Zaplana y Asunci¨®n en directo

Las entrevistas a l¨ªderes constituyen una documentaci¨®n muy apreciada por los analistas pol¨ªticos. Aunque tambi¨¦n tienen sus inconvenientes, permiten desvelar algunas claves que aportan los personajes al desempe?o de su liderazgo. Dos entrevistas recientes, realizadas a los candidatos del PP y del PSOE a la Presidencia de la Generalitat, nos descubren algunas de sus caracter¨ªsticas. En contextos y medios de comunicaci¨®n distintos, y tambi¨¦n por razones diferentes, Zaplana y Asunci¨®n mostraron algunas de sus peculiaridades y objetivos pol¨ªticos. Distintas las entrevistas y distintas las ocasiones, ambas surgen despu¨¦s de un golpe de efecto pol¨ªtico. En la de Zaplana, planeaba la propuesta que lanz¨® sobre financiaci¨®n auton¨®mica y que suscit¨® pol¨¦mica nacional. En la de Asunci¨®n, estaba el revuelo provocado por la dimisi¨®n de Romero y la expectativa provocada por un nuevo candidato. Ambas situaciones eran inusuales, poco cotidianas, y adem¨¢s centradas en la actuaci¨®n personal de un l¨ªder pol¨ªtico. Precisamente las situaciones que provocan estr¨¦s, que producen ansiedad en el pol¨ªtico, sentimientos ambivalentes y que desencadenan el estilo peculiar de cada uno para afrontar estas emociones. A trav¨¦s de las respuestas a la entrevista, podemos desvelar c¨®mo se enfrentan a situaciones delicadas y, por tanto, c¨®mo responder¨¢n a otras situaciones tensas que sean de inter¨¦s pol¨ªtico general. Uno de los elementos claves en ambos l¨ªderes es la negaci¨®n. La negaci¨®n es una estrategia de afrontamiento. Sin embargo, Zaplana y Asunci¨®n niegan de distinta forma. El primero lo hace para reafirmar su identidad, su car¨¢cter personal y ¨²nico. Es un l¨ªder que necesita un amplio espacio personal, y que sea bien patente que no est¨¢ presionado ni por su partido ni por otros l¨ªderes. Es la necesidad inevitable de autonom¨ªa e independencia, una de las formas posibles de reaccionar a las relaciones verticales y horizontales con su propio espacio pol¨ªtico. As¨ª, en la entrevista, Zaplana utiliza de forma insistente el "no" al referirse a sus contactos con Aznar y con su partido para tomar determinadas decisiones. Si la realidad le contradice, resuelve la ansiedad apelando al sentido com¨²n de unas buenas relaciones de partido. Asunci¨®n tambi¨¦n niega, pero niega hechos, evidencias que est¨¢n en el ambiente de todos y, por eso, dice continuamente que van a ganar a la derecha, que conseguir¨¢ arrebatarle el poder. Cuando la realidad le contradice, tiene tendencia a la huida. Negar las situaciones es un mecanismo defensivo, una forma de enfrentarse a hechos problem¨¢ticos y conflictivos. Asunci¨®n niega los hechos, al tiempo que reclama la ayuda y la implicaci¨®n de las personas de su propio espacio pol¨ªtico. En la entrevista, se?ala que pedir¨¢ a Madrid y a su partido que se implique, que ayude. En ambos casos estamos hablando de la forma personal que dichos l¨ªderes tienen de afrontar la tensi¨®n de su entorno pol¨ªtico inmediato. Si uno necesita espacio pol¨ªtico personal para desarrollar su liderazgo, el otro requiere a sus compa?eros y a la organizaci¨®n pol¨ªtica. Uno resuelve su ansiedad a trav¨¦s de la autonom¨ªa personal, mientras que el otro pretende independizarse de los hechos. Zaplana no es un pol¨ªtico de relaciones de dependencia, Asunci¨®n no sabr¨ªa sobrevivir sin ellas. Mientras que en la entrevista a Zaplana destaca la utilizaci¨®n desproporcionada del yo frente al nosotros, en la de Asunci¨®n nos encontramos con un nosotros, que le defiende de la soledad pol¨ªtica. Toda una clave para el analista pol¨ªtico. Cuando Asunci¨®n niega, se defiende de lo que va a ocurrir. Cuando lo hace Zaplana, se defiende de la injerencia de otros en sus planes. Otro elemento clave en la interpretaci¨®n de las entrevistas, aparece cuando atendemos a lo que las palabras no dicen, pero si revelan. Sorprende la risa f¨¢cil y nerviosa que tiene Asunci¨®n cuando habla de contenidos pol¨ªticos, frente a la respuesta clara, directa y firme que manifiesta cuando habla de formas pol¨ªticas y del partido socialista. Parece encontrarse m¨¢s a gusto con los formalismos cl¨¢sicos que con los temas de la nueva pol¨ªtica. Le incomoda tanto el contenido social de la pol¨ªtica como las preguntas sobre sus afinidades y desavenencias internas. Cuando una pregunta le disgusta, intenta compincharse con el entrevistador y dirigir la conversaci¨®n hacia lo que le conviene y donde se encuentra a gusto. Zaplana, por el contrario, necesita de forma imperiosa cumplir con el gui¨®n de la entrevista y cuando se da cuenta que no ha contestado todo lo que quer¨ªa a una pregunta previa, la retoma en las siguientes para completar la respuesta inicial. Es la necesidad psicol¨®gica de completar el ritual. La ansiedad pol¨ªtica se manifiesta de forma distinta en ambos; uno responde a ella provocando desorden en las preguntas, mientras que el otro se tranquiliza a trav¨¦s del orden de las respuestas. En ambas entrevistas los candidatos pon¨ªan sobre el tapete una cuesti¨®n: su liderazgo. Zaplana proponiendo una futura reorganizaci¨®n y desarrollo de las autonom¨ªas. Asunci¨®n poniendo sobre la mesa un regreso a la prerenovaci¨®n socialista. La ansiedad manifiesta en estas entrevistas es un s¨ªmbolo de la tensi¨®n de la vida pol¨ªtica espa?ola. El l¨ªder valenciano de las filas del partido popular se nos adelanta con una propuesta de autogobierno auton¨®mico, afrontando el futuro con una mayor independencia pol¨ªtica y poniendo a Valencia en primera l¨ªnea de experimentaci¨®n. Mientras tanto, los socialistas retoman los viejos contenidos de la pol¨ªtica, poner orden y trabajar, y Asunci¨®n reclama la presencia de Madrid para apoyar Valencia y el esfuerzo de todos para enfrentarse al futuro.

Adela Garz¨®n es directora de la revista Psicolog¨ªa Pol¨ªtica.