Coleccionista de refranes

"Tota pedra fa paret", pens¨® hace unos 17 a?os Jos¨¦ Mar¨ªa Aparicio cuando al escuchar cada ma?ana un refr¨¢n en una emisora valenciana se decidi¨® a anotarlos preocupado por que la simple transmisi¨®n oral no fuera suficiente para que llegasen a las pr¨®ximas generaciones. Desde entonces el se?or Pepe, como el vecindario de Alzira le conoce, ha coleccionado m¨¢s de 8.000 dichos, proverbios y cancioncillas populares, la mayor¨ªa de la comarca de La Ribera. Haciendo valer el proverbio de "m¨¦s val una llapisera curta que una mem¨°ria llarga" este jubilado de 75 a?os lleva siempre consigo un bol¨ªgrafo y papel. Sus fuentes son los veteranos trabajadores de oficios varios -zapateros, carpinteros, agricultores...- y todos aquellos pensionistas que asalta en los bancos de la Plaza Mayor de Alzira. "Quan es mor un vell, se"n va molt darrere d"ell" asegura Aparicio, que es incapaz de hablar durante dos minutos seguidos sin que encuentre el refr¨¢n adecuado a la charla. Naci¨® en el a?o 1924 en una localidad castellanohablante, Enguera (Canal de Navarr¨¦s) durante agosto "en el temps dels melons" pero como su madre, la Roseta, era de Alzira, en su casa siempre se hablaba valenciano, una lengua de la que se autoproclama "defensor" y de ah¨ª que su colecci¨®n de refranes sea exclusivamente en el idioma aut¨®ctono. De su juventud recuerda con cari?o su primer trabajo de molinero -"moliner i no lladre, ¨¦s una cosa admirable"- que coincidi¨® con los primeros a?os de la posguerra en la que abundaba el estraperlo. Pero en torno a los 30 a?os se pas¨® del molino a la tierra y de Enguera a Alzira porque en La Ribera "se trabajaban menos horas y se cobraba m¨¢s jornal", y acto seguido le viene a la memoria el correspondiente refr¨¢n: "Llaurador que ven la palla t¨¦ m¨¦s fam que aquell que badalla". En la capital de La Ribera Alta conoci¨® a la hija de su suegro, refiri¨¦ndose a su mujer, Carmen, que lamenta no poderle ayudar en sus tareas de coleccionista porque no sabe leer. Pero coinciden ambos en un fino sentido del humor: "Siempre he dicho que con un zapatero no me casar¨ªa", dice para referirse a Pepe, que "no est¨¢ nunca en casa", a lo que ¨¦l replica: "Me gusta respirar aire puro". Cuando las fuerzas comenzaron a flaquearle, Aparicio abandon¨® las duras tareas agr¨ªcolas para ejercer de vigilante en una importante empresa de transportes local. Fue entonces, a principios de los a?os ochenta, cuando se sinti¨® atra¨ªdo por los proverbios. Pero con anterioridad su af¨¢n coleccionista y su inquietud cultural le llevaron a ser uno de los principales proveedores de la secci¨®n etnol¨®gica del Museo Municipal de Alzira. Movido por su af¨¢n de "ser un hombre importante" para lo que considera se deben cumplir tres requisitos: tener hijos -sum¨® tres: Pepe, Paco y Juan Carlos-, plantar un ¨¢rbol -"llevo miles"-, y s¨®lo le restaba escribir un libro. Hace un a?o se present¨® en el departamento de Cultura con tres maletines que conten¨ªan centenares de hojas con miles de refranes. "En cuanto lo vieron se lo fotocopiaron todo", recuerda orgulloso Pepe. Pero dirigi¨¦ndose al concejal de Cultura, Josep Llu¨ªs Andr¨¦s, le pregunt¨®: "Vost¨¦s s¨®n de fiar?". El Ayuntamiento de Alzira encarg¨® al cuentacuentos Lloren? Gim¨¦nez la tarea de convertir aquel pu?ado de papeles en una publicaci¨®n que acaba de ver la luz con el t¨ªtulo 2.001 refranys i un grapat de dites i can?onetes d"Alzira i la seua comarca. Gim¨¦nez, que seleccion¨® dos millares de proverbios para que cumplan una tarea pedag¨®gica, califica la colecci¨®n de "aut¨¦ntico tesoro" ya que a pesar de la existencia de unos treinta refraneros en el Pa¨ªs Valenciano "aporta muchos refranes novedosos". Los colegios y las entidades culturales de la comarca ser¨¢n los principales destinatarios de la primera edici¨®n, que consta de 1.500 ejemplares. Aparicio est¨¢ m¨¢s que satisfecho, pero apenas le concede importancia, hasta el punto de que casi ning¨²n vecino de la modesta barriada de L"Alquerieta, donde reside, sabe de su obra. El autor recuerda con nostalgia algunos de los primeros proverbios que plasm¨® en su bloc de notas, pero avisa que su colecci¨®n contin¨²a ya que es de aquellos que opinan que "m¨¦s val escoltar que parlar".