Clinton presentar¨¢ nuevas iniciativas en cuanto se forme el pr¨®ximo Gobierno
Bill Clinton, en una aparici¨®n p¨²blica con el rey jordano, Abdal¨¢II, expres¨® ayer su contento por la victoria electoral de Ehud Barak en Israel y su deseo de reactivar un proceso de paz que la intransigencia de Benjam¨ªn Netanyahu coloc¨® en situaci¨®n ag¨®nica. Clinton propondr¨¢ una nueva ronda de negociaciones entre israel¨ªes y palestinos bajo patrocinio norteamericano en cuanto el nuevo primer ministro laborista forme Gobierno.
Barak, dijo Clinton, "ha dado pruebas de su intenci¨®n de continuar el proceso de paz". "Tenemos", a?adi¨® el presidente de EEUU, "una gu¨ªa de actuaci¨®n clara: la aplicaci¨®n de los acuerdos de Wye y un mont¨®n de trabajo que desarrollar sobre los asuntos finales". Se trata de las fronteras definitivas entre Israel y la entidad palestina, el futuro de Jerusal¨¦n, la aspiraci¨®n palestina a constituir un Estado en Cisjordania y Gaza y la situaci¨®n de los refugiados de las guerras de Oriente Pr¨®ximo. La Casa Blanca piensa que, como fue el caso del tambi¨¦n laborista Isaac Rabin, las credenciales militares de Barak le dan una gran legitimidad ante el pueblo israel¨ª para llegar a acuerdos con los palestinos y Siria.En una carta enviada el pasado mes a Yasir Arafat, Clinton expres¨® su intenci¨®n de convocar una nueva ronda de negociaciones en los seis meses siguientes a las elecciones israel¨ªes. Tras la victoria de Barak, ese plazo podr¨ªa acortarse, seg¨²n la Casa Blanca. En su carta, Clinton le pidi¨® que renunciara a proclamar unilateralmente un Estado palestino, pero fue m¨¢s lejos que nunca en su impl¨ªcita aprobaci¨®n de esa idea. "Apoyamos las aspiraciones del pueblo palestino a determinar su propio futuro en su propia tierra", escribi¨®.
La derrota de Netanyahu era considerada ayer en Washington como una de las pocas buenas noticias internacionales del a?o. Clinton y su secretaria de Estado, Madeleine Albright, sosten¨ªan muy malas relaciones personales y pol¨ªticas con el exprimer ministro israel¨ª. Esta disonancia no s¨®lo coloc¨® el proceso de paz al borde del naufragio, sino que provoc¨® uno de los peores momentos en la alianza entre EEUU e Israel.
La victoria de Barak devuelve a la presidencia norteamericana el papel de padrino y mediador privilegiado en el proceso de paz. En sus tres a?os al frente de la pol¨ªtica israel¨ª, Netanyahu le neg¨® ese papel a un Clinton, que en 1996 hab¨ªa apoyado p¨²blicamente al candidato laborista Sim¨®n Peres. En sus muchas visitas a EEUU, Netanyahu prefer¨ªa reunirse con los sectores m¨¢s duros de la mayor¨ªa republicana en el Congreso. Y en las negociaciones de Wye del pasado octubre ningune¨® a Albright, amenaz¨® con romper la baraja y regresar a Israel, y dijo que s¨®lo ten¨ªa confianza en el director de la CIA, George Tennet.
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