Gan¨® Jos¨¦ Tom¨¢s por la m¨ªnima

Como Chopera sabe hacer bien las cosas, ha tenido el acierto de montar, para el primer festejo de la feria talaverana una corrida con dos toreros -Ponce y Tom¨¢s- que andan jugando entre s¨ª al escondite. "A ver si estos se ven ya de una vez las caras y el p¨²blico saca la vara de medir", habr¨¢ pensado. Y para que haga de mir¨®n -es un decir- y de paso se llene la plaza, ha metido a El Juli en el cartel. Vaya pupila la de don Manuel.El envite le ha salido redondo. Al amparo de un p¨²blico entregado, facil¨®n y torerista, los diestros se han repartido un total de siete orejas. Y en el duelo Ponce versus Tom¨¢s ha ganado el de Galapagar por 3 a 2. Escasa diferencia. De momento.

Al ¨¦xito han contribuido, de forma muy destacada, los toros del hierro de Zalduendo. Una corrida muy encastada, con la embestida incansable que tiene todo lo que procede de Jandilla. S¨®lo ha emborronado el excelente juego del encierro la falta de fuerzas. Por lo dem¨¢s, han tenido una digna presentaci¨®n, en la que ha destacado el trap¨ªo irreprochable del sexto. Y lo m¨¢s lamentable ha sido que un p¨²blico dedicado a enaltecer todo lo que hac¨ªan los toreros, as¨ª fuese bueno, malo o regular, no ha dedicado ni una palma a los toros en el arrastre y se ha olvidado de pedir que saliera a saludar el mayoral al final de la corrida. Pero as¨ª son los p¨²blicos de hoy en d¨ªa y s¨®lo queda el derecho al lamento y la queja in¨²til.

El reparto de trofeos ha sido, probablemente, injusto y discriminado. Excesivas e inmerecidas las dos orejas que ha cortado El Juli en el tercero, el mejor de toda la corrida. Parec¨ªa una m¨¢quina de embestir. Y a esa m¨¢quina, que no paraba de meter el morro en la muleta, a la que acud¨ªa como un cohete, El Juli le ha dado una larga sesi¨®n de pases incoloros e ins¨ªpidos por todos los terrenos de la plaza, sin embarcar con dominio y arte ninguna de las embestidas. Pero con El Juli est¨¢ funcionando a maravilla el instinto maternal del p¨²blico, que ve c¨®mo un ni?o rubiete y con cara de chico bueno de la clase se arrima a un animal con cuernos que se lo puede comer. Ser¨ªa interesante ver qu¨¦ es lo que ocurre dentro de diez a?os, cuando el ni?o ya sea un talludo se?or de 26 primaveras. Seguro que va a ser otra cosa.

Ponce y Tom¨¢s han llevado a cabo su enfrentamiento dando de s¨ª todo lo que tienen, cada uno dentro de su l¨ªnea. Enrique en plan esteta, con una excelente t¨¦cnica para hacer faenas largu¨ªsimas a toros sin fuerza, a base siempre del medio muletazo, lleno de plasticidad, pero poco castigador. Los pases de pecho, que le salen templados y largu¨ªsimos, llegan mucho al p¨²blico y no cabe duda de que tiene el secreto de la colocaci¨®n y el toque en el momento y el sitio justo para conseguirlos.

Jos¨¦ Tom¨¢s ha dominado al segundo toro, que entraba rebrincado y punteando, con la magia de su mano izquierda, con ese admirable golpe de mu?eca y ese echar la muleta abajo y hacia atr¨¢s para romper a los toros.

En el quinto, que ten¨ªa poca presencia, Tom¨¢s ha toreado con quietud, tranquilidad, seriedad y temple. Pero el toro era un borrego y no lleg¨® a emocionar en ning¨²n momento.