Espinosa subvenciona a un organismo del que es director en excedencia

El responsable de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional (AECI) del Ministerio de Asuntos Exteriores, el valenciano Luis Espinosa, ha subvencionado y otorgado un papel relevante en la asistencia tur¨ªstica a Per¨² a un ¨®rgano del que es director general en excedencia, el Consejo de C¨¢maras Oficiales de la Comunidad Valenciana. Espinosa fue, durante 25 d¨ªas, en mayo de 1996, director general del Consejo, un cargo que podr¨¢ recuperar cuando cese como secretario general de la AECI.

Espinosa, que administra 50.000 millones de pesetas de la cooperaci¨®n, dej¨® la secretar¨ªa general de la Confederaci¨®n Empresarial Valenciana (CEV) el 3 de mayo de 1996 tras recibir una gratificaci¨®n de 10 millones. Un equipo de inspectores de Trabajo investigaba ya entonces en la sede de la patronal las presuntas irregularidades cometidas por la CEV en la gesti¨®n de los fondos p¨²blicos para la formaci¨®n continua. En el informe que fiscaliza la gesti¨®n de esos fondos, el Tribunal de Cuentas confirm¨® las irregularidades e inst¨® a la fiscal¨ªa a abrir diligencias penales. El juzgado de Instrucic¨®n n¨²mero 9 de Valencia ha citado a Espinosa a declarar en calidad de imputado el 16 de junio. A finales de abril de 1996 era ya vox populi en el Ministerio de Asuntos Exteriores que el titular de la cartera iba a ser Abel Matutes, que su secretario de Estado de Cooperaci¨®n ser¨ªa Fernando Villalonga, hasta entonces consejero de Cultura y Educaci¨®n de la Generalitat valenciana, y que un gestor procedente de la patronal valenciana dirigir¨ªa la agencia de cooperaci¨®n. Espinosa era considerado cercano al PP y representa a ese partido en el consejo de administraci¨®n de R¨¤dio Televisi¨® Valenciana (RTVV). A¨²n as¨ª, el consejero de Industria y Comercio, Diego Such, cre¨® a principios de mayo de 1996 un nuevo cargo en el Consejo de C¨¢maras, el de director general, y nombr¨® para ocuparlo a Espinosa el 6 de mayo. El puesto de director no estaba contemplado en la ley auton¨®mica de 1993 que regula a las c¨¢maras. Espinosa estuvo poco tiempo en el cargo. Lo que los funcionarios de Exteriores anticipaban en abril se produjo y, el 24 de mayo de 1996, el Consejo de Ministros le nombr¨® secretario general de la AECI con rango de subsecretario. El 30 de mayo, Espinosa pidi¨® la excedencia forzosa al Consejo, que se la concedi¨® al d¨ªa siguiente. Sus 24 d¨ªas en ese ¨®rgano de coordinaci¨®n de las C¨¢maras de Comercio e Industria, al que acudi¨® durante menos de dos semanas, y la excedencia que le concedi¨® levantaron algunas ampollas. El Sindicato Independiente aleg¨® que el puesto de director general era pol¨ªtico, porque su funci¨®n era representativa y, por tanto, la excedencia es "inviable jur¨ªdicamente". Ferm¨ªn Palacios, enlace sindical, present¨® recursos, que fueron todos rechazados, ante el Consejo de C¨¢maras, la Consejer¨ªa de Industria y Comercio y el Ministerio de Administraciones P¨²blicas. Ahora el asunto est¨¢ en la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Aunque breve, la relaci¨®n de Espinosa con el Consejo ha sido provechosa para esta instituci¨®n. A los seis meses del desembarco de Espinosa en la AECI, ¨¦sta firm¨® con el Ministerio de Turismo de Per¨² un plan de desarrollo estrat¨¦gico del sector tur¨ªstico financiado con 420 millones de pesetas, a los que la parte peruana a?ade una cantidad equivalente y en el que la principal instituci¨®n colaboradora espa?ola es el Consejo de C¨¢maras. Su directora general en funciones, Carmen de Miguel, la sustituta de Espinosa, puso en marcha un programa de "calificaci¨®n de recursos humanos del sector tur¨ªstico". El plan expira este a?o pero, seg¨²n la Oficina de Cooperaci¨®n espa?ola en Lima, se prorrogar¨¢ otros tres a?os y "el Consejo se convertir¨¢ en la instituci¨®n soporte para tareas mucho m¨¢s amplias", que abarcar¨¢n desde la estad¨ªstica hasta la planificaci¨®n.