Los mexicanos de California exigen a Zedillo poder votar en el 2000
Definitivamente, el ¨²ltimo viaje oficial del presidente Ernesto Zedillo es singular y trascendente, porque visita California, un Estado que perteneci¨® en parte a la Corona espa?ola, fue arrebatado por las armas a M¨¦xico en el siglo XIX, y en ¨¦l prosperan, malviven o protestan siete millones de mexicanos, compatriotas que le reclaman mayores intercambios econ¨®micos, poder votar en las elecciones del 2000, protecci¨®n ante los abusos de los empleadores estadounidenses o una soluci¨®n negociada al problema de Chiapas.
Ernesto Zedillo fue especialmente distinguido y pronunci¨® un discurso en el Congreso del Estado m¨¢s rico de EEUU, un territorio donde la poblaci¨®n latina alcanza el 30%, y donde la cultura de origen mexicano confluye desde hace generaciones con la norteamericana, y con ella choca frecuentemente. Visit¨® un Estado, octava potencia mundial en t¨¦rminos macroecon¨®micos, donde los nacionalistas temen que, con la visita de su presidente, M¨¦xico pretende ampliar su influencia en tierras que fueron propias. El grupo Ciudadanos Unidos se pronunci¨® ruidosamente contra el "expansionismo mexicano".El presidente, a quien varias airadas manifestaciones en Sacramento, San Francisco o Los ?ngeles le imputaron agravios pasados y presentes, prometi¨® mayor atenci¨®n a los braceros que cruzaron la frontera huyendo de la pobreza, y se reuni¨® con empresarios y con los delegados de las ciudades que agrupan la mayor comunidad mexicana despu¨¦s de Ciudad de M¨¦xico.
Las diferentes reacciones a la visita presidencial ilustran sobre los sentimientos y cambios de mentalidad. "Es como si vi¨¦ramos a un familiar ausente durante mucho tiempo", declaraba un californiano de origen azteca. Los m¨¢s moderados ped¨ªan estrechar relaciones, no perder los v¨ªnculos patrios.
Pero la militancia pol¨ªtica mexicana en Californa reclama el derecho a votar en las presidenciales del 2000. No ser¨¢ f¨¢cil que lo logre. El Gobierno de Zedillo, entre otras razones, aduce problemas log¨ªsticos, las dificultades de procesamiento de los millones de votos nuevos. Las razones de fondo parecen ser otras. La mayor¨ªa de los inmigrantes votar¨ªan por la oposici¨®n, por el Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica, y esa masiva entrada de votos hostiles en las urnas podr¨ªa desequilibrar negativamente el caudal de sufragios pri¨ªstas.
El ministro del Interior, favorito del PRI
El ministro del Interior mexicano, Francisco Labastida, parte como favorito en la campa?a interna por la nominaci¨®n del candidato del oficial Partido Revolucionario Institucional (PRI) que competir¨¢ en las elecciones presidenciales del 2000, y es probable que otros precandidatos renuncien a su favor. De hecho, ayer, Esteban Moctezuma, ministro de Desarrollo Social, fue el primero en comunicar su renuncia a la candidatura.Labastida, de 57 a?os, que fue gobernador de Sinaloa, secretario de Agricultura y embajador en Portugal, es considerado el candidato del sistema, y debe desbancar a cinco aspirantes de su propio partido. El mejor situado es Roberto Madrazo, gobernador de Tabasco, a quien supuestamente apoyan el ex presidente Carlos Salinas de Gortari y el poderoso operador pol¨ªtico Carlos Hank Gonz¨¢lez.
El acad¨¦mico y comentarista pol¨ªtico Jorge Casta?eda, autor del libro La herencia. Arqueolog¨ªa de la sucesi¨®n presidencial en M¨¦xico, comentaba ayer a este diario que todo esta hecho: Labastida es el hombre de Zedillo, as¨ª lo percibir¨¢ la disciplinada militancia pri¨ªsta y votar¨¢ por ¨¦l en la consulta popular del 7 de diciembre.
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