Elogio de la impureza
S¨®lo en Sevilla puede ocurrir que una procesi¨®n coincida en su recorrido con el concierto de la orquesta rumana Fanfare Ciocarla en la plaza del Salvador. Durante unos minutos, en el aire chocan los metales y los tambores piadosos con los metales y los tambores festivos de los gitanos balc¨¢nicos. Y no pasa nada desagradable. La segunda edici¨®n de M¨²sica de los Pueblos, extraordinario festival dedicado a esas m¨²sicas equ¨ªvocamente denominadas ¨¦tnicas o mestizas, ocupa gozosamente tres plazas sevillanas y el Palacio de los Deportes. Una ocupaci¨®n pac¨ªfica que cuenta con curiosos y seguidores fan¨¢ticos. La world music puede captar la atenci¨®n de paseantes ociosos y vecinos que se asoman a los balcones pero atrae a un p¨²blico maduro y singular. En esencia, exiliados que huyen del rock buscando novedades. Tambi¨¦n se suma la quinta del 0,7% y no faltan desarrapadas cuadrillas donde se funde lo hippy con lo punky, que exhiben sus habilidades en los juegos malabares o preparan el inevitable calimocho. Pero no es cuesti¨®n de trivializar. Los que profundizan en esas m¨²sicas terminan por modificar su visi¨®n de las diferentes culturas. Manuel Grosso, que fue director de los Encuentros de Nueva M¨²sica, evoca en Radio 3 -que transmite estos conciertos- el caso de Ben Muqaddam Ibn Mu"afa, alias el Ciego de Cabra, poeta andalus¨ª del siglo X que no existe para nuestros manuales de literatura pero cuyos hallazgos est¨¢n presentes en el ra? argelino, en la sofisticada canci¨®n cl¨¢sica egipcia o en juegos infantiles del Yemen: "?Existe otro poeta en Espa?a cuya obra se mantenga viva nueve siglos despu¨¦s de su muerte?". Las fronteras musicales son mucho m¨¢s porosas de lo que nos quieren hacer creer los magos de las radiof¨®rmulas. Territorios de la Mediterran¨ªa ha contado con el din¨¢mico int¨¦rprete israel¨ª David Broza, que triunf¨® en su pa¨ªs con adaptaciones al hebreo de Serrat, Paco Ib¨¢?ez y Manzanita. Rimitti, la legendaria pionera del ra? de Or¨¢n, se dio a conocer a los 70 a?os con un disco de fusi¨®n donde colaboraban el guitarrista Robert Fripp, de King Crimson, y el bajista Flea, de los Red Hot Chili Peppers. A Rimitti, como a los viejitos cubanos, le ha llegado el reconocimiento en edad tard¨ªa pero no quiere dejar de apurar hasta la ¨²ltima gota. El viernes, Rimitti no abandon¨® el escenario del Palacio de los Deportes hasta bien pasadas las cuatro de la madrugada. Establecer el mapa de influencias, deudas y or¨ªgenes de las diferentes m¨²sicas mediterr¨¢neas puede ser un interesante ejercicio intelectual pero resulta in¨²til. Tanto como buscar m¨²sicas nacidas en las islas y en las orillas del Mediterr¨¢neo, marcado por el comercio y las invasiones. La int¨¦rprete Nena Venetsanou no se disculpa por volcar al griego poemas de Garc¨ªa Lorca y encajarlos en las estructuras de la m¨²sica entechni: "Hace siglos, ustedes hispanizaron a El Greco". Para casi todos los participantes, actuar en Sevilla supone algo m¨¢s que un compromiso contractual. Las barcelonesas Silvia Comes y Lidia Pujol incluyen en sus repertorios abundantes adaptaciones de poemas de Cernuda. La Orquesta Andalus¨ª de T¨¢nger se internacionaliz¨® con El Lebrijano y fundi¨¦ndose en el auditorio de La Cartuja con el compositor brit¨¢nico Michael Nyman. Khaled, estrella m¨¢xima de Argelia, sabe que su presencia en un escenario andaluz aporta fuerzas a esos magreb¨ªes varados en nuestras tierras. Pese a que buena parte de la industria discogr¨¢fica apuesta por m¨²sicas de usar y tirar, por los resquicios del mercado se cuelan sonidos que reflejan lo mejor que puede ofrecer el ser humano en lucha contra la adversidad y los fanatismos.
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