El Espanyol se le atraganta al Valencia
La buena colocaci¨®n y el trabajo defensivo permiten al equipo de Brindisi ganar con autoridad en Mestalla
Ni siquiera hubo de emplearse a fondo Toni, el prestigioso guardameta del Espanyol. El trabajo defensivo del equipo de Brindisi (excelente) y su perfecta ubicaci¨®n en el campo fueron demasiado para el Valencia, que llega muy justito de fuerzas al final del campeonato. Al grupo de Ranieri se le suelen atragantar los rivales que juegan con tres centrales; y mucho m¨¢s si ¨¦stos son de este calibre: Nando, Helguera y Pochettino, sobre todo este ¨²ltimo, cuyo marcaje a Piojo L¨®pez result¨® extraordinario. El Valencia, adem¨¢s, volvi¨® a sufrir la mala direcci¨®n desde el eje del campo de Schwarz, incapaz de abrir el juego a las bandas como conviene para superar defensas tan abrigadas. D¨ªa hist¨®rico, pues, para el Espanyol, que ya le gan¨® al Valencia en el choque de ida, y que no venc¨ªa en Mestalla en Liga desde hac¨ªa 30 a?os, en la campa?a 67/68.Como quiera que el Espanyol vino a Mestalla pertrechado de una defensa tan abundante como expeditiva, y como quiera que el Valencia no sab¨ªa c¨®mo franquearla, la primera media hora result¨® dificilmente digerible. Hubo, no obstante, un pu?ado de detalles a tener en cuenta: el magn¨ªfico juego con el pie de Ca?izares, que desplaz¨® la pelota con gran precisi¨®n; la calamitosa actuaci¨®n de Angulo, que viv¨ªa una profunda desarmon¨ªa con la pelota; los apuntes de inseguridad del meta Toni, al que se le escabull¨® un disparo lejan¨ªsimo de Piojo que apunto estuvo de entrar llorando; o la cesi¨®n de Carboni a Ca?izares que no apreci¨® como tal el ¨¢rbitro (siendo el ¨²nico que no lo vio as¨ª de todo el estadio).
VALENCIA 1
ESPANYOL 2Valencia: Ca?izares; Angloma, Roche, Djukic, Carboni; Mendieta, Schwarz (Rub¨¦n Navarro, m. 78), Farin¨®s, Angulo (Serban, m. 57); Claudio L¨®pez y Adrian Ilie. Espanyol: Toni; Crist¨®bal, Nando, Pochettino, Iv¨¢n Helguera, Capdevila; De Lucas (Pacheta, m. 65), Galca, Sergio; Tamudo (Posse, m. 89) y Dar¨ªo Silva (Ben¨ªtez, m. 76). Goles: 0-1. 71. Tamudo se marcha en un contragolpe hacia la porter¨ªa, sus perseguidores Roche y Carboni chocan y se caen al suelo, y el delantero marca por arriba. 0-2. M. 92. Posse cruza con la izquierda tras un pase con la cabeza de Ben¨ªtez. 1-2. M. 94. Trallazo de Piojo desde unos 30 metros que sorprende a Toni. ?rbitro: P¨¦rez Lasa. Amonest¨® a Sergio, Djukic, Galca, Piojo L¨®pez y Carboni. Unos 40.000 espectadores en Mestalla. Los jugadores valencianista lucieron brazalete negro en recuerdo al recientemente fallecido Luis Casanova, ex presidente del club. Los jugadores de la escuela del Valencia Alegre y Parri, recientes campeones de Europa sub 16, hicieron el saque de honor.
La primera parte cabr¨ªa calificarla de italiana. O sea, con proliferaci¨®n de jugadores concentrados en el centro del campo, con pocos espacios libres, con m¨ªnimas concesiones para la creaci¨®n y con pocas esperanzas de superar el tost¨®n. El choque, con todo, se descosi¨® un tanto al filo del primer periodo, cuando el Valencia apret¨® de veras y Piojo e Ilie trenzaron una bella combinaci¨®n que s¨®lo el mal momento de Angulo ech¨® a la papelera. La atractiva pareja de atacantes valencianista, sin embargo, apenas entr¨® en acci¨®n. Piojo L¨®pez porque su compatriota Pochettino le tom¨® muy bien la medida: fue un marcaje tan limpio como expeditivo; e Ilie porque parece en fase de recuperaci¨®n. En realidad, toda la temporada ha dado la impresi¨®n de estar rehabilit¨¢ndose el rumano, que precisamente sufri¨® una grave lesi¨®n en el tobillo ante el Espanyol en el partido de ida (tras una fuerte entrada de Iv¨¢n Helguera). Y desde entonces no ha vuelto a ser el que era.
En el descanso, el p¨²blico se apercibi¨® de que los fot¨®grafos buscaban a alguien sentado en tribuna. Era Fernando, el tantos a?os propietario del 10 del Valencia, que acaba de regresar de su corta aventura en el f¨²tbol ingl¨¦s: ha jugado en el Wolverhampton. Y Mestalla le dedic¨® una ovaci¨®n, claro. Tras la reanudaci¨®n hab¨ªa poco que aplaudir. Angulo segu¨ªa a la suya, perdiendo cada uno de los balones que le llegaban, mientras el p¨²blico comenz¨® a abuchearlo. Hasta que Ranieri, que tuvo mucha paciencia, lo sustituy¨® por Serban.
El Valencia aument¨® su ambici¨®n a medida que decrec¨ªa la del Espanyol, que parec¨ªa conformarse con poco (Brindisi dio entrada a Pacheta, que le dar¨ªa si cabe todav¨ªa m¨¢s empaque a su equipo). El ataque del equipo de Ranieri, no obstante, ten¨ªa un inconveniente de peso: estaba volcado a su lado izquierdo, sin que Schwarz, desde el medio centro, supiera repartir equitativamente el juego a una banda y a otra.
El Espanyol dio se?ales de vida en ataque, o mejor dicho en contraataque cuando Dar¨ªo Silva encar¨® a Roche, lo quebr¨® dos veces y su disparo se march¨® fuera. A continuaci¨®n Pacheta, solo ante Ca?izares, cabece¨® alto. Sustentado en la solidez de su defensa y en el desgaste f¨ªsico y an¨ªmico del Valencia, el grupo de Brindisi sali¨® de su cueva y peg¨® una serie de zarpazos. Uno de los cuales ser¨ªa definitivo: el joven Tamudo se aprovech¨® de un gran l¨ªo entre Carboni y Roche, que chocaron y cayeron al piso, dejando exp¨¦dito el camino para el gol del habilidoso delantero, a quien no le tembl¨® el pulso para definir. Lo hizo con naturalidad, como quien est¨¢ acostumbrado a marcar.
La reacci¨®n del Valencia fue embarullada, sin colocaci¨®n ni aliento, por lo que el Espanyol, que ya ten¨ªa a Ben¨ªtez en el campo, sum¨® un par de ocasiones clar¨ªsimas. De las cuales, Posse aprovech¨® una. S¨®lo entonces, pasando de la hora, se desmelen¨® Piojo con un desganado zapatazo que sorprendi¨® a Toni. Un golazo.
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