Poniente

JOSEP TORRENT Fue en el 95. El viento de poniente tra¨ªa esc¨¢ndalos, corrupciones, filesas, roldanes, herman¨ªsimos, comisionistas y toda una letan¨ªa de cargos contra los socialistas que acabaron por abrasar a Joan Lerma quien, en su ingenuidad, cre¨ªa que aquella ventolera de fuego no le iba a afectar porque se sent¨ªa, con raz¨®n, limpio de polvo y paja. No son ¨¦stos aquellos tiempos, y desde la meseta s¨®lo llega el calor provocado por los incendios de los almacenes de lino y el tedio de una campa?a que aburre a las ovejas por su inanidad. Zaplana, en consecuencia, si algun lejan¨ªsimo riesgo corre es el de morir por la apat¨ªa de su electorado. De ah¨ª que hace unos d¨ªas pusiera a sus tropas al trote no fuera cosa que de tanto enfriar la campa?a, acabaran sus votantes congelados. Para calentar la cosa salieron Olivas, Villaescusa y, tronante, Esteban Gonz¨¢lez con insinuaciones sobre las empresas de Antoni Asunci¨®n. Pero ayer, el candidato del PP a la presidencia de la Generalitat mand¨® parar y colocar en la nevera a su levantisca infanter¨ªa. En medio, una suerte de c¨¢bala lanzada por los socialistas sobre el uso del ¨¢rabe y la necesidad de traductores por parte de Zaplana. As¨ª que los ciudadanos, supuestos destinatarios de los mensajes de los pol¨ªticos, nos hemos quedado a dos velas y con la sensaci¨®n de que los dos grandes han iniciado una guerra fr¨ªa, con escalada armament¨ªstica incluida. Todo un detalle para fomentar la participaci¨®n el pr¨®ximo 13-J, que se anuncia escasa. El calentur¨®n de estos d¨ªas, sin embargo, puede reproducirse a partir del lunes seg¨²n pinten las encuestas que se publicar¨¢n el pr¨®ximo domingo. De momento, constatar que el PP siente una inquietud l¨®gica que no llega al nerviosismo y que los socialistas conf¨ªan en la recta final para, como casi siempre, recortar distancias. Y en el inter¨ªn, la ya practicamente segura presencia de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en la plaza de toros de Valencia el jueves de la semana que viene para echarle una mano a Zaplana, pese a que se hab¨ªa dicho lo contrario. El candidato del PP no sufrir¨¢ el viento de poniente, pero s¨ª el del sudeste.