Y por encima de todos, Marco Pantani
El italiano domina las principales clasificaciones tras ganar su tercera etapa, en la que Heras fue tercero
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?Eddy Merckx dice usted? No, este can¨ªbal se llama Marco Pantani. El imaginario de los ni?os de los a?os setenta consist¨ªa en un ciclista belga subido al primer escal¨®n de un podio de Par¨ªs y visti¨¦ndose maillot tras maillot: amarillo, verde, azul, rojo; general, monta?a, metas volantes, puntos. Le llamaron el can¨ªbal por eso, por su voracidad, por no dejar ni las migajas a los dem¨¢s. La imaginaci¨®n de los ni?os del a?o 2000 la llenar¨¢ un pirata audaz y avaro; generoso con los suyos e implacable con los rivales. Todo el bot¨ªn para ¨¦l. Ayer subi¨® por tercera vez en este Giro al podio de los ganadores de etapa; por sexto d¨ªa, al de la imposici¨®n de la maglia rosa de l¨ªder; por quinto d¨ªa, tambi¨¦n consecutivo, al de la maglia verde, y debut¨® en el espacio reservado a la maglia ciclamino, ese morado tirando a p¨²rpura que distingue al mejor de la clasificaci¨®n por puntos, esa que en todas las carreras suele ser un premio reservado a los velocistas. S¨®lo le falta el jersey azul del Intergiro, especie de metas volantes.Como Miguel Indur¨¢in hace nada, Marco Pantani, el gran dominador ahora mismo, ha reducido el arte del ciclismo a la categor¨ªa de ciencia exacta. ?Cu¨¢ntos kil¨®metros hay contrarreloj?, se preguntaban todos cuando la ley del navarro, sacaban la calculadora, tantos segundos por kil¨®metro, et voil¨¤ la victoria final por equis minutos. Con El Pirata, con el escalador m¨¢s preciso y predecible que ha conocido la historia, con el hombre que ha sido capaz de matar el misterio de las cumbres, el ¨²nico que le quedaba al ciclismo, la pregunta es: ?cu¨¢ntas llegadas en alto?. La respuesta: tantas victorias parciales. ?Cu¨¢ntas etapas de alta monta?a? Tantos minutos de ventaja sobre el segundo. ?Qu¨¦ habr¨ªa hecho Indur¨¢in si todos los Tours hubieran contado con cinco contrarreloj llanas por lo menos? ?Qu¨¦ habr¨ªan hecho sus rivales, en qu¨¦ estado se habr¨ªa quedado el ciclismo? ?Qu¨¦ har¨¢ Pantani, el infalible, el inalcanzable escalador, con cinco llegadas en alto; con dos etapas de alta monta?a m¨¢s?
Todo esto se sospechaba. Se segu¨ªa pensando que el Giro era una historia con final conocido aunque alg¨²n tiempo se pudiera mantener la ficci¨®n de una rivalidad. Primero con Jalabert. Agotado el franc¨¦s, brevemente con Savoldelli, el halc¨®n, baby face (cara de ni?o). Hasta que llegaron Cima Campo, Paso Manghen y Alpe de Pampeago. O para ser m¨¢s precisos, hasta que llegaron los ¨²ltimos 4,5 kil¨®metros de la ascensi¨®n al ¨²ltimo puerto de la 19? etapa: como Indur¨¢in alcanz¨® la cima de su precisi¨®n quir¨²rgica en la contrarreloj de Luxemburgo del Tour de 1992, as¨ª Marco Pantani, el gnomo, ayer en los ¨²ltimos kil¨®metros de la ascensi¨®n a Alpe de Pampeago lleg¨® al c¨¦nit. La so?ada conversi¨®n de la escalada (hist¨®ricamente el terreno del genio inclasificable) en una mezcla perfecta de sprint (aceleraci¨®n tras aceleraci¨®n) y contrarreloj (mantenimiento del ritmo, cadencia de pedalada) alcanz¨® ayer su demostraci¨®n pr¨¢ctica de la mano del ciclista que, a los 29 a?os, ya ha inaugurado una categor¨ªa de corredor. Los resultados fueron devastadores. En s¨®lo cuatro kil¨®metros, el Giro observ¨® m¨¢s diferencias entre los primeros que en los 3.221 kil¨®metros anteriores.
Correspondi¨® a un espa?ol, al bravo Roberto Heras, el honor de apretar el interruptor de la maquinaria de la prueba cient¨ªfica. Despu¨¦s de 162 kil¨®metros de etapa, tras dos duros y largos puertos (Campo y Manghen) en los que la banda de El Pirata diezm¨® al pelot¨®n con un ritmo casi insoportable, el bejarano decidi¨® intentar lo que nadie hab¨ªa probado. Fueron apenas 200 metros de ilusi¨®n. En lo m¨¢s duro (13%) de Pampeago, Pantani contraatac¨®, alcanz¨® a Heras, estuvo un poquito con ¨¦l, aceler¨® de nuevo (?c¨®mo puede hacerlo cuando los dem¨¢s est¨¢n al l¨ªmite?) y se fue. Fue su contrarreloj. Mediten. Sus rivales, los mejores escaladores del momento obtuvieron estos resultados: Gilberto Simoni, el escalador de la regi¨®n, la sorpresa del d¨ªa, cedi¨® 16 segundos por kil¨®metro; Roberto Heras, el valiente, 22s; Ivan Gotti, el que hab¨ªa llegado para desafiar al Pirata, 23s; Paolo Savoldelli, el tierno, 41s; ?scar Sevilla, un futuro grande, 44s; Daniel Clavero, el tenaz, el infatigable, 45s; Laurent Jalabert, el tercero en el podio, un minuto. Multipliquen todos los segundos por cuatro. Esto es el Giro de Pantani. El can¨ªbal pirata.
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