"Poco honrado s¨ª, pero ?un asesino?"
"?Aspecto de asesino o algo que nos hiciera sospechar? Al contrario. Nos hemos quedado de piedra. F¨ªjate en la persona m¨¢s inofensiva de tu oficina; ¨¦se podr¨ªa ser ¨¦l. No es santo de mi devoci¨®n. Tampoco es honrado. Le gusta vivir, a poder ser sin trabajar. Pero asesino...". Los profesionales del gremio de la hosteler¨ªa describen a Juan Luis (Koldo) Larra?aga como un hombre "ambicioso", un empresario que dej¨® numerosas pellas entre sus clientes, pero lo recuerdan como una persona "nada violenta". La Ertzaintza tiene una opini¨®n m¨¢s truculenta. Asegura que ¨¦l es el autor del degollamiento de la abogada Bego?a Rubio y del asesinato de Agust¨ªn Ruiz, empresario de m¨¢quinas tragaperras; y que tambi¨¦n particip¨® de forma directa en los homicidios de la profesora de ingl¨¦s descuartizada, Esther Areitio, y del cordelero Acacio Pereira. El presunto asesino en serie ha tenido una vida agitada, desde que naci¨® en Azkoitia hace 38 a?os. Su vocaci¨®n iba dirigida hacia el magisterio. Con 17 a?os, sali¨® por primera vez de su pueblo natal para intentar estudiar esta carrera en Vitoria, pero no lo consigui¨®. Lo m¨¢s cercano que lleg¨® a esta profesi¨®n fue una experiencia como profesor de euskera en la academia IKA de Vitoria, hace una d¨¦cada. As¨ª lo aseguran, al menos, algunos conocidos. "Estuvo impartiendo clases hace mucho", recuerdan. "Era muy inconstante y por eso dur¨® muy poco all¨ª, algo que requiere disciplina", a?ade una persona muy pr¨®xima a su familia. Por aquel entonces, Juan Luis ya empezaba a hacerse conocer entre sus nuevos conciudadanos. "Antes de separarse AEK de IKA se le pod¨ªa ver en fiestas de La Blanca en las txosnas, en aquella ¨¦poca en la que funcionaban tan bien en La Florida", comenta un viejo conocido. Pero Larra?aga ten¨ªa unas aspiraciones m¨¢s elevadas. Su falta de formaci¨®n la trat¨® de suplir con su habilidad para los negocios, al menos para emprenderlos. Se introdujo en la vida de los comerciales de la hosteler¨ªa. "Durante un par de a?os", seg¨²n se esfuerzan en recordar los profesionales del gremio, "abri¨® con otro socio una empresa de importaci¨®n de cerveza". Estas mismas fuentes -numerosas- aseguran que dej¨® a deber a varios de sus clientes. Al tiempo que importaba bebidas alcoh¨®licas, tambi¨¦n se introdujo en la compra-venta de veh¨ªculos, e incluso otros conocidos suyos afirman que lleg¨® a abrir un criadero de caballos. Ninguno de estos negocios lleg¨® a fructificar. Padre de un hijo Juan Luis Larra?aga tampoco ha tenido demasiado ¨¦xito en el terreno familiar. Se cas¨® con una vitoriana, Dorleta, su novia "de toda la vida". Tuvieron un hijo, que ya ha cumplido los nueve a?os. Pero hace a?o y medio se separ¨®, sin llegar a formalizar los documentos del divorcio. Los motivos de la ruptura no hay que encontrarlos en episodios violentos, ni malos tratos. "Su mujer incluso llam¨® alarmada al juzgado cuando vio que algunos peri¨®dicos dec¨ªan que su marido la hab¨ªa asesinado", relata una amiga de la infancia, quien destaca el trato "tan amable y educado que dispensaba a su familia". "Este hombre ha demostrado que posee una doble vida: era irresponsable con el trabajo, pero se hac¨ªa querer como nadie. El trato con sus hermanos, sobrinos, y con todo el que le conoc¨ªa era muy agradable. Pod¨ªas pasarte un a?o sin verle y, si te ve¨ªa en la calle, iba a saludarte e interesarse por ti", a?ade. Otra persona, profesora de la ikastola donde estudiaba su hijo, recuerda al Juan Luis padre: "Siempre acud¨ªa a buscar a su hijo. Le acompa?aba a todo, fueran cursos o actividades extraescolares". Juan Luis y Dorleta no siguieron juntos sobre todo por la zozobra econ¨®mica en que viv¨ªa el matrimonio, y posiblemente por las sospechas de ella de que ¨¦l manten¨ªa otra relaci¨®n. Ahora conviv¨ªa en Madrid con su nueva novia. All¨ª, en el barrio de La Latina, lo encontr¨® la Ertzaintza cuando pretend¨ªa acceder al piso el pasado s¨¢bado por la tarde. A partir de aquel momento aflor¨® la personalidad oculta de Larra?aga, un hombre corpulento, fuerte y alto que, seg¨²n la Polic¨ªa vasca, mat¨® a sangre fr¨ªa a sus cuatro v¨ªctimas. Cargado de expedientes Juan Luis Larra?aga es, seg¨²n la Ertzaintza, un hombre cargado de expedientes, que ha sobrevivido en el mundo de los negocios gracias a su habilidad para escurrir el bulto despu¨¦s de enga?ar a mucha gente con la que trabajaba y de conseguir dinero de cualquier manera menos trabajando. Sin embargo, aunque ten¨ªa antecedentes policiales, nunca hab¨ªa estado en la c¨¢rcel, posiblemente porque gran parte de su actividad era dejar de pagar muchas de las cosas que adquir¨ªa para sus sucesivos negocios. Y, pese a todo, sus allegados viv¨ªan enga?ados. "Juan Luis no tiene dinero, pero nunca se ha preocupado por ¨¦l", respondi¨® la familia cuando aparecieron agentes de la Ertzaintza indagando por las andanzas del sospechoso. "Est¨¢n muy equivocados, hay poca gente que tengamos fichada con un expediente tan amplio", replicaron los polic¨ªas.
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