El campo de la discordia

Imagen. En opini¨®n de buena parte del sector agrario, esta palabra resumir¨ªa la gesti¨®n desarrollada por la Consejer¨ªa de Agricultura. Sin un proyecto de futuro para el sector agrario valenciano, Mar¨ªa ?ngeles Ram¨®n-Llin asumi¨® la cartera de Agricultura -y en una primera instancia tambi¨¦n la de Medio Ambiente- en virtud de los acuerdos de gobierno firmados entre el Partido Popular y Uni¨®n Valenciana. Superado su primer escollo -la imprecisi¨®n en su curr¨ªculo, que la licenciaba antes de acabar la carrera de Derecho- se lanz¨® al campo. Su visi¨®n de la actividad pol¨ªtica se centraba en salir al paso de los problemas que surg¨ªan en cada momento, realizar peque?as inversiones altamente rentables pol¨ªticamente: la modernizaci¨®n del regad¨ªo -que le permit¨ªa visitar todas las comarcas- y la creaci¨®n de tantas marcas de calidad y denominaciones de origen como le solicitaban. Lleg¨® incluso a montar la Noche de la Agricultura Valenciana, una suerte de Noche de la Econom¨ªa Valenciana pero en versi¨®n agraria, en la que el sector se reun¨ªa a mayor gozo de la consejera. El sector, que adem¨¢s ten¨ªa las puertas abiertas de la Consejer¨ªa, con una consejera siempre dispuesta a escuchar, ten¨ªa pocos motivos de enfrentamiento con Ram¨®n-Llin, que se afianzaba en la cabeza de la clasificaci¨®n de los consejeros mejor valorados. Si no se apuesta, no se pierde. Con un modelo de Consejer¨ªa en el que la mayor parte del dinero que se utiliza -y en esta legislatura el presupuesto ha llegado a multiplicarse por dos- proviene de fondos europeos, era necesario adaptar la pol¨ªtica de subvenciones y ayudas al campo a las peculiaridades del sector agrario valenciano. Valencianizar la pol¨ªtica agraria y no limitarse a repatir los fondos procedentes de Bruselas con criterios en algunos casos discutibles. Ram¨®n-Llin inici¨® con el paso de los meses su acercamiento al PP. Parec¨ªa cantado que m¨¢s pronto o m¨¢s tarde la consejera har¨ªa p¨²blico su pase a las filas populares, atra¨ªda por los cantos de sirena que llegaban de los populares, en un intento de minar a los regionalistas. Pero el desaire a los regionalistas se precipit¨®, abriendo una profunda crisis en Uni¨®n Valenciana y en la propia Consejer¨ªa de Agricultura. A seis meses del final de la legislatura, en pleno debate sobre la crucial Agenda 2000 y la reforma de la Pol¨ªtica Agraria Comunitaria (PAC) se produc¨ªa un cambio total en la Consejer¨ªa. Salvador Ortells, asesor de Ram¨®n-Llin, toma el relevo y, con ¨¦l, cambi¨® todo el gabinete. Ram¨®n-Llin se pasa con armas y bagajes al PP, arremete contra los regionalistas, que intentan por todos los medios a su alcance lanzar el mensaje de que la ya ex consejera aplic¨® durante su mandato la pol¨ªtica de UV, en un intento de patrimonializar las innumerables fotos que consigui¨® Ram¨®n-Llin a base de inaugurar acequias, presidir reuniones de cooperativas o asistir a fiestas del sector en cualquier punto de la geograf¨ªa valenciana. Ortells se encuentra a seis meses del final de la legislatura con un presupuesto hecho y medio comprometido. S¨®lo le queda la posibilidad de repartir subvenciones a manos llenas, y salir en el m¨¢ximo n¨²mero de fotos posibles para patrimonializar para Uni¨®n Valenciana la Consejer¨ªa. Ortells inicia al mismo tiempo una carrera de altisonantes declaraciones, enfrent¨¢ndose en un par de ocasiones al propio presidente Eduardo Zaplana, sobre todo tras la aprobaci¨®n de la Agenda 2000. Mientras Zaplana aseguraba que el acuerdo era bueno para la agricultura valenciana, Ortells arremit¨ªa contra la por entonces ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, a quien consideraba responsable de un acuerdo que marginaba a la producci¨®n continental. Si las relaciones entre Zaplana y Ortells nunca fueron buenas -el d¨ªa de la toma de posesi¨®n, y tras el fracaso del presidente de intentar mantener a Ram¨®n-Llin en el cargo, Zaplana se neg¨® a hablar ni antes ni despu¨¦s con el nuevo responsable de Agricultura- a partir de ese momento eran inexistentes. De ah¨ª al inminente final de legislatura, Ortells ha marcado terreno, especialmente defendiendo el trasvase del Ebro y a los productores frente a las empresas l¨¢cteas. Se ha dirigido a la Organizaci¨®n Mundial del Comercio y al nuevo ministro de Agricultura, Jes¨²s Posada, para exigir varios temas, entre ellos que futuros acuerdos con pa¨ªses terceros no tengan a la agricultura valenciana como moneda de cambio. Ortells adem¨¢s ha tenido que ver c¨®mo su predecesora proyectaba su sombra sobre ¨¦l en varias ocasiones, m¨¢s desde que anunci¨® que ir¨¢ en las listas del PP en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas. Las disputas de UV, su enfrentamiento con el PP o el hecho de que unos y otros entendieran el sector como una plataforma para acceder a un alto caudal de electores, dejaban una aut¨¦ntica pol¨ªtica agraria en la cuneta. Se opt¨® por el "salto de mata" frente al dise?o de c¨®mo debe enfrentarse el campo valenciano a un incierto futuro. El sector ha asistido, en muchos casos indefenso, a nuevas reformas de normas de la UE que recortaban ayudas o limitaban su capacidad de exportaci¨®n merced a acuerdos con pa¨ªses terceros. El dinero distribuido por Agricultura ha tapado algunos agujeros que, quiz¨¢, se reabran en el futuro.