Un aluvi¨®n de obras pone "patas arriba" a Santander
El PSOE denuncia que el PP, en su "alocada obsesi¨®n" urban¨ªstica, se ha olvidado de los problemas reales de la ciudadan¨ªa
,"?Qu¨¦ graduaci¨®n tiene en la escala Richter el terremoto que nos sacude desde hace un a?o y nos tiene patas arriba la ciudad?", pregunta un jubilado a otro mientras se abren paso a duras penas entre las vallas que acotan la avenida de la Reina Victoria, en Santander, a causa de las obras. Una escena com¨²n a las m¨²ltiples arterias y paseos desventrados por la estridente maquinaria. El Ayuntamiento no para. Pero, m¨¢s que irritados por las molestias, los ciudadanos se muestran curiosos y expectantes.Advirtiendo de que no es un documento "exhaustivo", el alcalde, Gonzalo Pi?eiro (PP), resume en 30 folios las acciones urban¨ªsticas puestas en marcha precisamente en el ¨²ltimo semestre: desde la espectacular remodelaci¨®n de la aludida avenida de la Reina Victoria y el paseo de Pereda hasta el simple arreglo de una pista de petanca, desde el asfaltado de 550.000 metros cuadrados hasta la gesti¨®n de 107.000 millones de pesetas en la legislatura, 14.000 aportados por la Uni¨®n Europea. Lo previsible es que renueve su mandato por otros cuatro a?os, con lo que sumar¨ªa tantos como Juan Hormaechea (Upca), pero muchos menos que el m¨¦dico Manuel Gonz¨¢lez, quien durante el franquismo gobern¨® 21 a?os.
Consejero de Turismo con Hormaechea hasta que dimiti¨® para facilitar la reprobaci¨®n del presidente de la comunidad, luego condenado, la verdad es que Pi?eiro ha sorprendido por la abundancia y el ritmo de sus iniciativas urban¨ªsticas. El vicepresidente primero del Gobierno central, Francisco ?lvarez Cascos, amigo suyo y con quien comparte las emociones de la pesca fluvial y la mar¨ªtima, allan¨® su camino hacia la alcald¨ªa. Santander aparecer¨¢ este verano m¨¢s atractivo y con mayor calidad de vida. El paseo de Pereda ha ganado m¨¢s de 1.000 metros cuadrados para los peatones. Paralelamente, desaparecida la v¨ªa f¨¦rrea, ha surgido un bello paseo ante la bah¨ªa, en cuyo saneamiento se invierten 12.000 millones. Los ciudadanos intentan ahora confortablemente sentados buscar nuevas perspectivas al soberbio paisaje que Gerardo Diego llam¨® "el gran prado azul".
La avenida de la Reina Victoria tambi¨¦n gana en atracci¨®n. Sin alterar sus principales elementos, se han resuelto armoniosamente ciertas carencias. El emblem¨¢tico paseo ha quedado iluminado en ambas m¨¢rgenes y su desgastado suelo ha sido sustituido por losas de hormig¨®n p¨¦treo y azul.
El Mercado del Este, de estilo neocl¨¢sico, clausurado en 1986 y que la izquierda quer¨ªa restaurar y la derecha derribar, ser¨¢ dentro de a?o y medio un gran centro cultural y comercial. Las obras acaban de iniciarse. Salvarle de la agon¨ªa costar¨¢ 1.300 millones.
Pero, mientras tanto, los barrios del extrarradio claman por sus carencias, en algunos casos muy severas.
La oposici¨®n, representada por Juan Jos¨¦ Sota (PSOE), no oculta su preocupaci¨®n por esa " alocada obsesi¨®n" de la corporaci¨®n en detrimento de los problemas reales de la ciudadan¨ªa: "En el desempleo, por ejemplo, no se ha hecho esfuerzo alguno por desarrollar una pol¨ªtica activa. Lo mismo ha ocurrido con las viviendas. La pol¨ªtica social es ramplona y cicatera. Del presupuesto de 22.000 millones s¨®lo se dedican 380 a los servicios sociales, incluida la partida de personal".
Obviamente, Pi?eiro se siente muy satisfecho. Su antecesor, Manuel Huerta (PP), le dej¨® una deuda de 27.000 millones. "La hemos reducido", afirma, "a 23.000 y la carga financiera ha bajado en casi 17 puntos. Adem¨¢s, desde hace dos a?os no acudimos a los bancos para solicitar nuevos cr¨¦ditos".
Acusado por algunos de sus colaboradores de tener un f¨¦rreo talante presidencialista y ser secundado por sus aguerridos "ministrucos", Pi?eiro no ve reparos en el matrimonio de populares y regionalistas que le ha facilitado hasta ahora la gesti¨®n, por lo que no le importar¨ªa repetir la f¨®rmula aunque, en el fondo, sue?e con la mayor¨ªa absoluta.
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