La precampa?a institucional de Zaplana contrast¨® con la b¨²squeda de la cohesi¨®n interna de Asunci¨®n

La ley proh¨ªbe solicitar el voto hasta el pistoletazo de salida de la campa?a electoral, pero todos los partidos toman posiciones para partir en situaci¨®n de ventaja. Eduardo Zaplana, desde su posici¨®n de presidente de la Generalitat, cuenta con innegable ventaja. Y se ha preocupado de atender sus posibles puntos d¨¦biles. El acuerdo para la recuperaci¨®n ambiental del r¨ªo Segura supone un tanto de primer orden. Antoni Asunci¨®n, su rival socialista, entretanto, ha calibrado la disposici¨®n de los militantes socialistas antes de lanzarse de lleno a la arena del circo electoral.

El Partido Popular acumulaba cerca del 70% del voto en la comarca de La Vega Baja. Todos los partidos han intentado cobrar ese fil¨®n electoral despu¨¦s de la dimisi¨®n de Luis Fernando Cartagena, que fuera consejero de Obras P¨²blicas e indiscutible alcalde de Orihuela. La grave contaminaci¨®n del r¨ªo Segura, despu¨¦s de a?os de sequ¨ªa, se convirti¨® en el odorante perfecto para convertir la suciedad en argumento electoral. Pero Zaplana ha sabido demostrar como nadie su calidad de oportunista. El pasado martes, el presidente de la Generalitat logr¨® sentar a la mesa a los representantes de la plataforma Pro-R¨ªo Segura para firmar un acuerdo de paz a partir de un compromiso de recuperaci¨®n ambiental del cauce. El caso ilustra la forma de proceder del presidente de la Generalitat a lo largo de toda la precampa?a. Zaplana ha descendido a la arena electoral como nadie, pero siempre desde su calidad de representante institucional. Asunci¨®n ha realizado una precampa?a marcada en buena parte por la improvisaci¨®n, tras asumir el reto de batirse con Zaplana a primeros del pasado mes de abril, inmediatamente despu¨¦s de la imprevista renuncia de Joan Romero. El candidato socialista se ha esforzado por lograr la cohesi¨®n interna del PSPV de cara a la campa?a electoral e intentar resta?ar, aunque s¨®lo sea temporalmente, las heridas de la crisis que atraviesan los socialistas valencianos desde su desalojo del poder en 1995. As¨ª lo acreditan sus m¨²ltiples reuniones en agrupaciones locales del PSPV y sus numerosas cenas con la militancia a lo largo de toda la Comunidad Valenciana. Esta prioridad se ha traducido en falta de coordinaci¨®n en cuestiones importantes como la elaboraci¨®n del programa electoral o en sus contados encuentros con colectivos c¨ªvicos. Sin embargo, el candidato socialista ha hecho del uso del valenciano en sus intervenciones uno de sus elementos diferenciales respecto a Zaplana. Sus propuestas program¨¢ticas se han centrado, esencialmente, en las pol¨ªticas de empleo, educaci¨®n, sanidad, servicios sociales y medio ambiente, relegando aspectos program¨¢ticos impulsados en su d¨ªa por Romero, como la cultura, el conflicto ling¨¹¨ªstico, las se?as de identidad propias y la autonom¨ªa del PSPV para emitir un discurso propio adaptado a la realidad valenciana. Asunci¨®n ha aprovechado con desigual resultado su experiencia como alcalde de Manises y presidente de la Diputaci¨®n de Valencia, lo que le ha permitido improvisar con mayor o menor acierto seg¨²n las ocasiones. El cabeza de cartel del PSPV ha puesto especial ¨¦nfasis en propiciar debates cara a cara con el popular Eduardo Zaplana, aunque s¨®lo ha conseguido el de la SER En la precampa?a socialista, Asunci¨®n ha aparecido siempre acompa?ado por la presidenta de la gestora, Juana Serna. Una presencia interpretada por unos como una demostraci¨®n de apoyo y, por otros, como muestra de una tutela ejercida por la organizaci¨®n federal. Esquerra Unida ha realizado una precampa?a sencilla y clara basada en el mensaje m¨¢s que en su candidato, Joan Rib¨®. EU ha optado por recorrer todos los colectivos progresistas m¨¢s o menos afines, lanzar mensajes sectoriales concretos y poner a sus principales candidatos a hacer trabajo de hormiguita entre asociaciones y colectivos. Durante la precampa?a, Esquerra Unida ha lanzado los que ser¨¢n sus principales ejes de la campa?a: la creaci¨®n de empleo (35 horas semanales o control r¨ªgido a las empresas de trabajo temporal), la defensa de la unidad del catal¨¢n y de la universidad como instituci¨®n con competencias ling¨¹¨ªsticas, y su compromiso en materia de medio ambiente. Un discurso que ha acentuado para evitar las posibles p¨¦rdidas generadas por la ruptura de la coalici¨®n con Els Verds. Uni¨®n Valenciana apenas se ha apoyado en la primera instituci¨®n que controla, las Cortes Valencianas, para apoyar su mensaje en precampa?a. Los regionalistas han insistido en denunciar el peligro que entra?an las mayor¨ªas absolutas de uno y otro signo, para sostener un rentable papel como partido bisagra. El Bloc Nacionalista Valenci¨¤ ha entrado en la precampa?a con un despliegue de medios impropio de una formaci¨®n extraparlamentaria. El BNV se ha presentado como la ¨²nica oferta electoral realmente ilusionante y ha capitalizado su coalici¨®n con Els Verds como garant¨ªa de una opci¨®n que se presenta como decisiva.