Un joven comunista de 23 a?os que quiere ir al grano
Cuando el actual alcalde de Gav¨¤, el socialista D¨ªdac Pesta?a, empez¨® a regir los destinos de esta ciudad mediana del Baix Llobregat, en 1985, Jaume Grau aprend¨ªa a multiplicar y dividir por m¨¢s de una cifra. No es que siguiera un curso de alfabetizaci¨®n para adultos: simplemente era lo que le tocaba para su edad, nueve a?os, y su curso, cuarto de EGB. Desde entonces, super¨® la ense?anza primaria, el BUP y estar¨¢ a punto de acabar la carrera de Biolog¨ªa cuando el 13 de junio se enfrente a Pesta?a como candidato a la alcald¨ªa por Esquerra Unida i Alternativa (EUiA). Con 23 a?os, Jaume Grau es el alcaldable m¨¢s joven del Baix Llobregat. Su juventud, sin embargo, no desentona en una candidatura cuyos tres primeros puestos suman una media de edad de 24 a?os. Se trata, en palabras del portavoz municipal de EUiA en Gav¨¤, Antoni Bosch, de una apuesta para que "ellos dirijan la segunda transici¨®n". "Nosotros entramos en pol¨ªtica a finales del franquismo o en la transici¨®n y ten¨ªamos esta edad". Un franquismo que Grau no lleg¨® a sufrir. Cuando naci¨®, Espa?a votaba la reforma y a¨²n faltaban tres a?os para las primeras elecciones municipales democr¨¢ticas. Sus primeros recuerdos pol¨ªticos no se remontan m¨¢s all¨¢ del refer¨¦ndum sobre la permanencia en la OTAN. Entonces, Grau dibujaba en el colegio carteles con el lema OTAN no y el logotipo del PSUC que ¨¦l mismo colgaba en las paredes. Su padre, anarquista desde siempre, le preguntaba por qu¨¦ los firmaba como PSUC. "Porque me gusta el nombre", contestaba. Es evidente que un padre ¨¢crata no pudo echarle a andar por la senda del comunismo, aunque s¨ª por la autopista de muchos carriles del progresismo. Los primeros a?os escolares de Grau discurrieron en una escuela naturista en la que le inscribieron sus padres, vegetarianos y seguidores de esta filosof¨ªa. La educaci¨®n b¨¢sica la complet¨® en la escuela Domar de Castelldefels, un centro activo creado como una cooperativa de padres que r¨¢pidamente adquiri¨® enorme popularidad como sanct¨®rum de la educaci¨®n progresista en la zona hasta el punto de que a¨²n hoy, reconvertida en escuela p¨²blica, muchas familias se empadronan fraudulentamente en Castelldefels para que sus hijos acudan a recibir clases. Con estos mimbres construy¨® Grau la estructura de su cesto ideol¨®gico. Lo del comunismo, pues, fue m¨¢s fruto de la casualidad. Cosa de las amistades, como suelen justificar los padres las conductas de sus hijos. El caso es que Grau conoci¨® a militantes del PCC en los mercados ambulantes en los que sus padres venden productos de herborister¨ªa y diet¨¦tica, y a los 18 a?os, poco antes de las ¨²ltimas elecciones municipales, llam¨® a las puertas de Iniciativa per Catalunya de Gav¨¤. Desde entonces, la vor¨¢gine: fue coordinador local de la organizaci¨®n juvenil de IC, vivi¨® la ruptura del partido presidido por Rafael Rib¨® y, como la pr¨¢ctica totalidad de los militantes en Gav¨¤, lo abandon¨®, y ahora aparece en los carteles electorales de EUiA. "Todo sucedi¨® de forma natural", explica para restar importancia al v¨¦rtigo. Una ruptura, la de IC, que no le ha hecho perder un ¨¢pice de optimismo. "Fue muy desilusionante, pero m¨¢s que nada porque qued¨® en evidencia que los dirigentes, que deb¨ªan ser nuestro ejemplo, no eran m¨¢s que imagen", indica. Una supuesta incoherencia de la que el candidato de EUiA asegura huir como de la peste. "En la vida privada sigo la misma coherencia que en la vida pol¨ªtica", indica. Coherencia a lo que algunos de los que le han empezado a tratar pol¨ªticamente llaman intransigencia o falta de capacidad negociadora, aunque lo atribuyan a su biso?ez. ?l lo niega: "He aprendido siempre de las personas que me rodean y he rectificado muchas veces". Eso s¨ª, reconoce que siempre va al grano. Un estilo con el que quiere entrar en el Ayuntamiento. "Pretendemos llevar desinhibici¨®n a los plenos municipales y en esto se puede notar el cambio. Seremos educados, pero sin cortarnos", dice. El plural no es mayest¨¢tico: Grau aspira no s¨®lo a mantener la actual representaci¨®n de EUiA -dos concejales-, sino incluso a aumentarla. "Nuestras expectativas dependen de la ilusi¨®n que sepamos generar", a?ade. Los servicios a los j¨®venes -como no pod¨ªa ser de otra manera, por la edad de los principales candidatos y porque se incorporan 2.000 nuevos votantes- constituyen una de las patas del tr¨ªpode program¨¢tico de EUiA. El medio ambiente y la democracia de base son las otras dos. "Que el pueblo se conciencie de que la democracia puede ser otra cosa, que los ciudadanos se sientan protagonistas", ¨¦se es su objetivo. Utiliza la palabra refer¨¦ndum con la misma asiduidad con que la mayor¨ªa de su generaci¨®n emplea guai. Participaci¨®n que, dice, no ha potenciado el equipo de gobierno del PSC, al que acusa de "gobernar autoritariamente". No le da miedo afrontar su primera campa?a electoral. En todo caso, lamenta que durante unas semanas deber¨¢ dejar de lado otra de sus grandes pasiones: la obra de John R. Tolkien. Grau pertenece desde los 14 a?os a una asociaci¨®n de adictos al autor de El se?or de los anillos que cuenta con miembros en toda Espa?a. Un mundo fant¨¢stico para contraponer al previsible mundo de la actividad pol¨ªtica.
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