El Insalud universalizar¨¢ este a?o la anestesia para el parto sin dolor

La anestesia epidural, el f¨¢rmaco que permite adormecer la zona perineal de la mujer para procurar un parto sin dolor, ser¨¢ una alternativa a disposici¨®n de las madres en todos los hospitales madrile?os antes de que acabe el a?o. La pr¨¢ctica se encuentra ya bastante extendida en la sanidad p¨²blica, pero su suministro, en algunos hospitales, depende del d¨ªa y la hora en que se produzca el parto, lo que ha suscitado m¨¢s de una protesta.

El alumbramiento sin dolor comienza a ser una pr¨¢ctica habitual en los paritorios de los hospitales p¨²blicos madrile?os. La anestesia epidural se conoce desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, pero hasta el a?o pasado la Seguridad Social no la inclu¨ªa entre sus prestaciones. En consecuencia, las mujeres que daban a luz en la sanidad p¨²blica ten¨ªan que resignarse al sufrimiento propio de un parto; en caso de que optaran por el sector privado, deb¨ªan pagar en torno a 40.000 pesetas por la inyecci¨®n epidural.Esta anestesia se coloca en la zona lumbar de la espalda, normalmente entre las v¨¦rtebras L-2 y L-3, y requiere de una notable cualificaci¨®n. El anestesista debe colocar a la parturienta en una postura que permita abrir los espacios intervertebrales (por ejemplo, en posici¨®n fetal encima de la camilla) e inocularle la sustancia adormecedora a trav¨¦s de una aguja larga (cat¨¦ter). A los pocos minutos, la paciente pierde la sensibilidad en los miembros inferiores y el perin¨¦, el espacio por el que descender¨¢ el beb¨¦.

La clase m¨¦dica no es un¨¢nime sobre las excelencias de la epidural. Por ejemplo, entre los ginec¨®logos est¨¢ muy extendida la percepci¨®n de que los alumbramientos con esta anestesia se prolongan durante m¨¢s tiempo que los naturales.

Pero las pacientes tienen muy claras las bondades de esta pr¨¢ctica. En La Paz y Alcorc¨®n, los dos hospitales madrile?os donde este servicio est¨¢ completamente implantado desde el 1 de enero, el porcentaje de partos con epidural oscila entre el 72% y el 76%.

Costumbre y natalidad

Albino Navarro, director provincial del Insalud, esboza su propio an¨¢lisis sobre este fen¨®meno. "Lo cierto es que hay quien rechaza la epidural por razones culturales o porque no recuerda el dolor de anteriores partos como una experiencia negativa, pero son las menos", apunta. Y recalca: "En este asunto es determinante la baja natalidad. La inmensa mayor¨ªa de mujeres espa?olas s¨®lo tiene uno o dos hijos, y la parturienta m¨¢s predispuesta a rechazar la anestesia es la que est¨¢ m¨¢s acostumbrada a la mec¨¢nica del parto, entre otras razones porque una madre mult¨ªpara tiene una mayor capacidad de dilataci¨®n de sus genitales".

Tanto la Sociedad Espa?ola de Anestesia como la de Obstetricia y Ginecolog¨ªa han avalado el buen resultado de la t¨¦cnica epidural en la mayor¨ªa de los casos. La relaci¨®n de contraindicaciones es peque?a: esta pr¨¢ctica se debe desestimar s¨®lo en el caso de una infecci¨®n en el lugar de la punci¨®n, trastornos de la coagulaci¨®n de la sangre, hemorragia severa, eclampsia (complicaci¨®n del parto) o parto avanzado o con necesidad de una r¨¢pida finalizaci¨®n. Si no concurre ninguna de estas circunstancias, el anestesista puede proceder a inocular el f¨¢rmaco con tranquilidad.

La generalizaci¨®n de la anestesia epidural implica una triple inversi¨®n: por un lado, en la adquisici¨®n masiva de este medicamento; por otro, en el incremento de la plantilla de anestesistas de los hospitales; por fin, en la compra de nuevas unidades de monitorizaci¨®n para el seguimiento de las incidencias del parto.

El m¨¢ximo responsable del Insalud en Madrid asegur¨® no conocer el coste exacto de este paquete de medidas, pero hay un c¨¢lculo que s¨ª se puede aportar con una simple multiplicaci¨®n. Si se tiene en cuenta que 30.000 de los 44.000 nacimientos anuales en la Comunidad de Madrid se producen en hospitales p¨²blicos, y se aplica la tarifa de 40.000 pesetas por epidural que rige en el sector privado, y se considera que la anestesia se suministra en las tres cuartas partes de los alumbramientos, el coste asciende a 900 millones de pesetas al a?o.

Universalizar la oferta del parto sin dolor est¨¢ ocasionando encontronazos laborales: los anestesistas perciben que se les est¨¢ cargando el trabajo, y en algunos casos (como en el Pr¨ªncipe de Asturias, de Alcal¨¢ de Henares) pretenden responsabilizar a las matronas, que se oponen de plano. Mientras tanto, el Insalud insiste en que se "normalizar¨¢" la plantilla, pero a¨²n no lo ha hecho.

Albino Navarro se disculpa: "?ste es un trabajo adicional para el anestesista y, sobre todo, no programado. Los partos se producen cuando se producen, a veces en horas intempestivas. De todos modos, las cr¨ªticas ante cualquier cambio siempre son tajantes, y las muestras de apoyo, muy leves...".