Haro Tecglen recuerda en 'El refugio' c¨®mo sobrevivi¨® a la dictadura
El periodista publica el tercer volumen del ciclo de sus memorias
"Es el s¨ªmbolo de las situaciones de peligro y de riesgo que se pueden vivir en las guerras y tambi¨¦n cuento c¨®mo en una dictadura te obligan a enmascararte para poder sobrevivir". As¨ª defini¨® ayer el periodista y escritor Eduardo Haro Tecglen (Madrid, 1924) su ¨²ltimo libro, El refugio. Situaciones: momentos de una vida (El Pa¨ªs- Aguilar), que corresponde al tercer volumen del ciclo de sus memorias.
El primer cap¨ªtulo de El refugio, titulado El ni?o fascista, reproduce tres art¨ªculos de otros periodistas (Capmany, Albiac y Porcel) en los que le recuerdan a Haro Tecglen un art¨ªculo que escribi¨® en Informaciones, el d¨ªa 20 de noviembre de 1944, fecha que conmemoraba el aniversario del fusilamiento de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera. En ese art¨ªculo sus colegas desempolvan c¨®mo Haro (al que denominan La Momia) ensalz¨® a Jos¨¦ Antonio y a Franco."Ellos, fascistas , que, como lo son, saben lo horrible que es serlo y ?qu¨¦ asco les da! cuando descubren que yo era uno de ellos. Y me han llamado de todo: comunista, estalinista... Pero no polemizo con quienes lo han escrito, sino que explico lo que pas¨® en un d¨ªa determinado que yo escrib¨ª un art¨ªculo".
El columnista de EL PA?S rememor¨® c¨®mo ¨¦l estaba representando su papel de vencido, disfrazado, escondido detr¨¢s de s¨ª mismo, lo mejor que pod¨ªa, dijo. "He vivido de rodillas para poder estar de pie, porque lo que deseaba, y deseo, es sobrevivir y a veces hay que cambiar el gesto para seguir adelante, uno tiene que plegarse a ciertas condiciones y personas", subray¨® el escritor.
Patriotismo y religi¨®n
En El refugio, volumen al que han precedido El ni?o republicano e Hijo del siglo, la memoria de Haro Tecglen recorre im¨¢genes crueles de la guerra civil y a aquellas personas que vivieron en la clandestinidad. "En los refugios se siente una compenetraci¨®n y se crea un discurso entre ellos distinto de su vida de cada d¨ªa. All¨ª se crean amigos, novios. Y luego dejas de ver a esa gente con la que has estado a punto de morir", relata el autor.
Tambi¨¦n evoca a los que compartieron con ¨¦l ese tiempo: Celaya, Jos¨¦ Ortega, Sempr¨²m, Juan Goytisolo y Manuel Azc¨¢rate, entre otros. Y se incorporan al relato Pilar Mir¨®, Adolfo Su¨¢rez y Felipe Gonz¨¢lez.
En la segunda parte de El refugio, titulada Cultura contra civilizaci¨®n, el escritor analiza el valor del trabajo y el sentido de la tecnolog¨ªa; tambi¨¦n habla de los nacionalismos y el patriotismo, algo que a ¨¦l le negaron, explic¨®. "Lo hicieron conmigo y con la otra mitad de los espa?oles. Me dicen que soy antiespa?olista y no soy antinada, aunque los dos mayores peligros que veo son el patriotismo y la religi¨®n, los grandes creadores de las guerras".
En el ¨²ltimo cap¨ªtulo Haro Tecglen desmenuza cuestiones como la moda de ser joven, el feminismo, las drogas, la eutanasia, el terrorismo o sus hijos muertos.
Haro explic¨® que en este volumen de sus memorias incluye rectificaciones a los anteriores: "Son errores en el sentido de que avanzo en la vida y veo las cosas de otra manera, no con otra lucidez, eso es mentira, sino de otra forma". Y a la pregunta de cu¨¢l es su refugio actual respondi¨®: "La ancianidad".
Babelia
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