Jos¨¦ Luis Moreno declara ante la juez por el desplome de la cornisa del Calder¨®n

El ventr¨ªlocuo y empresario teatral Jos¨¦ Luis Moreno declar¨® ayer en calidad de imputado ante la juez que investiga el desplome de parte de la cornisa del teatro Calder¨®n, que mat¨® el pasado enero a una joven que circulaba en un coche por una calle adyacente al teatro. La juez tambi¨¦n tomar¨¢ hoy declaraci¨®n, en calidad de imputados, a los propietarios del edificio que donde se ubica el Calder¨®n.Moreno rechaz¨® toda responsabilidad en el siniestro. Explic¨® a la juez, Elisa Romero Paredes, que ¨¦l ¨²nicamente es inquilino de la parte del edificio que ocupa el teatro, y que la competencia sobre la azotea del inmueble, desde la que cay¨® la cornisa, corresponde a los propietarios del edificio, en el que, adem¨¢s de ¨¦l, hay otros cinco arrendatarios con sus respectivas oficinas. Moreno afirm¨® que, tras arrendar el teatro, encarg¨® a unos peritos que inspeccionasen la sala y que ¨¦stos le alertaron sobre las deficiencias que presentaba el techo del local. Le dijeron, explic¨®, que el techo ten¨ªa maderas y que exist¨ªa riesgo de incendio. El empresario teatral declar¨® que comunic¨® las deficiencias a la gerencia de Urbanismo para que se tomasen medidas, y que, pese a ello, nadie del consistorio se preocup¨® del asunto.

?Tiene usted acceso a la azotea?, se le pregunt¨®. "S¨ª, al igual que los otros cinco inquilinos", contest¨® Jos¨¦ Luis Moreno, asesorado por el abogado Jos¨¦ Mar¨ªa Stampa Casas. ?Y ha sufrido goteras? "S¨ª, y las he reparado, pero en lo que ata?e al teatro, que es lo que yo tengo alquilado", agreg¨®.

Durante su comparecencia ante el juez, Moreno explic¨® que, cuando arrend¨® el teatro hace cinco a?os, pidi¨® permiso al Ayuntamiento para pintar la fachada y que, al no recibir respuesta oficial del consistorio, entendi¨® que se trataba de un silencio administrativo positivo a su petici¨®n. La juez del caso, la titular del Juzgado de Instrucci¨®n 37, pretende averiguar qui¨¦n debi¨® velar por la conservaci¨®n y mantenimiento del edificio, lo que habr¨ªa evitado el tr¨¢gico suceso del pasado 23 de enero, que cost¨® la vida a Carmen Alonso Bertol-Luzardo, de 18 a?os. La chica recibi¨® en lacabeza, cuando circulaba en un coche por la calle doctor Cortezo, el impacto de un cascote de 75 kilos desprendido de la azotea del inmueble.

El siniestro se produjo, seg¨²n un informe en poder de la juez, debido al fen¨®neno llamado gelifracci¨®n (el agua de la lluvia se filtra en la estructura interior de la deteriorada cornisa, se congela y la resquebraja). Los due?os del Calder¨®n, que declarar¨¢n hoy, mantienen, seg¨²n fuentes cercanas a las pesquisas, que la conservaci¨®n de la azotea del teatro, en la que se halla la cornisa siniestrada, compete a los inquilinos.