El reparto de la culpa o de los medios

Las estad¨ªsticas de la Iglesia en Espa?a, que ya se pueden consultar en Internet (www.conferenciaepiscopal.es), demuestran que los obispos catalanes tienen un problema: su iglesia va peor que en el resto de Espa?a. Tienen menos parroquias, el n¨²mero de sacerdotes se reduce sin remedio, sus seminarios est¨¢n m¨¢s vac¨ªos y, por hablar de dinero, Barcelona es la provincia en la que menos contribuyentes asignan a la Iglesia el porcentaje de sus impuestos en el IRPF. Lo hace s¨®lo el 20,16%, 13 puntos por debajo de la media nacional. Aunque el resto de las provincias catalanas sube un poco la media, el conjunto de la comunidad, con el 22,26%, sigue muy lejos del porcentaje estatal, el 42,73%, y lo cierto es que las cosas empeoran a?o tras a?o.Algunos prelados de la Conferencia Episcopal Espa?ola suelen echar en cara esa situaci¨®n a sus colegas catalanes, todos nacidos en Catalu?a menos el cardenal de Barcelona, Carles Gordo, y el obispo de Tortosa, Salinas Vi?als, valencianos.

Pues bien, la defensa de los eclesi¨¢sticos catalanes, muchas veces, es el ataque, si se permite la licencia. "En un pa¨ªs de gran sentimiento nacionalista es imposible conectar con el pueblo sin compartir sus sentimientos, cuando no atac¨¢ndolos", afirma un p¨¢rroco.

La pol¨¦mica retirada por la Generalitat de tres licencias de FM a la cadena Cope es un ejemplo que se escucha tambi¨¦n en todos los interlocutores. Es imposible que la Iglesia avance en Catalu?a mientras desde Madrid (para el clero catal¨¢n, la Cope es Madrid: las di¨®cesis de esa comunidad se desprendieron de sus propiedades en la cadena de radio hace algunos a?os), se ataca un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n los sentimientos de este pueblo a trav¨¦s de importantes comunicadores que a veces parecen hablar en nombre de la Iglesia, se lamentan, casi a coro.

El obispo de Girona, Jaume Camprodr¨®n, dijo ayer que la revocaci¨®n de esas licencias de la Cope "no va contra la libertad de expresi¨®n". "Una cosa es retirarlas y otra no renovarlas", explic¨®, antes de mostrar su convencimiento de que en la decisi¨®n de la Generalitat "no hay ninguna infracci¨®n legal".

Lo raro es que el prelado de Girona se haya atrevido a hablar en uno u otro sentido. El pasado 13 de mayo lo hizo el obispo auxiliar de Barcelona Joan Carrera y un peri¨®dico de Madrid recogi¨® meticulosamente lo contrario de lo que hab¨ªa dicho. Carrera se molest¨® en enviar una rectificaci¨®n y el mismo peri¨®dico conservador la recogi¨®, pero s¨®lo en su edici¨®n de Barcelona.