Los bombardeos alcanzan un hospital en Belgrado y da?an las embajadas de Espa?a, Suecia y Suiza
La OTAN quiso (y logr¨®) dar un estruendoso mensaje a Belgrado: pese a las negociaciones pol¨ªticas, los ataques de la aviaci¨®n aliada no descansan. Los bombardeos del mi¨¦rcoles comenzaron 90 minutos despu¨¦s de que el emisario ruso, V¨ªktor Chernomirdin, se embarcara de vuelta a Mosc¨². Ten¨ªan un cuartel como objetivo y, seg¨²n Belgrado, alcanzaron tambi¨¦n un hospital. Las residencias de los embajadores espa?ol y sueco resultaron da?adas. Madrid calific¨® de "lamentable" el incidente. Estocolmo present¨® una queja formal a la OTAN. En el ataque de anoche, que se inici¨® con tres misiles a las 20.20 horas, result¨® alcanzada la Embajada de Suiza. Poco despu¨¦s de medianoche se oyeron dos explosiones m¨¢s.
El del mi¨¦rcoles fue un ataque tenaz. La noche en Belgrado se convirti¨® en un cacof¨®nico tiempo de explosiones combinado por las iluminaciones de los disparos de bater¨ªas antia¨¦reas, el chillar de sirenas y las alarmas de coches sacudidos por la bulla nocturna.El ataque iba dirigido, seg¨²n la OTAN, contra un cuartel del Ej¨¦rcito serbio, pero fuentes yugoslavas, alcanz¨® tambi¨¦n un hospital y caus¨® la muerte a cuatro personas. Los enfermos fueron trasladados a los vest¨ªbulos del s¨®tano, donde continuaban su tratamiento m¨¦dico con cortes y heridas inesperadamente a?adidas. En las plantas superiores lo que quedaba eran catres retorcidos, sillas de ruedas abandonadas y remedios esparcidos en el suelo. Todo este arrebatado paisaje cl¨ªnico qued¨® cubierto de mamposter¨ªa, restos de cortinas deshilachadas, polvo y m¨¢s polvo gris de cemento por doquier.
A 400 metros del hospital, la residencia del embajador espa?ol, Joaqu¨ªn P¨¦rez G¨®mez, en el n¨²mero 26 de la calle Augusto C¨¦sar, tambi¨¦n sufri¨® algunos da?os. La mitad de los ventanales de la casa quedaron destruidos, as¨ª como las persianas y una puerta que result¨® arrancada de sus bisagras por la onda expansiva. Ninguno de los dos vigilantes result¨® herido. El embajador de Espa?a dej¨® Belgrado el 24 de marzo.
(El ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, calific¨® ayer de "lamentable" el bombardeo accidental de la residencia de Espa?a en Belgrado, informa Efe. Matutes se felicit¨® no obstante de que no haya habido "da?os personales" y asegur¨® que ha dado instrucciones al embajador espa?ol ante la OTAN, Javier Conde, para que inste a las autoridades aliadas a extremar las precauciones a fin de evitar nuevos errores.)
Adem¨¢s, las explosiones nocturnas hicieron a?icos nueve ventanas y parte del techo de la residencia del embajador sueco, Mats Staffansson, en la elegante calle Uzika. El diplom¨¢tico sueco y su mujer, que dorm¨ªan, resultaron ilesos. Pero el Gobierno de Estocolmo calific¨® el bombardeo de inaceptable. Suecia present¨® ante la OTAN una protesta oficial. Las embajadas brit¨¢nica y estadounidense en Estocolmo telefonearon al ministro sueco de Exteriores para ofrecerle sus formales. Bombardeado dos veces
Stafansson no gana para sustos. Anoche, menos de 24 horas despu¨¦s de que le despertar¨¢ el ataque que afect¨® a su residencia, volv¨ªa a sufrir un bombardeo mientras cenaba en la Embajada de suiza, situada cerca de unos dep¨®sitos de combustible que fueron alcanzados por misiles aliados. El embajador sueco hab¨ªa acudido a la legaci¨®n de Suiza con ocasi¨®n de la fiesta nacional de ese pa¨ªs.
El nuevo error aliado durante el bombardeo m¨¢s feroz desde la destrucci¨®n de la Embajada de China hace dos semanas no pudo ser m¨¢s pernicioso para la empresa de relaciones p¨²blicas emprendida por Bruselas a fin de minimizar los numerosos da?os colaterales de la campa?a a¨¦rea iniciada hace ocho semanas. El hospital queda a poca distancia de un cuartel y una gasolinera, los objetivos de una acci¨®n que, otra vez m¨¢s, sali¨® terriblemente mal. Entre los heridos del hospital figuran dos mujeres que acababan de dar a luz. Presentaban heridas en la cara, producto de vidrios lanzados como balas, dijeron fuentes del hospital.
La OTAN ten¨ªa en el punto de mira un cuartel que, supuestamente, forma parte de uno de los sistemas m¨¢s rigurosos de seguridad de Milosevic. Los destrozos causados por las bombas aliadas en el cuartel quedaron al m¨¢rgen del tour del horror que la maquinaria propagand¨ªstica oficial serbia ofreci¨® a los corresponsales extranjeros. Pero hubo alguien que se las arregl¨® para dar un vistazo fugaz al cuartel. "Est¨¢ aplanado", dijo un testigo que, con buen sentido de observaci¨®n, describi¨® el estado de un edificio militar de cuatro pisos "reducido a una monta?a de ruinas de dos metros de altura".
Las autoridades de Belgrado, entretanto, negaron ayer que se hayan producido deserciones entre sus filas y restaron importancia a las manifestaciones contra el reclutamiento de j¨®venes para la guerra. "Lo que ocurri¨® en Krusevac y Aleksandrovac fue la expresi¨®n del l¨®gico inter¨¦s de los padres" por saber cu¨¢ndo volver¨¢n sus hijos del frente, asegur¨® el portavoz del Partido Socialista de Slobodan Milosevic.
(Y para que cunda el ejmplo, incluso el l¨ªder de la oposici¨®n serbia Zoran Djindjic ha sido llamado a filas, en lo que ¨¦l calific¨® de una campa?a de hostigamiento destinada a silenciarle, informa Reuters. La citaci¨®n se entreg¨® en la sede de su partido en Belgrado, reiteradamente apedreada en d¨ªas pasados. Djindjic reside en Montenegro desde el inicio de la guerra.)
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