Encrucijada en un municipio de paso
Casi nadie conoce Amorebieta. Miles de personas pueden decir que la han visto o la ven a diario desde la ventanilla de su autom¨®vil camino de otro lugar. Pero no se han parado a conocer la quietud del barrio de Larrea, con el Santuario de la Virgen del Carmen, importante cuna de la cultura vizca¨ªna y testigo del trabajo del padre Santi Onaindia, referente imprescindible de la cultura euskald¨²n en la segunda mitad de este siglo, ni sus 17 ermitas y sus otros n¨²cleos rurales. Y es que esta localidad es un importante cruce de caminos, punto de encuentro de v¨ªas de comunicaci¨®n que vertebran el Pa¨ªs Vasco y unen a ¨¦ste con la meseta, pero generalmente es un lugar de paso para el viajero, como lo demuestra el hecho de que su primer hotel se va a inaugurar este mismo a?o. Tres carreteras de primer orden confluyen aqu¨ª: la autopista A-8 Bilbao-Behobia, la N-634 y el vial que atraviesa Arratia y discurre por el puerto de Bar¨¢zar hacia ?lava. La nueva variante, que se inaugur¨® hace seis a?os con el objetivo de descargar de tr¨¢fico el centro, y la v¨ªa f¨¦rrea Bilbao-Ir¨²n acaban de configurar un paisaje que, visto desde las cumbres vecinas, se asemeja a un islote urbano rodeado de canales de asfalto. Esa situaci¨®n y su car¨¢cter de nudo de comunicaciones son la principal causa de las posibilidades de desarrollo de Amorebieta-Etxano (seg¨²n la nomenclatura oficial, que perdura desde el franquismo con la ¨²nica sustituci¨®n de la tx por la ch castellana), pero tambi¨¦n de los graves problemas de tr¨¢fico y poluci¨®n que ha padecido y padece, a pesar de los esfuerzos realizados en ese sentido por las instituciones y del evidente alivio que supuso la apertura de la variante. Sobre el primer aspecto se ha escrito y hablado mucho en los ¨²ltimos tiempos, sobre todo unido al posible proyecto de f¨¢brica de autom¨®viles promovida por el ingeniero y ejecutivo Jos¨¦ Ignacio L¨®pez de Arriort¨²a. "Es la quimera del oro. Nos lo vendieron como el proyecto que iba a relanzar el pueblo y todos sabemos que nunca ser¨¢ realidad", argumenta Borja, de 29 a?os, trabajador del sector industrial. Sin embargo, dejando a un lado el car¨¢cter anecd¨®tico con el que, posiblemente, pase a la historia el citado proyecto, no deja de ser verdad que las caracter¨ªsticas anteriormente citadas han permitido poner en marcha una importante infraestructura industrial, gracias a la cual, en gran medida, el paro se ha reducido casi a la mitad desde 1995. Las nuevas industrias se han concentrado hasta ahora en uno de los dos pol¨ªgonos situados en las afueras, propiedad de la sociedad Bizkailur, y corresponden a diferentes sectores de actividad, como las empresas auxiliares del autom¨®vil o el reciclaje (el pasado a?o se inaugur¨® la seg¨²nda planta de tratamiento de envases y embalajes de Vizcaya). El otro pol¨ªgono, situado en el alto de Boroa, tiene 1.084.000 metros cuadrados y estaba destinado inicialmente a acoger el proyecto de Arriort¨²a. Evidentemente todav¨ªa no est¨¢ ocupado, aunque los gestores locales est¨¢n convencidos de que no habr¨¢ ning¨²n problema para atraer nuevas inversiones. La otra gran cuesti¨®n es el tr¨¢fico. Una encuesta encargada por el Ayuntamiento y publicada en noviembre de 1998 indica que la congesti¨®n que padece el casco urbano es la principal preocupaci¨®n de los vecinos, por delante del paro. La variante ha ayudado, pero no ha sido suficiente, y presenta una anormal cifra de accidentes mortales desde su inauguraci¨®n. El tr¨¢fico entre Bilbao y San Sebasti¨¢n en ambas direcciones ya no pasa por el centro, pero no ocurre lo mismo con los autom¨®viles que vienen de Lemoa y de Gernika, estos ¨²ltimos sobre todo en verano como consecuencia de los desplazamientos masivos a las playas. La soluci¨®n definitiva a este problema ser¨¢ un nuevo vial que enlazar¨¢ el barrio lemoarra de Bolunburu y el zornotzarra de Boroa. Este proyecto a¨²n no tiene fecha de realizaci¨®n y es una de la cuentas pendientes para la nueva corporaci¨®n. Cuando est¨¦ finalizado deber¨ªa permitir mejoras urban¨ªsticas. "Todav¨ªa el centro de Amorebieta no es una calle, sino una traves¨ªa; no se ha conseguido que la disminuci¨®n del tr¨¢fico tenga consecuencias en el dise?o urban¨ªstico del casco urbano", critica Jos¨¦ Antonio Zamalloa, ex concejal de HB y uno de los antiguos portavoces de la plataforma que solicitaba la liberalizaci¨®n de la autopista. Precisamente la mayor inversi¨®n prevista para este a?o est¨¢ destinada a construir una nueva rotonda en el cruce de San Miguel, puerta del casco urbano por el este. Esta obra absorber¨¢ 75 de los 230 millones destinados a inversiones en 1999. La cultura es la cara m¨¢s amable y el principal escaparate de Amorebieta en el exterior. El Zornotza Aretoa, inaugurado en 1992, ofrece una de las m¨¢s cuidadas programaciones culturales de Vizcaya. El eco de algunas de esas actuaciones ha permitido exportar la imagen del municipio. "Aunque ¨¦sa no era nuestra intenci¨®n, sino asentar un espacio esc¨¦nico con actuaciones de calidad", puntualiza el responsable del centro, Luis Javier Ugarte. La legislatura se despide con importantes proyectos realizados, como la canalizaci¨®n del r¨ªo Ibaizabal, que debe impedir las inundaciones en el futuro, en un municipio que destina, por decisi¨®n un¨¢nime de la corporaci¨®n, cerca del 1% de sus ingresos a proyectos de colaboraci¨®n con el Tercer Mundo. "Somos un pueblo solidario", afirma con orgullo el alcalde, Jos¨¦ Alberto Gurtubai. Conjugar progreso con calidad de vida ser¨¢ el reto de sus habitantes en el futuro.
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