M¨¢s de la mitad de los inventos patentados por la Universidad de M¨¢laga son de los dos ¨²ltimos a?os

La Universidad de M¨¢laga (UMA) est¨¢ comenzando a sacar partido a su ingenio. 15 de los 24 inventos que ha patentado en su cuarto de siglo de historia son fruto de los dos ¨²ltimos a?os. As¨ª lo asegura Juan Jos¨¦ Borrego, el director de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigaci¨®n (OTRI) -"una especie de cura que casa a la universidad con las empresas, siempre que haya dote de por medio"- quien cree que es prematuro hablar de auge aunque las perspectivas de futuro sean buenas. "Lo que s¨ª se ha producido es un cambio de mentalidad en los investigadores. Antes s¨®lo se pensaba en publicar con lo que se perd¨ªa la posibilidad de patentar. Ahora se est¨¢ empezando a contemplar el tener una patente tambi¨¦n como un m¨¦rito curricular". A¨²n as¨ª, en su opini¨®n, es "una nimiedad" que los 200 grupos de investigaci¨®n que tiene la UMA s¨®lo hayan producido esa cantidad y se ha marcado el objetivo de llegar a la veintena anual a partir del 2000. Los campos donde m¨¢s enraizado est¨¢ el invento es en las ingenier¨ªas. Pero corren nuevos aires: las facultades de Medicina y Ciencias ya se animan a patentar, unos tr¨¢mites que a la univerisidad le salen gratis -mientras sea en Espa?a, en el extranjero debe pagar entre ocho y 10 millones de pesetas- y que, de ser una empresa privada, le costar¨ªan entre un mill¨®n y mill¨®n y medio. Pero la UMA no es la que explota econ¨®micamente su ingenio. "Esa no es nuestra misi¨®n. A nosotros s¨®lo nos corresponde investigar y patentar. Nosotros la ponemos a disposici¨®n de quien s¨ª la tiene que explotar, que es el sector industrial", dice Borrego. A¨²n as¨ª, no se queda al margen de sus beneficios: o bien transfiere las patentes a la empresa por una cantidad fija o bien ¨¦sta le paga un porcentaje del beneficio de su explotaci¨®n, dinero que se reparte entre el equipo de investigaci¨®n, que se lleva un 50%, y el departamento al que pertenece y la propia UMA, con un 25%. La vicerrectora de Investigaci¨®n, Adelaida de la Calle, asegura que la UMA todav¨ªa no se ha beneficiado econ¨®micamente de sus patentes. "El beneficio es, de momento, y a diferencia de los contratos que firmamos con las empresas, puramente de prestigio". Borrego, en cambio, guarda el secreto tan bien como el de las empresas con las que comercializa los inventos, pero dice que a una patente se le podr¨ªan sacar desde cuatro o cinco millones de pesetas hasta "algunos cientos". "Patentar es d¨ªficil", asegura. Y lo es no s¨®lo por los tr¨¢mites burocr¨¢ticos que hay que realizar en la Oficina Espa?ola de Patentes y Marcas -que pueden durar un a?o y medio-, sino tambi¨¦n porque "hay muchas patentes en el mundo y hay que ser original". Para evitar repeticiones la OTRI est¨¢ inscrita a una base de datos mundial, donde los investigadores pueden consultar si se les encendi¨® la bombilla a otros antes que a ellos. En algunas ha habido suerte, aunque todav¨ªa no est¨¦n trasnferidas, como con un sistema de ciruj¨ªa laparosc¨®pica, o unos tomates que son capaces de crecer en tierras secas y salinas o un m¨¦todo para diagnosticar en cabras la fiebre de malta.