Testigo de la batalla de propaganda sobre Kosovo

Las autoridades serbias han empezado a permitir el regreso a Kosovo de algunos periodistas extranjeros. En un reciente viaje organizado a Korisa, donde casi un centenar de albanokosovares murieron por un bombardeo aliado, una reportera de la radio brit¨¢nica BBC se sinti¨® como un pe¨®n en la guerra de propaganda que enfrenta a Yugoslavia y la OTAN sobre Kosovo.El viaje a Korisa estaba programado. La primera parada fue para ver c¨®mo una unidad del Ej¨¦rcito desmantelaba sus lanzamisiles y emprend¨ªa la retirada hacia Serbia. Luego, una reuni¨®n con el responsable militar de la zona que adoctrin¨® a los periodistas. Cuando finalmente llegaron a Korisa, Jackie Rowland se pregunt¨®: "?Era esto un campamento de refugiados o un objetivo militar leg¨ªtimo?". Todo lo que quedaba en el lugar del bombardeo, seg¨²n el relato de la informadora, "eran unos pocos enseres personales". "En cuanto al objetivo militar, o nunca existi¨® o hac¨ªa tiempo que hab¨ªa desaparecido", asegura.

Sin embargo, tan pronto como llam¨® a la radio para enviar su cr¨®nica, Rowland tuvo que hacer frente a la siguiente pregunta de un presentador: "?Est¨¢s absolutamente segura de que no has visto signos de que el equipo [militar] haya sido movido?"

"Me imagin¨¦ a Jamie Shea [el portavoz de la OTAN] y a otros cuantos esperando mis palabras. Estaba a punto de decirles la verdad, pero ?qu¨¦ verdad?", ha explicado Rowland. La periodista dijo haber visto en la zona tractores quemados y restos de ropa, as¨ª como edificios comerciales, pero no armas. Como reconoce ella misma, hab¨ªa llegado "36 horas tarde y s¨®lo se le permiti¨® permanecer 20 minutos en el lugar de los hechos".

"Por primera vez en mi carrera como periodista, sent¨ª que era un pe¨®n en un juego mayor y m¨¢s siniestro", asegura antes de a?adir: "La OTAN nos estaba echando el muerto [a los periodistas]". Rowland tambi¨¦n se pregunta si los serbios, por su parte, no les hab¨ªan dado gato por liebre.

"Las cosas no son blancas o negras como sugieren las historias de horror que se oyen en los campos de refugiados de Albania y Macedonia", trata de explicar ahora. "S¨ª, ha habido limpieza ¨¦tnica. Cientos de casas quemadas por todo Kosovo lo atestiguan. Pero otros albanokosovares han podido quedarse. Algunos dicen que se sienten seguros aqu¨ª, al menos, de momento. Ir¨®nicamente, la OTAN y sus aparentemente arbitrarios ataques pueden representar ahora el mayor peligro para los albanokosovares", concluye Rowland.