunten a ese gran ausente que se llama Hermoso de Mendoza. Sevilla pudo. Madrid, no.

Las cosas claras: retirados temporalmente toreros j¨®venes tan extraordinarios como Joselito y Julio Aparicio, dejando fuera -por falta de fuerza o turbias razones empresariales- a Curro Romero, El Juli, Manzanares y a esa otra media docena de toreros aut¨¦nticos que ya hemos nombrado, con Rafael de Paula incluido, ?se puede montar una feria con 28 "espect¨¢culos" seguidos? Al parecer, se puede. Y, seg¨²n parece, se debe. Con Litri y sus dos tardes incluidas, para que nada falte. Interesante feria, sin duda, para la empresa, que adem¨¢s separa y a¨ªsla en los carteles al gran Jos¨¦ Tom¨¢s para que deje de hacerle pupa a Ponce, sube el 2% el precio de las entradas, cuenta con el lleno seguro de cada tarde por parte de los abonados que van m¨¢s al whisky que al toro. Y a vivir, que s¨®lo son 28 d¨ªas. As¨ª cualquiera