El mejor de los escenarios

El Bloc Nacionalista Valenci¨¤, en coalici¨®n con Els Verds, afronta la cita electoral del 13 de junio en una coyuntura pol¨ªtica que nunca antes hab¨ªa disfrutado. Los nacionalistas han sufrido hist¨®ricamente en su empe?o por consolidar una conciencia valenciana en una sociedad desvertebrada. La Unitat del Poble Valenci¨¤ naci¨® en el peor momento. La organizaci¨®n federal del PSOE hab¨ªa engullido la vertiente nacionalista del socialismo valenciano como parte de una poderosa estrategia que culmin¨® con la primera mayor¨ªa absoluta de Felipe Gonz¨¢lez en el Congreso de los Diputados. El Partido Dem¨®crata Liberal, que encabezaba Francesc Burguera, se diluy¨® en el seno de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico. El primer embri¨®n de la UPV surgi¨® cuando el discurso nacionalista carec¨ªa de un referente claro. Las heridas abiertas despu¨¦s de la denominada Batalla de Valencia imped¨ªan cualquier vinculaci¨®n con las bases de la futura Uni¨®n Valenciana, una formaci¨®n que naci¨® unos a?os m¨¢s tarde. No es raro que Pere Mayor, candidato del BNV a la presidencia de la Generalitat, haya reconocido que los nacionalistas son una fuerza pol¨ªtica condenada a generar sus propios votantes. Los nacionalistas sumaron 58.000 votos en las elecciones auton¨®micas de 1983, un respaldo que les permiti¨® afianzarse como partido pol¨ªtico. El grueso del voto se concentraba entonces y ahora en la provincia de Valencia. Un a?o despu¨¦s, la entonces Unitat del Poble Valenci¨¤ eligi¨® a su primer secretario general y se organiz¨® con una estructura pol¨ªtica tradicional. Las elecciones generales de 1986 supusieron un duro golpe para los nacionalistas, que sufrieron un retroceso de 20.000 votos. Pero esa tendencia es habitual en las convocatorias de ¨¢mbito estatal donde el denominado voto ¨²til prima sobre la conciencia nacionalista. El espectro de votantes del actual BNV se identifica con posiciones que van desde el centro izquierda hasta la izquierda m¨¢s radical. Parec¨ªa razonable intentar ganar presencia parlamentaria y protagonismo pol¨ªtico a trav¨¦s de una coalici¨®n. Esquerra Unida estaba controlada entonces controlada por los sectores menos ortodoxos y proced¨ªa de unas elecciones generales en las que los resultados de la coalici¨®n de izquierdas fueron muy pobres. El pact¨® se cerr¨® y los nacionalistas acudieron a las elecciones auton¨®micas de 1987 en coalici¨®n con Esquerra Unida. El acuerdo se aprob¨® por la m¨ªnima en el seno de UPV, pero los nacionalistas lograron dos esca?os en las Cortes. Poco despu¨¦s se constituyeron en Grupo Mixto. Los dos partidos hab¨ªan reunido el dinero suficiente para pagar la entrada, seg¨²n cuenta Mayor, pero una vez dentro del cine optaron por sentarse en butacas separadas. Los nacionalistas lograron su mejor resultado en las elecciones auton¨®micas de 1991 con 74.000 votos, un 3,7% del censo total, pero muy por debajo del porcentaje m¨ªnimo para obtener representaci¨®n parlamentaria. Los resultados municipales en la misma fecha fueron sorprendentemente mucho m¨¢s bajos. La experiencia de los nacionalistas en las elecciones europeas ha tenido dos fases. En 1987 y 1989 los nacionalistas valencianos se sumaron a una coalici¨®n que lideraba Euskadiko Ezkerra. En 1994 llegaron a un acuerdo con los nacionalistas catalanes, de CiU que se mantiene vigente en la actualidad. La apuesta les cost¨® a los nacionalistas un serio debate interno en torno a una supuesta derechizaci¨®n del partido. Pero los electores se mantuvieron fieles. UPV logr¨® renovar los 74.000 votos obtenidos en 1991 pero, curiosamente, en el ¨¢mbito municipal. Sin embargo, perdi¨® cerca de 10.000 votos en la convocatoria auton¨®mica paralela. La batalla electoral en 1995 se hab¨ªa concentrado entre populares y socialistas y, una vez m¨¢s, el voto ¨²til castig¨® a los representantes de la conciencia nacional valenciana. Los nacionalistas, sin embargo, conservaron una importante influencia en el ¨¢mbito municipal, pero su pol¨ªtica ha sido err¨¢tica y muy ajustada a exigencias estrictamente locales. El ¨¦xito de los nacionalistas gallegos en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas fue asumido como propio por sus colegas valencianos. La acumulaci¨®n de varios grupos menores se transform¨® en el Bloc Nacionalista Valenci¨¤, en paralelo a la oferta del Bloque Nacionalista Galego. Los problemas internos que han atravesado el PSPV y Esquerra Unida durante la presente legislatura han dado alas a los nacionalistas valencianos. Sus votantes se solapan ideol¨®gicamente de forma milim¨¦trica con los dos partidos mayoritarios de izquierda y el descontento entre el electorado socialista y de EU puede beneficiarles. La coalici¨®n con Els Verds ha sido la ¨²ltima nota de color. El BNV dispone de medios y se atribuye el ¨²nico discurso ilusionante ante la inminente cita electoral. El 5% sigue siendo un list¨®n muy alto, pero los nacionalistas no renuncian a constituirse en bisagra en las Cortes Valencianas. Por eso se presentan como L"opci¨® decisiva.